Nos lamentamos, hipócritas,
de no haberlo visto venir. Ningún miembro del equipo médico
entendimos las señales y optamos por recetarle fármacos. Esos sueños
angustiosos con la muerte visitándole en forma de atún o ese impertérrito olor
a pescado debieron prevenirnos del fenómeno…
El hedor a descomposición alertó a los vecinos, que pusieron el asunto en
manos de las autoridades. La policía emitió tan solo un breve comunicado en el
que constataban que, en el domicilio del desaparecido, fue hallado un pez de
enormes proporciones a pocos metros de una jarra de agua y de un blíster vacío
de pastillas.
Los padres continúan inundando el barrio de carteles.
buen micro relato que me deja una duda. El sujeto se volvió un atún gigante; era una especie de Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, o el pececito de su pescera creció demasiado hasta el punto de poder comerse a su dueño?.
ResponderEliminarHola, Eduardo.
Eliminar¿Quién sabe lo que pasó?
Cualquiera de las cosas que dices tú como explicación pudo ser...
Unos abrazos.
Me parece un relato rodeado de fantasía, de esa que cuando acabas de leerlo te hace dudar si realmente existen los niños pez. El final deja espacio para ser víctima de la empatía que te crea el personaje y desearle mejor suerte. Me gusta mucho pasear por los mundos que con tanto acierto nos cuentas. Mucha suerte para el próximo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Juan Antonio.
EliminarCreo que los niños pez existen y también las hadas y los personajes mágicos de los bosques.Si perdemos ese tipo de sueños lo perdemos todo.
Gracias, como siempre, por tu amabilidad, pero ahora te tengo que FELICITAR por tu éxito en la mensual. Te voy a hacer la ola virtual...
¡Ese JuanAn como mola, se merece una ola..!
Me alegro muchísimo, ya invitarás cuando ganes el anual.
Unos abrazos, besabrazos y abrazotes.
Jaja muy bueno, Towanda. Otra vez que tenemls algo en común con relatos. Si la semana pasada emparejamos a nuestros ancianitos, qué tal una boda entre un pez y una mantis? Me ha encantado, y también el toque de tragedia de esos padres que buscan a su hijo. Seguro que era Piscis, como yo y creo que tú también. Espero que al menos no cenasen atún a la salsa verde. Oye y estás segura de que no ha sido finalista?? Qué raro, se les habrá traspapelado entre tanto lamento hipócrita. Un abrazo de tritón.
ResponderEliminarHola, Loren.
EliminarSe ve que estamos en sintonía microcuentiana piscigófaga y eso es bueno. Este iba a ser un homenaje a todos los piscis del mundo, pero se ve que no ha hecho gracia, jajajaja.
No lo logramos, Loren, no nos llaman ningún miércoles o martes o cuando llamen, pero que se fastidien que lo vamos a seguir intentando.
Besotes de vuelta.
Que relato tan fantástico, y en todos los sentidos. Nadie lo supo ver, pero claro es que tampoco era fácil.
ResponderEliminarImaginación desbordante, como siempre.
Besos y a por el próximo rec.
Hola, Asun.
EliminarNadie lo supo ver y me extraña porque era tan evidente... A veces, los médicos no tienen todas las claves.
Un besazo y gracias.
A por el próximo.
No se que pensar, no se quien se tomó las pastillas, no se si el atún era la muerte que se había suicidado, no se porque se ofrece esa recompensa tan poco común. ya no se ni que voy a cenar.
ResponderEliminarHola, Ester.
EliminarNi yo tampoco lo sé, querida saltibrinca, jajaja.
No se porque me he ido antes de dejarte unos saltibrincos y abrazos
ResponderEliminarAy, Ester, qué mal tenemos las cabezas.
EliminarBesos, bonita.
Es que era un diagnóstico complicaíllo, ja,ja,ja. Me encanta tu mente, y , mira, me has dado ganas de comer atún.Muy diver, Tow. Venga, que ya estás cerca...Besos marinos.
