Había
brotado, en medio del huerto, un imponente piano de cola. No era el deseo pedido, por lo que maldijo al genio al sentirse engañado.
Volvió sobre sus pasos más triste, viejo y solo, queriendo haber sido él el trofeo
elegido por la mira de aquellos rifles.
Un dulce soplo de viento le trajo el cálido aroma de
su hembra. Giró su enorme cuerpo y se aproximó al instrumento. Acercó su trompa
a la madera y la deslizó sobre la hilera de teclas. Las olió y acarició con
mimo, recordándola, mientras decenas de lágrimas se desprendían por su arrugado
rostro.
Era lo más cerca que la tenía en muchos años…
Realmente hermoso...
ResponderEliminarQué sensibilidad Towanda
Un beso.
Hola, María.
EliminarNo me gustan los que llaman a la caza mayor deporte. Para mí no lo es.
Gracias, bonita.
Un beso para ti.
Había brotado, en medio de Towanda, un imponente relato.
ResponderEliminarY explotó.
Besos desde el cariño.
Hola, Toro.
EliminarJó, me encanta lo de explotó.
Gracias y besos desde el cariño.
¿Sabes que al empezar a leer me he acordado de "Amanece que no es poco" de Cuerda?
ResponderEliminarHola, Tracy,
EliminarNo la he visto, pero lo remediaré.
Besos y gracias por comentar.
Hola Towanda. Me has dejado con la boca abierta. Como de costumbre... felizmente con la boca abierta. Me parece una historia muy tierna. De esas que conjugan en perfecto equilibrio pena con cariño (con lo difícil que es). El primer parágrafo te pierde... ¿adónde me lleva Towanda esta vez?, te preguntas. Luego llega el segundo y todo encaja. No puedes por menos que solidarizarte con el personaje ( ¡¡un elefante!!, el primero que escucho en ReC desde mi corta andadura por estos lares) y entonces lo visualizas. Jolín. Bonito, bonito. De esos que te tocan si alguna vez has amado y además amas a los animales. Una preciosa y original historia de la que les habrá costado desprenderse. Enhorabuena. Un besbrazo (beso+abrazo) :)
ResponderEliminarHola, Juan Antonio.
EliminarVaya, ¡qué generoso eres!
Fíjate, en cuanto leí lo del piano pensé en las teclas y en su origen, aunque ahora no las hagan de marfil -creo, espero, confío-.
Odio profundamente este tipo de aficiones y no me caen simpáticos los que las practican, lo siento. Me alegro que compartamos opinión en estos asuntos.
Muchísimas gracias, eres un tesoro (exagerado, pero tesoro al fin y al cabo).
Unos besobrazos para ti también.
Si es que cuando te pones sentimental no hay quien te gane...
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Caminante.
Eliminarjajajaja, ya te digo...
Gracias, bonita.
Unos besazos para ti, siempre.
¡Oohh! precioso microrrelato. Si es que hay algunos salvajes que deberían dedicarse a cazar evasores de impuestos y no a inocentes que solo quieren vivir en armonía con los de su especie. Seguro que el jurado lo ha tenido ahí en la lista de favoritos. Un abrazo, Towanda.
ResponderEliminarHola, Loren.
EliminarOle, tú! Equilicuá!
Cazar evasores, chorizos y gentuzas... y dejar en paz a los animales. Si ese deporte se extendiera, no dudes, que estaríamos en el paraíso.
Un beso, majete.
Towanda ya no sé que pensar, a cada uno de tus relatos mi sorpresa es mayor y en este caso mueves algo en nuestro interior, es verdad que a una matanza le llaman deporte aunque si disparas a un mal nacido le llaman crimen.
ResponderEliminarDos humildes besos
Hola, Sau.
EliminarEstoy contigo, amigo. Así es la cosa...
Suscribo tu comentario, canillas al aires.
Un besazo y gracias.
Qué micro más bonito, me has ganado, Towanda, el corazón, el alma...todo.
ResponderEliminarLos que son capaces de matar/cazar, dormirán tranquilos???... (te he dicho alguna vez por qué no me gusta el rey?)
Me voy que me enciendo.
Ahh y este no lo han leído (por eso es un despojo) je je
Un besote.
Hola, Rosy.
EliminarEntiendo por qué no te gusta ese señor... A mí desde todo el lio de la caza, la foto con el elefante muerto y todo lo demás, tampoco te creas que soy de su club de fans.
No te enciendas, que me churrascas el blog y luego no me acuerdo de cómo se ponen las cosas.
