21 noviembre 2010

"Encantada de conocerte" (2ª parte y fin)

Avisé a la familia sin entender muy bien qué era lo que había pasado. ¿No dijeron que era un sarpullido? ¿quizá gastroenteritis?. Las carreras fueron contínuas por los pasillos durante horas. Médicos con aspecto serio entraban y salían sin decir nada. ¿Qué era realmente lo que había pasado?. ¿Una alergia?, ¿deshidratación?...

Dos, tres o cuatro horas después nos dieron el diagnóstico. No soy médico ni entiendo su argot pero, de entre toda la verborrea técnica que salió por la boca de dos doctores, entendí la gravedad con solo escuchar dos palabras: "septicemia... coma".

En los dos días siguientes no hubo variación: Estado crítico. 

Pensé hasta en "hacer un pacto con el d...... ". Le hubiera vendido mi alma si sanabas porque, en este punto de la historia, ¡vivía por y para ti!. El resto del mundo me había dejado de importar. Cosas como comer, dormir, peinarme o salir habían pasado a un segundo, tercer o cuarto plano. Sentía que me ahogaba. Solo podía entrar dos veces al día a visitarte, una por la mañana y otra por la tarde y tan solo media hora... No era suficiente.

Fueron tres meses agotadores pero ¡lo superaste y con nota!. Saliste de la Unidad de Cuidados Intensivos diciendo: "¡Mamá, lo hemos conseguido". 
Eras una gran luchadora y lo sigues siendo. Cada vez que la vida te pega un duro revés, levantas el puño y le marcas un derechazo para dejarla KO. ¡Cuánto te admiro y más aún cuánto te amo!.

El año siguiente fue de recuperación. Lo pasaste en silla de ruedas, sin un mal gesto para nadie, con alegría... ¡Increíble!.

A pesar de que hemos pasado juntas muchos momentos malos, o muy malos, estoy encantada de haberte conocido, ya que los momentos buenos, han sido... ¡extraordinariamente buenos!.

Esta es, a grandes rasgos, una pequeña parte de la historia de mi hija menor. Vino al mundo a los poco más de ocho meses de gestación, en el mes de febrero. En esos días a las puertas de la clínica, en que nació, una persona murió en la calle "como un perro" porque le fue negado el auxilio... otra historia dura que requerirá otro tiempo y otro espacio.


Hoy tiene 19 años (dieciocho meses menos que su hermana mayor) y estudia 2º de Filosofía. En este punto no compartimos demasiadas cosas, dígo en lo que se refiere a la Filosofía, que recuerdo como asignatura insufrible. Su hermana, ¡ vamos, mi hija mayor!, la que comenté que no hablaba mucho de chiquita, es ahora una excelente conversadora.

Es una "gran" chica. Esa pequeñita de apenas dos kilos y medio es ahora una auténtica mujerona.

Nació con una discapacidad física de la que nunca fui avisada por mi ginecólogo. Es una persona maravillosa que intenta día a día sortear las barreras que la sociedad "impone" a las personas como ella. También aprende a diario a tropezar con barreras humanas que son las más duras. Creo que es feliz.

Me he permitido publicar esta parte de su vida porque muchas de esas vivencias aunque, sea un "poquito", me pertenecen también a mí y he querído contar al mundo lo especial que es.


Aunque lo haya repetido varias veces a lo largo del texto, no me canso de decir lo contenta que estoy de haberle conocido y de darle las gracias por todo lo que ha aportado, aporta y va a seguir aportando a nuestra familia.

 

 La foto está tomada de relatosdeesperanza.blogspot. Gracias.

35 comentarios :

  1. Jo, me has emocionado muchísimo. Sólo sé la versión del amor hija-madre, estoy deseando comprobar el de madre-hija. Me encanta esa relación tan fuerte entre una madre y su descendencia. Para mí, mi madre es lo más importante de mi vida, a los demás los encontré en la calle. Creo que ella también siente lo mismo que tú, seguro que está orgullosa de ti y te dará las gracias miles de veces por ser su madre y estar ahí siempre.

