Cariño,tenemos un poema ha obtenido el accésit del VII Certamen de Relatos Cortos de Rincón de la Victoria, en homenaje a Gloria Fuertes.
Es un texto un poquito más largo de lo habitual por aquí.
Por si os apetece...
Aprovecho esta tribuna virtual para plasmar qué me importa y de qué manera me afecta... No siempre serán cosas agradables y es una pena. Además os contaré cuentos para dormir o para despertar; unas veces relatos cortos y otras, más largos. Las risas están aseguradas y espero y confío en poder crear un clima agradable, para tod@s aquell@s que decidáis quedaros a conversar. Besos por adelantado de un alma, presuntamente, "gamberra".
Cariño,tenemos un poema ha obtenido el accésit del VII Certamen de Relatos Cortos de Rincón de la Victoria, en homenaje a Gloria Fuertes.
Es un texto un poquito más largo de lo habitual por aquí.
Por si os apetece...
Aligeraron con el martillo, el taladro, los cinceles y la pistola de clavos para dejarlo colgado en la cruz antes de que la capilla se llenara de padres, invitados y catequistas. A pesar de que Grillo lo empapó con agua bendita y Gominola recitó en latín un salmo, capaz de resquebrajar las puertas del averno, no sucedió nada sobrenatural, salvo un par de madres desmayadas. Apenas tuvieron repercusión los lamentos infernales del crucificado, ensombrecidos, quizás, por el volumen de la música, que corrió a cargo de Jessi-Diyey. Ni el tipo vomitó verde ni su cabeza giró en círculos ni habló en arameo ni le quemó el crucifijo que incrustaron en su pecho. Tras el desconcierto inicial, todo quedó en una chiquillada: los niños ayudaron en la ‘desclavación’, pidieron perdón, aceptaron reprimendas y cachetes y corearon juntos el ‘oh happy day’ vestidos de comunión. Definitivamente, el padre Evaristo no era el demonio.
ilustración de @quepazamonstruo
Tercer premio Concurso Microrrelatos Infernales. Café Bar Los Infernales y Librería Los tres hermanos de Moriarty
Vuela, príncipe, vuela…». Te escucho y siento terror. Sé lo que vendrá después: querrás que trabaje y encuentre a una chica decente. Que busque piso por el barrio, para cuidarte cuando seas mayor; que me saque el carné y me case, como el primo Manolo; que tenga hijos… Y cuando lleguen, dirás que el tiempo pasó volando; que haga dieta porque mi barriga no tiene perdón; que ahorre para la jubilación y que los sueños son cosas de críos, como las piñatas rotas. Ahora, mientras empujas con todas tus fuerzas este columpio, calculo la distancia al suelo y elijo soltarme. Adiós, mamá, adiós.
Microrrelato ganador 🏆 semanal Relatos en Cadena.
#relatosencadena
#cadenaser
#microrrelatos
Atención: Spoiler
Cosas de niños no son cuentos infantiles, aunque la mayoría de sus protagonistas sí lo sean.
Hay niños solitarios que piden un abuelo como regalo; niñas que utilizan su imaginación para salir de la oscuridad que las sumerge; niñas madres; niños que utilizan el grupo para acosar a la niña más débil; niños que se convierten en padres de sus padres; niños enamorados de sus maestras; niñas migrantes; niños que solo buscan un amigo… En definitiva, niños o personas muy jóvenes que viven y soportan situaciones aprendidas o heredadas de sus adultos, reflejando con fidelidad la realidad de la sociedad presente: usurpaciones de identidad, venganzas, acosos, violaciones, desengaños amorosos, matrimonios concertados, mutilaciones, violencia, etc...
Lo puedes adquirir en preventa
aquí:https://www.plateroeditorial.es/libro/cosas-de-ninos_158073/
@platerocoolbooks. 💃
@plateroeditorial
#relatos
#platerocoolboks
#cosasdeniños
Cosas de niños no son cuentos infantiles, aunque la mayoría de sus protagonistas sí lo sean. En estos quince relatos hay niños solitarios que piden un abuelo como regalo; niñas que utilizan su imaginación para salir de la oscuridad que las sumerge; niñas madres; niños que utilizan el grupo para acosar a la niña más débil; niños que se convierten en padres de sus padres; niños enamorados de sus maestras; niñas migrantes; niños que solo buscan un amigo…
El sueño de vestirnos de papel para todas y todos los que escribimos se ha convertido en realidad.
No será ni el primer martes después del primer lunes ni será en noviembre ni en Estados Unidos...
En septiembre, en España y gracias a Platero Coolbooks, verá la luz mi primer libro de relatos.
