Tras casi dos meses he vuelto a casa... ¡mi caaaaasa!. Todo (lo de la casa) lo tengo "manga por hombro", pero mis ganas de retomar este blog hacen que me permita la licencia de dedicarme hoy a él. Gracias a los que habéis estado paseando por aquí. Aunque aún tardaré un poco en ponerme al día vuelvo con muchas ganas... ¡¡¡¡Towaaaaandaaaaaaaaaaa!!!!
Ahí va la segunda entrega de esas frasecillas que, con tanta frecuencia, forman parte de nuestro hablar diario.
Andarse con chiquitas:
Buscar pretextos, subterfugios; usar contemplaciones o rodeos para eludir medidas u obligaciones. En este caso, chiquitas equivale a "menudencias".
Dí que sí tío grande... ¿para qué vas a a andarte con chiquitas?
Cuando se tiene una duda ante un hecho trascendente, es aconsejable no hacer nada, para evitar cometer un error irreparable.
¡Ni lo intentes!
Armado hasta los dientes:
Estar alguien excesivamente armado, tanto que lleva armas incluso en los dientes, a la manera de los antiguos piratas y corsarios que, durante el abordaje a las naves enemigas, y para tener las manos libres, llevaban puñales en la boca.
No siento las piernas... ¡Díos mío, las piernas!..
Transigir en algo, deshonrosamente; claudicar, como si realmente uno se bajara los pantalones para quedar a merced de otro, sin poder movilizarse.
...¡Cuánto de ésto estamos viendo últimamente!...
Cada maestrito con su librito:
Frase usada para justificar la disparidad de criterio en el cumplimiento de un mismo objetivo. En la vida, todos tenemos un método para desarrollar nuestras actividades.
Método muy poco ortodoxo... y un pelín asqueroso.
Es una expresión muy usada cuando se trata de un encuentro inesperado de dos o más personas en un lugar o cuando alguien se entera de una noticia en un sitio al que no se sospechaba que pudiera llegar la novedad.
¡¡¡¡Ostras!!! ¿quién eres tú?...
Desahogarse con alguien, diciéndole lo que se piensa, aun cuando moleste al destinatario. El origen es el juego de naipes conocido con el nombre de "tute", en el que se llama las cuarenta al número de puntos del que reúne el caballo y el rey de un mismo palo, lo que motiva que su poseedor esté obligado a "cantarlas".
Cuarenta en bastos...
¿Queeeeee?
Ha corrido mucha agua bajo el puente:
Significa que ha pasado mucho tiempo. Como el agua corre debajo de los puentes desde tiempo inmemorial, se compara el paso del tiempo con la cantidad de agua que ha corrido por ese lugar.
¿Quién te ha visto y quién te ve?...
Disimular, tratar de pasar inadvertido.
No comments
Hoy por ti; mañana por mí:
Frase que se usa a manera de acuerdo espontáneo y por la cual el que solicita ayuda de alguien, promete retribuir el favor de la misma manera cuando le sea requerido.
¡Verás cuando lo vea colgado en Facebook!. No hay nada como la amistad...
Hacerse agua la boca:
Es por todos sabido que la presencia de un manjar apetitoso no sólo despierta el deseo de saborearlo, sino que activa de manera automática la secreción de las glándulas salivales, ubicadas en nuestra boca. Tanto es así, que a veces, la sola mención de un plato determinado es suficiente para producir ese efecto; y lo mismo sucede cuando estamos presenciando una película o un programa de televisión y en la pantalla se nos presenta un delicioso platillo: automáticamente, nuestras glándulas salivales comienzan a secretar su líquido.
A mí se me quedó seca la boca ante tamaña inmensidad.
La noche se hizo para dormir:
Frase alusiva a la conveniencia de aprovechar las horas de la noche para descansar, para luego no andar durante el día padeciendo las consecuencias de haber trasnochado.
"Si bebes, no condiuscas..." (Stevie Wonder)
Hacer trampa, tratar de engañar a alguien, con una treta. El origen de la frase se remonta a la época en que los cargamentos de cereales y forrajeras se trasladaban en mula y, cuando llegaba el momento de pesar la carga, el productor o su representante introducían en la balanza -además del cargamento- la mula que lo portaba, para así aumentar el peso total.
¡¡¡¡Cuidado con ese torero que te mete la mula!!!
Una de las frases más veraces de esta selección, por la cual se justifica la falibilidad del ser humano que, por más que se considere sin defectos, siempre habrá de demostrar que no es perfecto.
¡¡¡Cómo te vea la Ministra de Sanidad!!!
Ojo por ojo, diente por diente:
Fórmula de la Ley del Talión (Éxodo, XXI, 24) por la que se insta a la venganza.
Ojo al cuadrado
Tener mal carácter, no soportar nada que lo incomode. La expresión surge de la idea de que nadie se aguanta la presencia de pulgas en su cuerpo por pocas que sean.
¡¡¡Angelito!!!
Y eso es todo por hoy…