A ver si la semana que viene tenemos una inspiración más acertada.
Besos, bonita, y muchas gracias.
tocando teclas
ResponderEliminarHola, Noel.
EliminarA mí manera, a ver si llega a alguien.
Besos.
Una historia muy bella, sentimientos de gigante para unas teclas. Me he acordado de una vecina de mi madre que guardaba las sobras de la comida para llevársela a las gallinas que tenía en el campo, si había sobrado pollo nunca se lo daba por si reconocían los hueso. Esto es cierto. Abrazos
ResponderEliminarHola, Ester.
EliminarGracias, amiga.
Ay, tu vecina sabía mucho y me lo creo.
Un beso y unos brincos.
Tierno, delicado y desgarrador a un tiempo. A mi tampoco me gusta la caza mayor ni la menor, ni la intermedia. Enhorabuena por formar parte con tu arte en ese homenaje a Cortazar, no pude comentar en Almas gemelas pero me dio mucha alegría al leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Neuri.
EliminarNi a mí. No veo yo deporte en disparar tiros a todo lo que se mueve, la verdad.
Gracias, lo de Cortázar fue una sorpresa agradable y sé que te alegras de verdad.
Un besazo muy grande, preciosa.
Precioso, en la segunda lectura lo he comprendido todo. No se si es sensación mía, pero creo que avanzas a pasos agigantados.
ResponderEliminarun beso grande
Hola, Asun.
EliminarDebe ser sensación tuya porque los pasos son cortitos. Me alegro de que comprendieras...
Besos y a ponerte con el de esta semana.
Es precisos tu micro Towanda. Se te coge un pellizco en el alma cuando notas esas lágrimas. Duele la injusticia humana, duele mucho y en muchos aspectos.
ResponderEliminarbesicos muchos.
Hola, Nani.
EliminarAdemás, me he documentado acerca de la memoria de los elefantes y es increíble. Son animales muy inteligentes que pueden incluso recordar el rostro de los que les atacan o hacen daño a su prole... Y sienten amor, no otra cosa sino amor, por sus parejas, y son fieles y... tantas cosas.
Es un auténtico crimen, la verdad.
Gracias, bonita.
Besos.
Precioso relato Towanda. Además al tratar de elefantes me ha traido buenos recuerdos, ya que la temporada pasada cuando llegué a una final semana mi relato trataba de un elefante en una chatarreria.
ResponderEliminarBien podia haber sido el tuyo finalista esta semana.
Siguie asi que estas cerca.
Saludos.
Hola, Alfonso.
EliminarVaya, osea que digamos que los elefantes pueden ser protagonistas de un micro que guste a los REC... Me alegro mucho de saberlo.
No ha tocado esta semana, así que lo seguimos intentando, ¿te parece?
Gracias, eres un solete.
Besos.
Precioso micro Towanda... Intenso, con muchas emociones... Te superas cada día!
ResponderEliminarBesotes!!
Hola, Margari.
EliminarPues muchas gracias, seguimos intentándolo.
Unos besos.
Que casualidad, mi entrada va de símil con animales, esta me ha gustado mucho... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Hola, Genín.
EliminarMe super alegro.
Gracias, te leeré en cuanto termine.
Besazos.
Ese es mi sueño, poder escribir emociones, como tu lo haces que llegan al alma.
ResponderEliminarHermoso, felicitaciones.
Un gran abrazo amiga.
Hola, El moli.
Eliminar¿Quéee? No, no, de eso nada, debes soñar sueños más grandes, pero muchas gracias porque es un comentario muy generoso.
Unos abrazos.
ostris que bueno, pobre elefante que manera tuvo de volver a ver a su amada, que crueldad.
ResponderEliminarMuy buen relato niña
unos besotessssssssssss
Hola, Sabores.
EliminarPosiblemente, la única posible. No me digas que no es cruel coger un rifle y esperar que aparezca un elefante y pegarle un tiro... Cruel y asqueroso.
Unos besos, guapa.
Graaaaacias.
ME ha gustado esa historia de amor de elefantes :D
ResponderEliminarBesos
Hola, Henry.
EliminarGracias.
Besos.
Ainsh! Qué penita Towanda. Solo espero que en adelante puedan compartir una bella melodía.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola, Miguel Jiménez.
EliminarYo también lo espero. Al menos, algo es algo, y si a ellos les sirve, a mí también.
Abrazos y gracias.
