Se díce que, a través de los rasgos de la cara, se puede conocer cómo somos las personas... Hoy ¡ por narices!, vamos a ver como influye la forma de nuestra nariz en nuestra personalidad, o viceversa.
El cuento de Pinocho tenía algo de cierto: al mentir nos crece la nariz.
Hay estudios que afirman que, de verdad, nos crece la nariz cuando mentimos... Al mentir, los vasos sanguíneos se llenan de sangre y este proceso hace que al mentiroso le pique la nariz y se tenga que rascar.
La nariz es uno de los rasgos más característicos de cada persona y una de las partes con más personalidad del rostro: no existen dos narices iguales, aunque sí parecidas. Las hay respingonas, chatas, alargadas, aguileñas...
Los antiguos griegos opinaban que la nariz es el símbolo de las virtudes morales de una persona. Muchos fisonomistas afirman que, en ella, están representados los valores personales y nuestras ambiciones:
- Grande: Mucho empuje y energía.
- Pequeña: falta de pretensiones y espíritu autocrítico.
- Fina: irritabilidad y nerviosismo.
- Ancha: despreocupación.
- Larga: Persona que se preocupa por todo.
- Corta: Muy buen humor, al menos en lo aparente.
- Puntiaguda y con el tabique alto: Persona inquisitiva y quisquillosa.
- Recta: Firmeza y responsabilidad.
- Corta y respingona: Persona curiosa y amigable. Cuenta muy poco de su vida, pero quiere saber todo sobre las ajenas.
- Base ancha: Muy leal, muy fiel y muy sensible.
- Base fina: Personalidad desconfiada, siempre en guardia y a la defensiva. Es muy segura de sí misma, pero tiene poca sensibilidad.
- Aguileña: Símbolo de creatividad.
Vayan unos ejemplos...
Nariz respingona:
Indica nobleza a la vez que un carácter inseguro y dudoso a veces. Suelen ser personas con una notable falta de autoestima. Respetuosos y meticulosos, a veces se pasan de generosos (tanto que a veces incluso descuidan sus ahorros). Siempre suelen mostrarse satisfechos y alegres pero les cuesta mucho mantener relaciones sociales, sobre todo en las de pareja. Este tipo de nariz es el que más reclaman a los cirujanos plásticos, tanto que no he encontrado ninguna nariz respingona de "cosecha natural". Ejemplos son: Kalina de Bulgaria o Michael Jackson.
... Sin comentarios...
Nariz huesuda:
Son personas luchadoras y con altos valores y convicciones muy positivas. Pero muchas veces creen que "el fin justifica los medios", cosa que no suele ser muy positiva... Son muy cabezotas y es casi imposible hacerles cambiar de opinión. Intransigentes y rígidos, son también muy fieles. Nariz huesuda era la que tenía (antes de la operación de cirujía) la Princesa de Asturias.
Nariz chata:
Son muy estables y amantes de la tranquilidad y la armonía. Cariñosos, fieles y buenos compañeros, hacen que te sientas mejor que nunca a su lado. El problema es que tienden a deprimirse cuando ven amenazado el equilibrio de su entorno. Les gusta preservar sus amistades y tener una vida ordenada. También suelen ser conservadores, ahorradores y un poco tímidos.
Indica sencillez, algo que incluso roza a veces con el descuido y la falta de interés. Son personas muy buenas pero poco ambiciosas que no suelen luchar demasiado por sus creencias. Reaccionan rápido ante las adversidades y llevan muy bien los cambios, aunque llevan una vida bastante desordenada. Podría ser el caso de Katie Holmes, esposa de Tom Cruise.
Nariz larga:
Las personas con la nariz larga son prudentes, sabios, de buen corazón y honestos. En cuanto a su economía, no les gusta arriesgarse, y huyen de cualquier cambio imprevisto. Tienen éxito en todas aquellas actividades que requieran concentración y constancia.
Fijaos en la longitud de la nariz de Quentin Tarantino.
Fijaos en la longitud de la nariz de Quentin Tarantino.
Nariz clásica o griega:
Es la que nace en la frente y mantiene su grosor equilibradamente hasta la punta. Son excelentes conversadores y tienen la capacidad de poder observar un hecho desde diferentes puntos de vista. Es fácil tener un buen trato con ellos y, por lo general, les suele ir bien tanto en lo social como en lo económico. Pueden llegar a convertirse en gente importante en la vida, a pesar de que muchas veces se muestran bastante ingenuos.
Ese Darek, prodigio de la naturaleza, tendría una nariz de este tipo...
Nariz roja:
La nariz de payaso indica hombría (puede parecer extraño, y la verdad es que lo es bastante...). Son personas que saben disfrutar de los placeres de la vida.
Nariz pequeña:
Una nariz así no implicaría necesariamente perfección. Las personas con una nariz pequeña suelen ser un tanto débiles de carácter y con poca personalidad. Asimismo saben disfrutar de la vida y no dan importancia a las cosas que carecen de ella, por lo que viven una vida menos agobiante. Suelen ser impulsivas e impacientes y, en ocasiones, algo caprichosas. Para nariz pequeña tenemos la del buenísimo Keanu Reves.
Nariz grande y gruesa:
Denota autoritarismo y determinación. Suelen ser personas enérgicas y muy vitales, y generalmente son bastante originales. También indica que la persona es perseverante y que tiene mucha fuerza de voluntad. Así mismo, también suelen ser cabezotas y cuesta hacerles cambiar de opinión, y a veces incluso se muestran algo egoístas. Muestra de nariz grande y gruesa, por excelencia, la de Gerard Depardieu.
Soñar con la nariz.
Si en tu sueño aparece una nariz como la de Pinocho o como la de Cyrano, deberás interpretarlo como un deseo de notoriedad. Tienes tendencia a hablar más de la cuenta, lo que refleja tu falta de confianza. La autoafirmación es una de tus asignaturas pendientes.
Si durante el sueño te sometes a una operación para cambiar la nariz o te ves con una nariz que no es la tuya, indica un cambio de personalidad. No te gustas como eres, no te valoras suficientemente y te dejas influenciar demasiado por la gente que te rodea.
En los niños, un sueño bastante habitual es en el que les crece la nariz como a Pinocho; en realidad, tienen miedo a que sus mentiras sean descubiertas.
Y tú, ¿qué nariz tienes?...