Aprovecho esta tribuna virtual para plasmar qué me importa y de qué manera me afecta... No siempre serán cosas agradables y es una pena. Además os contaré cuentos para dormir o para despertar; unas veces relatos cortos y otras, más largos. Las risas están aseguradas y espero y confío en poder crear un clima agradable, para tod@s aquell@s que decidáis quedaros a conversar. Besos por adelantado de un alma, presuntamente, "gamberra".
06 junio 2015
Recaída
Cuando se despierta, adora contemplar a Roberto durmiendo en la cama. Pero hoy no ha sido así. Su traje no colgaba del perchero. Quizá madrugara. Canturrea hacia la ducha. Tampoco está su albornoz. Se sorprende. El agua brota fría. Suena el móvil. Coge una toalla y avanza descalza. Cuelgan. Número oculto. Bufa. Decide telefonearle. Busca en la agenda. No hay “robertos”. Maldice; no recuerda el número.
En el clóset, una caja de pastillas intacta. Sonríe. Extraña el gel de afeitado, su loción, la gomina. Tiembla. Acude al dormitorio. Abre el guardarropa. Faltan camisas, el abrigo, pantalones… una maleta. Corre al salón. No encuentra los discos de vinilo. Anda y desanda el pasillo aturdida. Decide no ir a trabajar. Ovillada sobre las baldosas enciende un pitillo. Lo había dejado. Su lengua lametea los rosados queloides de sus muñecas. Le alivia. Repara en el álbum de fotos del verano: ella paseando. Ella tomando un helado. Ella riendo… Ella sola. La angustia se hace densa en su cuello. Marca el teléfono de su madre. Le dice que Roberto se ha ido y que alguien lo ha borrado de todas sus fotografías.
Al otro lado, una mujer cubre su boca y llora. Han regresado.
Mi participación mes de junio, tema monstruos, ENTC.
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Hola guapa , yo estoy como la tía del teléfono ... Y es que la foto da como un poco de miedo , dios que cara jajajaja mejor ni lo invitó a dormir a mi casa , que habrá sido del pobre Roberto ? Besos de flor .
ResponderEliminarHola, Flor.
EliminarDa miedo, ya lo creo. Es un tema complicado, muy complicado.
Un besazo gigante
Hay la foto me da miedito,abrazo.
ResponderEliminarTranquila, que solo es una foto.
EliminarVolvió a su mundo, posiblemente no fuera el de los cuerdos aunque nadie sabe quien lo es.
ResponderEliminarMuchos besos campeona.
Hola, Sau.
EliminarQuién es cuerdo y quién no? Estoy contigo.
El tema de la enfermedad mental es algo desconocido, rechazado socialmente y que angustia al que la sufre y a sus familias.
Un besazo.
¿Han regresado?
ResponderEliminarQuienes,¿ los ataque de locura?
Creo que no lo he pillado bién, pero lo que si está claro es que la pobre está un pelín piradilla ¿No? :(
Besos y salud
Hola, Genín.
EliminarBueno, el tema va de monstruos. En este caso son los monstruos de una enfermedad mental cuando se deja de tomar la medicación.
Tienes razón, no está muy claro.
Besos y salud.
Me gusta. Está hecho como a hachazos con esas frases breves, tajantes. Y te juro por lo más sagrado que he tenido que buscar "queloide" en el diccionario. Un besazo, Tow.
ResponderEliminarHola, Ángel.
EliminarSi has tenido que buscar "queloide" es porque -y apuesto mi reino- no has entrado mucho en un quirófano.
Quizá debí poner otra palabra, lo admito, pero quería huir de "cicatriz", "corte" u otras similares.
Un besabrazo y muchas gracias por comentar.
Wanda un relato construido con un argumento complicado, ella vive en su mundo y descubre que la realidad es otra. Lo de los queloides es un puntazo, desconcierta a personal, yo entre ellos, tuve que ir al diccionario para saber que significaba.
ResponderEliminarUna duda sobre el texto: el último párrafo no lo entiendo, porfa quién es esa mujer que aparece en escena
Un abrazo grande amiga.