    Me alegra poder conocer un trocito de ti y tu hija. Mi enhorabuena a esa chica por ser una auténtica luchadora y echarle ovarios a la vida, no es nada fácil.

    Creo que dejaré de ser tu seguidora para convertirme en tu fan número uno. Towanda, de verdad y de corazón, un verdadero placer leerte. Miles de besos y abrazos para ti y tus niñas.

    ResponderEliminar
  2. Por cierto, me gustaría hacer una reseña sobre tu blog en el mío. Me gustaría que todos los que entran en mi espacio pudieran conocer tus maravillosos escritos. Por supuesto, sólo si tú quieres. Un abrazo fortísimo.

    ResponderEliminar
  3. Querida Sandra, creo que si eres capaz de emocionarte con historias que les pasan a los demás, es porque eres portadora de un espíritu puro... Serás una excelente mamá.
    Me comentas con tanta ternura que haces que yo me emocione también. Gracias por tantas palabras bonitas.
    Esta historia pretende ser un "canto de esperanza" ante una situación adversa, pero en la que siempre estuvo presente ella (la esperanza).
    En cuanto a lo de reseñarme en tu blog, estaría encantada de estar en tu lugar. ¡Vamos que sería un enorme placer!.
    Un fuerte abrazo también para ti.

    ResponderEliminar
  4. Pues si que es una historia conmovedora Towanda. Eres una mujer de un espíritu increíble y te agradezco que compartas esto tan íntimo con tus lectores. Creo poder entenderte un poquito ya que mi hijo mas pequeño, quien actualmente tiene 11 años, también sufre de una discapacidad que no fue detectada a tiempo, pero con la ayuda de Dios, nuestra fe y amor está saliendo adelante.
    Gracias por tu maravillosa historia.

    ResponderEliminar
  5. Recuerdo que cuando entré por primera vez en este lugar mencioné que fue gracias a Sandra, un comentario de Towanda llamó mi atención y me alegro de seguir mi curiosidad porque ello me permitió conocer a una mujer de gran entereza y que describe con la sencillez que solo ese amor veráz, esa resistencia a la adversidad y ese aprecio por los momentos felices es capaz de generar.
    Enhorabuena y felicidades a tus hijas por vencer todo obstáculo y a ti por tan maravilloso apoyo que le das, una presencia que no tiene precio.

    Un abrazo enorme!

    ResponderEliminar
  6. No tanto Guille, soy una persona muy normal que lucha un poquito cada día por lo que cree que es justo. Igual que tú por tu hijo de 11 años. ¡Cuántos errores depara la ciencia en los diagnósticos! ¿verdad?

    No obstante, todos los contratiempos los vamos a ir superando con creces. Yo estoy en esa línea de acción. ¿Te apuntas?.

    La verdad es que ha sido una suerte "conocerte".
    De nuevo, gracias.

    ResponderEliminar
  7. Carlos, mil gracias por tu opinión.

    Pero eso de mujer con gran entereza me queda un poco grande. ¡No sabes las veces que he estado a punto de rendirme!

    En cambio, los momentos felices... ¡qué ricos! los apuro hasta la última miga, como ansiosa.

    Gracias por seguir por aquí.

    ResponderEliminar
  8. He venido gracias a Sandra... Y ha sido un gran descubrimiento..

    ResponderEliminar
  9. hermoso continuo...

    Gracias por pasar a mi blog

    Te lo agradesco mucho, sigue escribiendo así me encantas..

    Con amor evy

    ResponderEliminar
  10. Gracias a tí, Evy. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  11. He pasado por tu blog después de tu visita al mío, lo cual te agradezco mucho, sobre todo por tu comentario y siguiendo con este relato me parece maravilloso que lo hayas compartido, es un honor ser partícipe de estas cosas tan íntimas y que dejan un recuerdo tan fuerte en el alma. Me alegro de que todo vaya finalmente bien, con pequeños retos díarios, pero bien. Un abrazo y desde ahora tienes una seguidora más.

    ResponderEliminar
  12. Muchas gracias Aprendiz.