#CosasDeNiños
#PlateroEditorial
#PlateroCoolBooks
Una abogada ha cruzado el Atlántico buscándome. Ha
aparecido en mi bufete, asegurando que soy la viuda de O’Connor, un
multimillonario norteamericano fallecido recientemente. Sostiene que hace
quince años, en primavera, contraje matrimonio con su cliente en el manido Las
Vegas. Un dossier fotográfico más la confesión póstuma de O’Connor me sitúan
allí. Según parece, tuve dos hijos, Winston y Abba. Imposible negarlo, los
críos son idénticos a mí y ambos nombres me encajan: uno, mi tabaco favorito;
otro, mi grupo fetiche. Ahora, con papá muerto, los huérfanos necesitan una
madre que vigile su formación y atienda sus necesidades. He enviado tres
transferencias para mover papeles, pero resulta imposible razonar con mis
compañeros. Aseguran que estoy siendo estafada. ¡Envidiosos! Afrontaré mi nuevo
destino, aunque lo más cerca que recuerdo haber estado de América fue cuando
besé a un tipo disfrazado de Elvis mientras cantaba ‘Love mi tender’ en un
karaoke.
#ganador abril microrrelatos de abogados
Desbordado de negativos defectuosos, películas veladas y con una desconocida revisando antiguos retratos. Encolerizado, pregunté qué hacía en mi estudio. Respondió que había brotado, no sabía cómo, de una de mis fotografías y que necesitaba encontrarla para regresar. Me pareció tan fascinante su belleza y la magia de aquel relato de mujeres emergiendo de fotografías que me cautivó. Durante casi cuatro décadas hemos vivido felices juntos. Primero, como pareja; luego, como padre e hija y ahora pasamos por abuelo y nieta. Ella permanece hermosa, inalterable al paso del tiempo. Con mi ocaso cercano, creo que es momento de devolverle su fotografía y dejarla marchar.
Finalista Semana 22 Relatos en Cadena
El
sueñero, de María Sergia Martín González
Aquel
atractivo e irresistible vendedor de sueños había engatusado a mis padres.
Cuando llegué del instituto hablaba con mamá. Ella le contaba sus deseos de
volar muy lejos. Como me aburrían sus rabietas hormonales, encendí el
televisor. Luego, llegó papá con sus fantasías por volver a ser niño. Aquel
embaucador anotaba todo en una libreta, como para darse importancia. Estoy muy
preocupado, sobre todo por mamá. Dicen en el barrio que el lunes la vieron en
el nido de cigüeñas haciendo piruetas. Pero al que no soporto es a papá. Se ha
convertido en un mocoso repelente y autoritario que llena la casa de babas.
(2º Premio IV Edición del Certamen de Relato Corto ‘Pueblos y Sabores’)
TEORÍA DE LOS IMANES Y VICEVERSA
Sonia
Con motivo de
nuestro décimo aniversario, Evaristo me sorprendió reservando mesa en un
restaurante carísimo. Decían de él que ofrecía la mejor carta delicatesen de
toda la comarca, con más de treinta y cinco platos para degustación, y,
también, que su vino de Rueda tenía el sabor de las cosas que se hacen sin
prisa. Igual que mi relación con Evaristo. Forjada pasito a pasito desde la
escuela.
Me compré un vestido de satén en un tono dorado pálido porque sospechaba que íbamos a celebrar algo transcendental. Cuando llegué, él ya estaba sentado con su traje negro, en el lugar más íntimo de todo el local. Deslumbraba. Aún sin gafas, pude apreciar el aura que desprendía. Una silla mal colocada me hizo trastabillar un poco y creo que alguna copa rodó por el suelo, no conseguí verlo con nitidez. Evaristo se levantó, galante como siempre, y tomó amorosamente mis manos haciéndome sentar con rapidez.../... (continúa)
Evaristo
Reservé mesa
en el restaurante más caro de la provincia y en el lugar más alejado de la
entrada. No quería toparme con ningún conocido del trabajo o del gimnasio. Los
precios de la carta no eran aptos para todos los bolsillos, por lo que no era
probable que nos encontráramos con nadie. Había resuelto poner fin a mi
relación con Sonia. Diez años juntos. Toda una maldita década tirada a un
contenedor de residuos.
La vi llegar
con su sonrisa pazguata, vestida de burbuja freixenet, sin el menor pudor y
dando tropezones con todas las sillas. Sonia y su puñetera manía de no ponerse
las gafas porque dicen que la afean. De la mesa contigua rodó una copa que
empapó a un caballero. Tuve que levantarme a la desesperada para agarrarla por
las manos, sentarla y disculparme con el resto de comensales. Vi mohines de
desaprobación y sentí vergüenza, la verdad. Tanta, que necesité aflojarme el
nudo de la corbata para evitar que mi cara se congestionara y acabaran
reventado mis ojos.../...
Si quieres
continuar leyendo, puedes hacerlo aquí.