Me gustan los dichos populares una jartá, y en esta tercera entrada he recopilado unos cuantos más, para la colección. Revisa, si te apetece, las dos entradas anteriores: dichos populares y dichos populares II
Al mejor
cazador se le escapa la liebre
Se refiere a los errores que todos cometemos, por muy expertos o sabios que seamos, o creamos ser.
¡Menudo faenón!, seguro que nadie le ha dicho nada acerca de la cremallera...
Armado hasta los dientes
Estar
alguien excesivamente armado, tanto que lleva armas incluso en los dientes, a
la manera de los antiguos piratas y corsarios que, durante el abordaje a las
naves enemigas, y para tener las manos libres, llevaban puñales en la boca.
¡¡¡An-ge-li-to!!!
Armarse el
tole tole
Se utiliza para indicar que un conflicto alcanza un importante grado de confusión. El origen del dicho sería el desorden provocado por los judíos ante Poncio Pilatos, pidiéndole que crucificara a Jesús, gritando "¡Tolle, tolle, crucifige eum!" ("¡Quítalo, quítalo, crucifícalo"!).
Para mí, la peor forma de arreglar las cosas...
Boccato di cardinali (bocado de cardenales)
Expresión de origen italiano que se aplica a todo aquello que se destaca por su óptima calidad, generalmente, en lo que se refiere a alimentos exquisitos. Y no solo a alimentos, añado yo misma.
No solo de pan vive el hombre... ¡Boccato di cardinale!
Con la cola entre las patas, o con el rabo entre las piernas
Es la forma de huir que tienen la mayoría de los perros, manteniendo el rabo metido entre las patas traseras. Se aplica a la persona que abandona un lugar totalmente humillado.
Sobran las palabras...
Contigo pan y cebolla
Es lo que tiene el amor... Ainss, ¡qué bonito!
Cuando el gato no está, los ratones se divierten
Habla de la necesidad de estar siempre atento y vigilando a quienes deben cumplir una tarea, porque cuando uno tiene obligaciones, es responsable de que se cumplan.
¡Qué rico sueñecito, zzzzzzzzz...!
De tal palo, tal astilla
El que a los suyos parece, honra merece... Y no digo nada más.
En aguas tranquilas, demonios se
agitan
¡Bonito trasero!, jajajaja
Aunque la mona se vista de seda...
Mona se queda
No hace falta mayor explicación.
¡¡¡Hasta la próxima entrega!!!!
No os olvidéis nunca de sonreir. Dientes, dientes... como decía la Pantoja