    Tu sitio ha sido el primero que encontré que tratara el tema de la discapacidad y ya te digo que me atrapó.
    Me alegro que compartamos un tema que afecta a tantas personas que lo "sufren".

    Gracias por entrar aquí y por tu apoyo. Un fuerte abrazo y ¡a ver! silogramos un poco más de empatía en el MUNDO, hacia los que son algo "diferentes".

    ResponderEliminar
  13. Me encanta escuchar (o leer) cantos a la esperanza y a la vida como este. Creo fervientemente en la luz al final de cualquier camino y sonrío cuando descubro que alguien la ha encontrado.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. Por cierto, soy Peter Kwicks, es que he cambiado el Nick por las iniciales y la foto.

    ResponderEliminar
  15. Pues sí, yo encontré esa luz... Y, aunque ha sido durísimo llegar hasta aquí, puedo decirte que tengo paz: ¡lo conseguí!.

    Un fuerte abrazo PK 1976. Perdona que me ponga tan mísitica, pero ¡vamos! que me alegro de haberte conocido (también).

    ResponderEliminar
  16. Hola amiga, acabo de leer tu entrada... una experiencia entrañable y felizmente superada. Es un placer leer cómo vivisteis los logros que la vida "os" puso a las dos.

    Un abrazo.
    Ernesto.

    ResponderEliminar
  17. Gracias Ernesto. Me encantó que acepataras mi invitación y que comentaras tan exquisito.

    Un abrazo enorme para ti, también por tu sensibilidad en el tema

    ResponderEliminar
  18. Llorando a moco tendido me hallo...
    Increíble,mamá.

    ResponderEliminar
  19. No es para llorar, es para estar contento, queridísima Raquel.
    Un beso hija.

    ResponderEliminar
  20. Gracias por despertar mi corazón dormido, gracias por compartir con nosotros tus admiradores y amigos.

    Sinceramente me encuentro como tu queridisima anónima y con la palabra "increible" igualmente tintineando en mis pensamientos.

    Y despues de la tensión durante la lectura, he respirado un poco más tranquila de que todo aquello haya quedado atras.

    De sentirme especial por haberos conocido y sobre todo por el camino que nos queda por recorrer por estos senderos virtuales.

    Desearos todo lo mejor del mundo, y algún día cuando sea tan valiente como tu contaré cosas de mi pequeño Dani (el que aparece tocando el piano en el primer post del 2011).

    Un beso muy fuerte amiga mia, las personas como tu iluminan el mundo con su alegría, con su capacidad de animar y animarse, de salir adelante en los momentos más dificiles...

    Sois una bendición para el mundo y para los que os rodean. Ojala viviesemos más cerca, para poder charlar algún día en una tranquila cafetería del centro mientras vemos nevar por las ventanas.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  21. Te contesto desde aquí, porque estamos un poquito más en la intimidad... Sabía que el niño del piano era tu hijo, el que lo aprendió a tocar para ti. También he leído algunas cosas de las primeras que publicaste sobre el TDAH, y otras. No comenté pero leí y te fui conociendo un poquitín más. Entiendo que cuando se es más anónimo, de lo que tú eres ahora, también se es un poco más libre para llorar o reír en voz alta...
    Yo no quiero dar pena porque tengo un ángel en mi vida, como tú tienes otro...

    Ahora me daría cierto pudor, republicar ésto, pero quizás lo haga como un canto a la esperanza, en algún momento.

    Un beso y me gustaría que pudieras escribir algo sobre Dani, aunque fuera en tercera persona. Cuando puedas. Yo, estoy contigo para todo.

    Un abrazo fortísimo y gracias por las palabras que me has dedicado. ¿Entiendes cuando digo mis niñas?...

    ResponderEliminar
  22. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  23. Gracias Ernesto por avisarnos.

    Gracias Neuri, por tu apertura a mí.