Puri
Hola, Puri.
EliminarPrimero, muchísimas gracias por venir.
Segundo, la mujer del otro lado es su madre a la que llama por teléfono. Ya sabes que el número de teléfono de una madre, nunca se olvida.
Tercero, me he columpiado con lo de los queloides. Pensé que era una palabra más conocida. Todo mea culpa.
Un beso grandísimo, guapa.
Impactante guapa. La madre sabe lo complicado que es la vida de la chica del relato.
ResponderEliminarLas enfermedades mentales tienen su aquel. Los queloides lo demuestran.
Como siempre genial
Besote
Hola, doctorcito.
EliminarLos queloides dicen mucho del sufrimiento de estas personas al igual que las familias.
Como siempre, gracias.
Un abrazo grandísimo.
Me da que Roberto, sólo existió en su mente, pfffff, da repelús...
ResponderEliminarBesotes crack!
Hola, ion.
EliminarMe da que también.
Un besazo para ti y mi gratitud siempre por delante.
Hola guapetona.
ResponderEliminarCoincido con los compis en lo de los queloides. Más o menos se intuye qué quieres decir, pero la palabreja desorienta y te saca del relato (que por otra parte te ha quedado de lujo, bandida, cómo te manejas con las intrigas y lo sobrenatural). Me ha gustado mucho el enfoque que le has dado a la enfermedad mental. Como siempre, un placer leerte.
Miles de besos.
Hola, Izazkun.
EliminarFíjate que, en casa, por circunstancias que no vienen ahora al caso, hablamos mucho de queloides... Es un término habitual entre las personas que han sufrido numerosas operaciones. Debí replanteármelo, así que eror mío colocar esa palabra y no otra más clarificadora, ¡mea culpa! insisto.
Por lo demás, muchísimas gracias, reguapa.
Un beso enormísimo.
Verdaderos monstruos son... Y cuesta comprenderlos, cuesta entenderlos... Qué frágil es la mente... Un gran relato! Y una imagen de miedo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola, Margari.
EliminarYa lo creo que cuesta entender que tu propia mente te juegue malas pasadas, pero sucede y crea rechazo precisamente por su desconocimiento.
Un beso muy grande y muchísimas gracias.
Uy pobre chica entre adiciones y miedos parece que nunca sera feliz. Me ha encantado tu entrada te mando un beso
ResponderEliminarHola, Citu.
ResponderEliminarYo le doy una esperanza si vuelve a tomarse su medicación. Confío en que lo haga.
Gracias, guapa.
Un beso.
Una alegría volve a leerte Towanda. El relato es precioso a pesar del escalofrio que me ha dado al llegar al final. Pero como siempre, es un placer leerte.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Hola, Nani.
EliminarGracias, guapa. Ya sabes, el tiempo que nos quita de hacer cosas que nos apetece.
Un beso grande para ti también.
Cuando se anda medicado de algo que te ha surgido la cabeza anda dando tumbos de aqui para allá. Presumo que la imagen de Roberto solo existió en su cabeza y en su locura.
ResponderEliminarLa foto está mazo de guapa jejeje
Besotessssssssss
Hola, Sabores.
EliminarCreo que presumes bien.
La foto es escalofriante. La original es en color y yo le he dado unos toquecillos con photoshop para hacerla más terrible.
Besotes.
Precioso!! me ha encantado, incluida la foto. ;-)
ResponderEliminarUn micro muy sugestivo, lo de los queloides, lo he supuesto por contexto, pero en el diccionario de la RAE no sale, en la Wiki si.
ResponderEliminarUn saludo
Esto confirma que hay monstruos horribles que no se ven... ¡Mucha suerte! Un besico.
ResponderEliminarAgradecido por tu entrada a mi blog de fantasias
ResponderEliminarMuchas personas tienden a optar por sustituir su trabajo, su pareja y sus amigos. Pero ni se te ocurra pensar en cambiar a sí mismo.
ResponderEliminarGuau, has creado un relato que transmite una inmensa angustia... Nos dejas sobrecogidos...
ResponderEliminarUn abrazo