ResponderEliminarHola, Salamandra.
Eliminar¿Te han dado ganas de comer atún? Me encanta tu papo, jajajaja.
Tenemos que intentarlo otra semana más, ¡a por ellos, Eva!
Besos y gracias, guapa.
Que le hagan la autopsia al pez.
ResponderEliminarCambiaré de pescao, que me da que pensar...
Besotes muchos.
Hola, ion.
EliminarHaces bien. Yo no vuelvo a comer atún en mi vida.
Besotes de vuelta, guapetona.
Supongo que el boca a boca no soluciona nada
ResponderEliminarHola, Noel.
EliminarEn este caso no soluciona mucho.
Besotes, señor escueto.
Pues lo que si parece evidente es que sueño o pesadilla, se hizo realidad.
ResponderEliminarBuen relato Towanda, muy imaginativo, que también cuenta.
Un saludo.
Hola, Alfonso.
EliminarEso es lo único cierto de todo esto.
Un besazo y gracias.
Pues la verdad es que yo no me aclaro... :(
ResponderEliminarBesos y salud
Hola, Genín.
EliminarVenga ya, abu. Tú tienes más sabiduría que todos nosotros juntos.
Si me invitas a comer te lo cuento mejor.
Unos besos.
Uy pobre, le paso de la metamorfosis, pero se convirtió en atún y no en cucaracha. Buen relato. te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarHola, Citu.
EliminarEso es, mi querida amiga, eso es.
Un beso y tú también, cuidate mucho.
Entre besugos y merluzas acabó el relato.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Toro.
EliminarUy, uy, uy ¿por qué eliges besugos y merluzas? Ya me tienes puesta a maquinar.
Gracias, bonito.
Me ha encantado el relato. Raro, de los que a mí me gustan. :D
ResponderEliminarBesos
Hola, Henry.
EliminarGuau, me alegro mucho, gracias.
Unos besos.
Bueno pues a lo mejor fueron las pastillas lo que le convirtieron en pez por algun raro procedimiento o efecto secundario jejeje
ResponderEliminarbuen relato niña unos besotes
Hola, Sabores.
EliminarBien visto. Quizá fuera eso...
Un besotazo y gracísimas.
Pobre José Atunio.
ResponderEliminarHola, Cuentón.
EliminarJajajaja, pobre, pobre.
Un beso.
El cambio era inevitable...Lastima que no supimos verlo
ResponderEliminarBesote guapa. Increibles como siempre
Hola, doctorcito.
EliminarMenuda lástima, si estaba claro por qué no lo vieron.
Gracias y unos besos.
Creo que tienes a las musas de tu lado, me imagino que le darás muy bien de comer. aunque seguro que no le pones atún para cenar.
ResponderEliminarMuy bueno el micro, como siempre estás pletórica de ideas.
Besitos .
Puri
Hola, Puri.
EliminarNo te creas que las tengo a dieta para la operación bikini. Lo cierto es que no soy mucho de atún, jajajaj.
Gracias y muchos besos.
Me gusta tu Big Fish, lástima que no alcanzara el río.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola, Miguel.
EliminarEs cierto. Una lástima, roguemos por él.
Abrazos para ti, también.
Bonito Twanda, esa cabeza llena de imágenes surrealistas, casi absurdas sin necesidad de que busquemos el hilo narrativo te va llevando, casi nadando del principio al final.
ResponderEliminarY que no vuelva a ir a los médicosss.
Hola, Monte.
EliminarTe vas a pensar que es surrealista, pero y si te digo que es cierto y que es un caso real... ¿qué me dirías?
Unos besos y gracias.
Qué pena que no volviera al mar. Original y onírico. Me ha gustado mucho. Besos
ResponderEliminarHola, concha.
EliminarUna pena muy grande, yo estoy rota de dolor.
Gracias.
Besos.
Un buen intento, Tow. Quizás muy explicito para los del Rec. Estos médicos leen poco.