Era difícil el reto de esta semana, sin embargo creo que lo has defendido de una forma muy original. Vaya para ti mi voto, aunque ya no sirva de mucho.
ResponderEliminarMuy buen relato, de verdad, Towanda.
Un abrazo
Hola, María José.
EliminarSí que era difícil o, al menos, raro en el comienzo.
Vale, te cojo el voto para la próxima semana.
Muchas gracias, amiguita.
Un beso muy grande.
¡Buenooooo! Y de esa relación entre pianos y elefantes ¿cuándo se había escrito antes?. Genial, Towi, ese vínculo desde el marfil de las teclas.
ResponderEliminarBesos.
Hola, RAfa.
EliminarJajajaja, original sí puede que sea, la verdad.
Esta semana también es un comienzo con encanto, a ver qué pasa.
Unos besos y muchas gracias por comentar.
Qué ternura la del elefante, y qué memoria. Excelente relato, compañera.
ResponderEliminarun saludo
JM
Hola, Juan Manuel.
EliminarGracias, compañero. Es un placer recibir palabras tan generosas.
Un abrazo.
Hola, Zum.
ResponderEliminarEspero que sí, creo, deseo...
Un beso.
:)
ResponderEliminarMuy bueno Towanda, me ha encantado.
Un abrazo más grande que un elefante para ti :)
Hola, Ximo.
EliminarGracias, por las palabras y por el abrazo tan grande.
Otro abrazo igual de enorme para ti.
Pues a mí me ha parecido un relato precioso. Triste también, mucho, y también original. Imagino que no debe ser fácil para el jurado elegir tres micros de entre los cientos que les llegan, pero tengo la sensación de que esta vez anduviste cerca.
ResponderEliminarEstoy deseando leer el próximo. ¿Por donde nos llevarás esta vez?
Hola, Paula.
EliminarNo creo que estuviera cerca porque he leído autenticas joyas (como tus Cenizas), pero lo seguiremos intentando.
El próximo ya lo he enviado aunque no estoy yo muy conforme. A ver el tuyo, también deseo echarte la vista encima.
Un beso muy grande y muchas gracias.
Uuffff, qué pellizco me ha dao en el corazón. Entiendo la caza como método para comer, pero para todo lo demás, es algo que no comprendo. No sé dónde encuentran la diversión a exhibir las cabezas como trofeos, abrigos o teclas. Se tendrían que poner en el lugar de los animales.
ResponderEliminarBesotes!
Hola, ion.
EliminarTampoco la entiendo yo, ni encuentro la diversión... Será que somos de otra pasta que los que empuñan un rifle para pegar tiros a unos animales que no les han hecho nada.
En fin, es el mundo que tenemos y si no nos gusta... pues les decimos que nos parece mal con un cuentecillo.
Un beso muy grande.
Qué imaginativo Towanda, con lo difícil que era esta semana el comienzo. Me has sorprendido con tu micro precioso, lleno de ternura, de decepción (pobre elefante), de sensibilidad... Veo en mi bola de cristal que dentro de muy poco nos anunciarás que estas entre los finalistas, ya lo verás.
ResponderEliminarUn besote.
Hola, Filias.
EliminarEspero que la bola de cristal no lo anuncie esta semana porque no estoy muy satisfecha de lo que he enviado... A ver si aprendo a hacerlo mejor.
Un besote para ti y le das la mitad a Fobias, jajajaja.
Graciassss!!!
Hola Towanda , yo creo que la caza mayor tendria que estar pohibido muy bueno tú relato , besos de flor .
ResponderEliminarHola, Flor.
EliminarYo también lo creo, así que vamos a recoger firmas para que la prohíban.
Gracias, bonita.
Un beso.
Gran sensibilidad, un relato emotivo y muy bien narrado.
ResponderEliminarAbrazos
Hola, Anna.
EliminarMe alegro que te haya resultado emotivo.
Un abrazo y muchas gracias por tu visita y tu comentario.
Que gran amor el de los elefantes,son unos animales que a pesar de su tamaño son tiernos y muy fieles a su compañero/a, muy bien narrada tu historia y muy emotiva, a la vez que triste.
ResponderEliminarMuy bueno tu micro, enhorabuena.
Besos.
Puri
Hola, Puri.
EliminarYa lo creo. Son capaces de recordar y sufrir por el ser amado. Son fieles y forman grupos similares a la familia que tenemos cada uno y luego llegan unos tipos con armas y... ¡zas! desmontan todo para conseguir trofeos.
Gracias, Dulci.
Un beso enorrrrme.
