Aprovecho esta tribuna virtual para plasmar qué me importa y de qué manera me afecta... No siempre serán cosas agradables y es una pena. Además os contaré cuentos para dormir o para despertar; unas veces relatos cortos y otras, más largos. Las risas están aseguradas y espero y confío en poder crear un clima agradable, para tod@s aquell@s que decidáis quedaros a conversar. Besos por adelantado de un alma, presuntamente, "gamberra".
17 febrero 2014
La reina yerma
Había sido repudiada por no haber podido engendrar al heredero. Los consejeros del monarca, los cortesanos y el galeno real consideraron su infecundidad una cuestión de Estado. «Repudiadla, majestad, es yerma…». Así fue desterrada a una mísera cabaña en los confines del reino.
De inmediato, se ordenó un nuevo matrimonio para el monarca. La elegida, una enigmática joven emparentada con los más ilustres nobles. En dos semanas se celebraron los esponsales y siete meses después parió un niño…
La esposa estéril supo del alumbramiento y, abandonando cualquier esperanza de que el soberano dispusiera repatriarla, claudicó en los lechos de contumaces pretendientes. Al poco tiempo quedó encinta. Tras la confusión inicial, sobrevino la ira…
Coincidiendo con el baile de disfraces de palacio, se presentó ante todos con su hijo en brazos dispuesta a resarcir su honor. Cuando el soberano los tuvo delante sobraron explicaciones. Ambas figuras narraban la historia del engaño…
Una a una, fueron rodando las máscaras de los instigadores, junto a sus sesgadas cabezas. El monarca, reo de cobardía y sabedor ahora del fraude, no se atrevió a pedir perdón a su reina, tan solo, arrodillado, ansió besar su sombra mientras ella le daba la espalda con orgulloso donaire.
Este micro es mi apuesta de febrero para ENTC. El tema son las máscaras... como llega Carnaval.
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Con un par la reina repudiada, un cobarde y sus cortesanos quedaron en evidencia, y lo pagaron.
ResponderEliminarPero que bien escribes, !RELECHES!!!
Muchos besos requeteguapa.
Hola, Sau.
EliminarLos tenía bien puestos, ole y ole por ella.
Gracias, canillas al aires.
Un besazo.
Hola guapa , muy bonito el relato de hoy y muy merecido final , lo malo es que le tenian que cortar a el la cabeza. Jajaja te deseo mucha suerte cariño , besos de flor.
ResponderEliminarHola, Flor.
EliminarPero a él no se la podían cortar, al menos, de momento... era el rey.
Gracias, guapa.
Besos.
Parece un pequeño cuento como los de antes: de reyes y príncipes. Me gusta ese lenguaje.
ResponderEliminarBesos!
Hola, Caminante.
EliminarJajajaja, pero creo que en algunas palabras me he pasado porque -intentando buscar el lenguaje de la época- resulta que no se entiende. ¡Me cachis!
Gracias, besos y abrazos.
¡Cómo que no se entiende! ¡Pero si lo he entendido hasta yo! jajaja
EliminarCaminante, eres una crack, jajajaja.
EliminarIngenioso, interesante y espléndido texto...
ResponderEliminarBesos
Hola, María.
EliminarGuau, gracias, pero no creo yo...
Un besazo.
Salimos favorecidas. Bonito cuento bien montado y con un lenguaje quasi de aquellos tiempos. Un abrazo y un aplauso
ResponderEliminarHola, Ester.
EliminarSe acabaron las protagonistas que sufren, ahora nos toca ganar siempre... siempre que se pueda.
Gracias y saltibrincos.
Una apuesta con tinte de cuento, con un lenguaje cuidado y un final rotundo. Muy bueno, Towanda. Te deseo mucha suerte, guapetona.
ResponderEliminarBesos mil
Hola, Filias.
EliminarUn final cortado a su medida por cabrito.
Besos y graaaacias.
Vamos, que la nueva le puso unos reales cuernos que querían rasgar el cielo (entiendo). No entiendo bien lo de las máscaras de los conspiradores ni la expresión "reo de cobardía" (serán cosas mías fijo, que estoy algo turbio en mis adentros). Suerte, Tow.
ResponderEliminarHola, Ángel.
EliminarPor supuesto son errores míos...
El tema iba de máscaras y (en mi cabeza) imaginé una conspiración para desterrar a la reina (con la escusa de la infertilidad) y colocar a otra más afin a los instigadores. Está poco claro, la verdad.
Lo de "reo de cobardía" han sido ganas mías de buscar lo retorcido para llamarle cobarde; otro fallo.
Tú no estás turbio, ¡coballa de mi vida!, que vales más que las pesetas.
Un beso y gracias.
PD: He cambiado conspiradores por instigadores... no sé si quedará más claro.
Tú sí que vales, y además eres un encanto, no como uno que es un tiquismiquis tirando a sieso, jaja. Repito: suerte, chavalota, que te lo mereces.
EliminarBesazo.
Hola, Ángel.
Eliminar¿Sieso tú? De eso nada... Vamos, por si hubiera alguna duda, lo desmiento categóricamente.
Unos besos y, como siempre, muy agradecida por tu visita que es una alegría para esta casa.
El triunfo de la verdad. El tiempo pone a cada uno en su sitio.
ResponderEliminarHola, Marcos.
EliminarPues sí, aunque tarde.
Un abrazo.