ResponderEliminarHola, Ximens.
EliminarQuizá, no te digo yo que no. ¿Qué le vamos a hacer? Pues intentarlo para la próxima semana.
Gracias, vecino.
Unos besos.
Pero se convirtió en pez, o el pez se lo comió? El pez se mató tomando las pastillas? Uys, que esta vez me entero de poco...
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola, Margari.
EliminarCreo, que no lo sé seguro, que lo primero que dices puede ser lo correcto.
Besotes y gracias.
La metamorfosis Franz Kafka. Pobres padres y pobre pez sin estar metido al menos en una gran piscina. ¡Que imaginación tienes Towanda, me ha encantado, felicidades!!
ResponderEliminarsuerte para la próxima.
Besicos muchos.
Hola, Nani.
EliminarPobres padres, nadie se acuerda de ellos, me cachis.
Gracias, bonita.
Un beso muy grande
Hola, Zum.
ResponderEliminarEs una cita fantástica que no conocía y que te agradezco mucho.
Un abrazo.
Towanda me ha gustado muuucho!! estos micros surrealistas pero tan redondos me encantan! Perfectamente lógico dentro de su "irrealidad". Genial. Esta semana me has gustado mucho, mucho!
ResponderEliminarSuerte la próxima!
;)
Y ¡otra vez nos sorprendes con tu imaginación surrealista! Interesante, Towi, muy interesante...
ResponderEliminarBesotes
Hoy día, la única asignatura que dominan los médicos es la de recetar píldoras. Towanda, me gusta esta historia que mezcla lo psicológico con lo fantástico. Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Buen micro. Me queda una duda ¿Que pez era?
ResponderEliminarBesazo
Muchacha, y ese 6969 jajajajaja no sé yo en qué pensabas cuando pedías la recompensa!!!!
ResponderEliminarMuy bien condensado, Towanda, recuerdo que ya me gustó Mucho entonces, creo...
Un besazo, microrrelista, hay que ver, qué bien y qué buena me has salido.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBastante lùgubre y mìsitico tu relato, pero magnìfico!
ResponderEliminarComo decìa Aldous Huxley en su obra "El Mundo Feliz", que la ctividad principal de este mundo para resolver la problemàtica de la infelicidad serìa tomar un narcótico que se llamarìa soma, una droga que lleva al usuario a la "eternidad lunar", es decir, un escape de la realidad. donde ya no habrìa tristeza, ni desdicha!
Un burdo maquillaje realmente, y que al igual que tu relato, muchas personas han quedado atrapados y adictos al soma, cuyo final friamente terminan como tu magistralmente lo has narrado . .
Besos bonita
con todo cariño!
Jjajajaja vamos a ver ese tipo que clase de pececillo tenia en su cada una ballena jorobada o qué? un relato muy bueno , me a gustado mucho , besitos de tu amiga Flor.
ResponderEliminarPerdón quise poner casa , jajajaj very sorry .
EliminarQue penita me dan estas cosas.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Antonio.
EliminarNo te apures que es solo una locura.
Saludos.
A veces no queremos ver lo que hay que ver por miedo de que se nos habrán los ojos demasiado. un abrazo.
ResponderEliminarHola, Sheol13.
EliminarSuele pasar. A veces no prestamos atención a los síntomas y luego las historias nos sorprenden.
Así es la vida.
Un abrazo.
Kafkiano que te cagas, Tow.
ResponderEliminarUn besarrón.
Hola, Ángel.
EliminarBesarrón de vuelta para ti.
Que voy como las motos...
Fantasía trágic. Creo que el protagonista era primo de Gregorio Samsa y con esa genética todo es posible.
ResponderEliminarSiempre logras dejarnos colgados de tus micros después de haberlos leído.
Un beso Towanda.
Hola, María Pilar.
EliminarCreo que sí lo era.
Gracias, reguapa.
Unos beso muy grandes.
Hola, José María.
ResponderEliminarBienvenido.
Abrazos.