Hola Guapa:
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Un piano y su elefante. Un relato fantástico y lleno de mucho amor.
Ojalá fuésemos como ellos.
Besote guapa
Hola, doctorcito.
EliminarEso era lo que esperaba, que rezumara amor.
Gracias, amigo.
Un beso muy grande.
Uy pobre elefantito. Me conmovió. Un beso y feliz día del amor y la amistad
ResponderEliminarHola, Citu.
EliminarYa lo creo, pobrecito.
Gracias y feliz domingo.
Besos muchos.
Reconozco que he estado muy despistado mientras lo leía, pero al final se me ha hecho la luz y me he enternecido. Me parece muy bonito y el giro final muy bueno.
ResponderEliminarUn beso Towanda.
Hola, Juancho.
Eliminar... y la luz se hizo, menos mal.
Unos besos y gracias por venir.
Ese elefante que has dibujado con tus palabras enamora.
ResponderEliminarQué imaginación la tuya para relacionar un piano con un elefante. Me ha encantado :)
Hola, María Pilar.
EliminarSi leyeran, sobre todo los que los matan, algo sobre elefantes, creo que no podrían ser capaces de levantar un arma contra ellos.
Gracias, guapa.
Un beso.
Me ha gustado mucho el piano y el elefante.....Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
Hola, Fus.
EliminarMe alegro un montón.
Gracias y besos.
Emotivo, romántico y sentimental.
ResponderEliminarTodos tenemos un corazoncito sensible que, a veces, el destino lo hiere y hace llorar.
Te dejo un fuerte abrazo con mis cariños.
kasioles
Hola, Kasioles.
EliminarTienes razón. A veces el destino y otras... las manos de los desaprensivos.
GRacias, te acepto el abrazo que tengo frío.
Un besazo.
No sabemos en que momento nos encontraremos con nuestros seres queridos, ni bajo qué forma.
ResponderEliminarBesos Towanda
Hola, jaal.
EliminarQué razón tienes.
Gracias por ese comentario tan chulo.
Besos.
Me encanta el piano, de niño tuve uno grande de cola, el marfil era fino y lustroso y mis dedos lo acariciaba con mucho cuidado inconsciente por aquel entonces del precio que tuvo que pagar el pobre animal para que yo pudiera disfrutar de tan sublime tacto. Un relato excelente, uno de los mejores. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Sheol.
EliminarEras un niño y los niños no tienen por qué saber demasiadas cosas.
Creo que, en la actualidad, se hacen las teclas de otros materiales... Creo y espero.
Gracias, amigo.
Unos abrazos.
Tierno, muy emotivo. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Conchagr.
EliminarGracias, me alegro mucho.
Unos besos.
Precioso relato, Towanda. Da escalofríos y hace que uno se identifique perfectamente con el elefante.
ResponderEliminarNunca he ido a cazar ni me gusta la caza, pero... no sé, los seres humanos somos muy complejos pues he conocido dos médicos apasionados por la caza al tiempo que ejercían su profesión totalmente entregados a sus pacientes salvando muchas vidas y mitigando mucho dolor. Siempre me dio mucho que pensar: si son buenas personas, ¿por qué cazan? Tambíén eran my buenas personas dos hermanos de mi abuela materna que, sin embargo, eran cazadores. Y ahora me acuerdo también de Miguel Delibes... Es un asunto que se me escapa, la verdad, la contradicción es tan humana...
Un abrazo.
Hola, Esteban.
EliminarEfectivamente, somos muy complejos y a mí también se me escapa que gente buena (como de la que hablas) disfruten con ello. No lo entiendo.
Un beso muy grande.
Ufff Towanda me ha SUPER MEGA ENCANTADO!! un relato que con tan pocas palabras me hizo sentir tanto....Para mí, perfecto, no te digo más!
ResponderEliminarMerecedor de haber ganado.
Suerte, la próxima!
Besos ;)
Hola, Pulga.
EliminarMe super alegro, tía, no sabes cuánto. Gracias!!
A ver esta semana qué tal se nos da... Yo te digo desde ya que no estoy muy conforme con el mío, a ver si tú tienes más suerte.
Un beso, bonita.
Besos y gracias.
Creo que es lo más tristemente bonito que he leido en lo que va de año.
ResponderEliminarHola, alcasport.
EliminarJolínes, gracias... Me alegro mucho.
Un abrazo.
Uy, perdona, te escribí con el perfil del trabajo. Pero eso, que me ha parecido muy emocionante.
EliminarUn abrazo