    ResponderEliminar
  24. y sigo emosionada despues de leer tu historia amiga,me encuentro sin palabras por todo esto que te toco vivir y que sigues viviendo,no solo tu,sino tu niña,que ya no es tan niña pero que es una grande entre los mas grandes,por su manera de luchar,por su forma de plantarle cara a la vida y seguir adelante,espero que esta historia ayude a muchos otros a superar sus problemas,a seguir avanzando por la vida y a no bajar los brazos jamas.

    mi aliento para ti y para tu hija para seguir adelante y te confieso mi querida towanda que sigo emosionada,que leccion nos has dado a todos amiga.

    te dejo un fuerte abrazo apretadito para ti y para tu niña,gracias por compartir parte de tu vida reina.

    ResponderEliminar
  25. Uf, Towanda, me has hecho llorar.

    No sé qué decir. Dale un beso enorme, enorme a tu hija de mi nuestra parte (Mari ha leído esto conmigo)

    Eres una persona muy especial, llena de luz. Un regalo para la humanidad porque con ejemplos como el tuyo, la esperanza no es ninguna quimera. Está aquí.


    Un besazo enorme de Mari y Jordi

    ResponderEliminar
  26. Valaf y Mari:
    La esperanza me acompaña siempre, es como mi sombra.
    Le daré besos, cuando vuelva a casa, porque tiene una marcha que no veáis.
    Me emociona muchísimo que hayáis aceptado la invitación y la viváis conmigo.
    ¡¡¡Gracias, chicos!!!.
    Jolín, si yo también estoy con los ojos vidriosos... ¡macagüén!.

    Besos.

    ResponderEliminar
  27. Ahora mi yo se deshace en lagrimas :(...

    Las mismas que se transforman en sonrisas :)

    Hay ocasiones en que la vida nos traba con experiencias que habremos de superar y superamos. Hay momentos en que nos preguntamos ¿ porque? sólo la vida posee la respuesta ¿ porque no?

    Dicen que lo que no mata, nos hace más fuertes y no sólo nos hace más fuertes sino que nos dota de una entereza,de una sabiduría Y de un taranna que no se aprende en los libros.

    Eres LUZ y ALMA por entero.

    Besos y UN ABRAZO ENORME QUE OS ENVUELVE...

    En privado te espero cuando quieras para seguirnos conociendo...

    VIDAS TRAUMÁTICAS= GRANDES Y LUMINOSAS ALMAS

    NAMASTÉ

    De nuevo GRACIAS POR SER

    ResponderEliminar
  28. Watashi:
    Así es y así deberá ser.

    Fíjate, yo también estoy emocionada, de nuevo... cada vez y siempre.
    Namasté, preciosa.

    Un beso enorme y GRACIAS.

    ResponderEliminar
  29. Me alegro de que esté bin, de que siga adelante con sus sueños, y levante el puño cuando la vida la pone trabas.

    Según relatas es una persona de la que estar orgullosa. Enhorabuena por tenerla a tu lado.

    ResponderEliminar
  30. Rebeka:
    Gracias.
    Está bien, dentro de lo que cabría esperar y creo que es FELIZ. Es mi mayor logro en la vida y la persona más especial que jamás conocí.
    Otro beso y muy agradecida por tus palabras.

    ResponderEliminar
  31. Muy emocionante tu relato, Towanda. No lo había leído. Ahora creo que te conozco un poco mejor. Esas experiencias son quizás las más importantes de la vida.

    ResponderEliminar
  32. Mirlo:
    Muchísimas gracias. Esto es de lo más íntimo y personal que escribo en mi blog.
    Ahora, me conoces, mucho mejor. Esas cosas que, a modo de relato, cuento nos hicieron sufrir muchísimo pero es algo que se superó y que lo vivimos con normalidad. A ver si, entre todos, un poquito cada día vamos derribando esos muros que aún son GIGANTES, para las personas que nacieron diferentes.

    Gracias, bonito.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  33. jo, me has emocionado...
    Tus niñas tienen mucha suerte de tenerte, de haberte conocido
    ¡¿No es casualidad que ésta mañana, hablara yo de tu corazón?!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, otra vez, Rosy.

      Este es quizá mi relato más hondo: mi vida.

      La suerte ha sido mía porque yo era una niñata consentida y he aprendido a ser mejor persona con ellas a mi lado.

      Gracias, tesoro.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...