Precioso, lo has perfilado de tal manera que "esa espalda con orgulloso donaire" me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso preciosa
Hola, María Pilar.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Gracias y unos besos.
Magnifica historia, llevada con estilo
ResponderEliminarAbrazos
Hola, Lapislazuli.
EliminarY con final feliz.
Gracias, guapa.
Besos.
uy me conmovio , te mando un beso y te me cuidas. Te deseo una linda semana
ResponderEliminarHola, Citu.
EliminarPobrecita. Prometo cuidarme que estamos a martes.
Gracias.
Un besazo.
Encima de tonto, estéril, anda que no le vino biné el repudio a la ex-reina, que le quiten lo bailao... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Hola, Genín.
Eliminarjajajaja, bien dicho.
Un beso, guapetón.
Me gusta mucho el ambiente con que rodeas la historia, muy lograda la narración.
ResponderEliminarSin embargo no entiendo en el último párrafo, los conspiradores y el fraude...(qué fraude, ¡¡¡si él no consiguió preñarla!!!)
Perdona preciosa, no te enfades... vale?
Un beso enorme.
Hola, Rosy.
Eliminar¡Cómo me voy a enfadar! El fraude pudo ser haber repudiado a una mujer por estéril sin serlo, el ser un pelele y dejarse influir por los cortesanos, el médico, los asesores... Creo que cuando la vio con el niño en los brazos empezó a cuestionarse los siete meses de gestación de su heredero... Y le empezó a doler la cabeza.
Jajajaja, se ve -lo veo- que no lo dejé claro.
Un beso el doble de grande.
Espero que no sea autobiográfico.
ResponderEliminar:P
Besos.
Hola, Toro.
EliminarHas dado en el clavo... ¡Calla, si eres un hombre piadoso! No me pongas en boca de todos.
Besos.
Rey yermo y pitonudo.
ResponderEliminarGrande, amiga.
Cuentón
http://loscuentostontos.blogspot.com.es/
Hola, cuentón.
EliminarAsí es, no siempre iban a ser las mujeres las culpables.
Besos.
Te ha salido redondo el micro, excelente, mi enhorabuena , ese niño de siete meses, jejej que iluso, jejej. le esta bien empleado por repudiar a quien lo quería.
ResponderEliminarUn aplauso muy grande. te lo mereces.
Puri
Hola, Dulci.
EliminarMenudo iluso. Los tíos (algunos) son así de bobones, para que luego digan de nosotras.
Un beso y muchas gracias, resalá.
Ya te leí en ENTC, compañera, y me vine a cotillear en tu casa.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Hola, Juan M.
EliminarPues gracias, majete.
Un besazo.
Hizo bien en no humillarse para que la perdonase, al fin y al cabo el culpable fue él, jajaja y la otra a los siete meses.... jejeje
ResponderEliminarMuy bueno
unos besotessssssssss
Hola, sabores.
EliminarHombre, por supuesto, orgullo y dignidad hasta el final. Jajajaja, a este rey se las dieron con queso.
Besos, guapa.
Gracias,.
A veces por un orgullo tonto se pierden historias muy hermosas, que razón llevaba ella, pero vamos, no sé...
ResponderEliminarBesotes artista!!
Hola, ion.
EliminarAsí es, amiga mía. Por orgullo y por hacer caso a gentucilla de malas calañas.
Ella tenía la razón y la verdad.
Gracias, bonita.
Unos besos.
.... Como un cuento.... La foto muy chula.... Un abrazo desde Murcia.
ResponderEliminarHola, alp.
EliminarSí, como un cuento de intrigas palaciegas.
Un beso y muchas gracias por venir.
Hola Towanda, como ya te dije en ENTC, tu micro me parece magnífico. Un beso
ResponderEliminarHola, conchagr.
EliminarGracias, bonita...
Un beso para ti.
Simplemente genial...Como siempre me sorprendes con el final. Vaya forma de querer desembarazarse de la reina.
ResponderEliminarBesote guapa
Hola, docotorcito.
EliminarUna forma burda, podía haber sido más elegante pidiéndole un cese provisional de la convivencia o algo así, pero no...
Gracias, amigo.
Un abrazo.
Towanda, hoy nos ofreces un cuento de los de antes. Esta apuesta para el mes de febrero, es muy buena. Me ha gustado mucho y sobre todo, el mensaje.
ResponderEliminarSuerte y enhorabuena.
Besicos muchos.
Hola, Nani.
EliminarEsta vez lo intenté al modo clásico de los cuentos, si no funciona buscaremos nuevas formas... No hay problema y tenemos mucho tiempo porque aún somos muy jóvenes.
Besos, bonita.
Gracias.
Me parece un cuento encantador, con sabor a los que me contaban en mi infancia.
ResponderEliminarUn relato con mensaje y un sorprendente final.
Te deso mucha suerte.
Besos
Hola, María José.
EliminarMe alegro mucho que te traiga recuerdos tan bonitos.
Gracias por tu comentario.
Unos besos muy fuertes.
Buen golpe, Zum, jajajaja.
ResponderEliminarO de como se la pegan al rey. Lo que narras a modo de leyenda ha ocurrido en más de una ocasión. Suerte. Mujer brava.
ResponderEliminarHola, Ximens.
EliminarYa lo creo que ha ocurrido y en muchas ocasiones.
Molan esas mujeres con carácter, ¿a que sí?
Besos.