26 diciembre 2011

I'm just a gigolo.


EN UN PERIÓDICO CUALQUIERA...
ANUNCIOS POR PALABRAS
OFERTA DE EMPLEO:

Necesito urgentemente hombre serio; responsable y depilado; bien parecido y, por supuesto, aseado para acompañar y hacer feliz a Brigitte, la brujilla caprichosa de la que estoy prendado y a la que no soy capaz de satisfacer por falta de tiempo. Pagaría por horas. Incorporación inmediata.
Una hora……………………………………………………………………20€
Dos horas…………………………………………………………………..50€
Tres horas + baño de espuma en la intimidad de mi hogar………….100€  (ojo, que lo grabo todo)
Si estás interesado solo tienes que ponerte en contacto a través del número 771-99-00-99.
Los precios son estimatorios y negociables y se ampliarían ante cualquier actividad extra-ordinaria. 


 Adri, uno de tantos treintañeros en paro, acababa de encontrar su primer empleo. ¡Ostras, GIGOLÓ! Era lo más. No se lo podía creer; ¡por fin!, un trabajo hecho a su medida y bien pagado.
Llamó por teléfono para manifestar su interés. Al otro lado de la línea un caballero con voz grave le daba las últimas indicaciones acerca del puesto... Al finalizar, le pidió una foto con el torso descubierto. Tenía que mostrársela a Brigitte, no fuera que a ésta no le gustara. Era exquisita con el tema depilación... y gustaba de mordisquear un torso desnudito de vello.

No tardó ni cinco minutos en enviarle ésta por e-mail.






Le has gustado. Te adjunto foto de Brigitte...  Entonces, ¿mañana a las 8?... Incorporación inmediata. No me falles.





¡Cómo estaba de buena la Brigitte esa!... Sí, sí, a las ocho, a las ocho...


A las ocho en punto estaba en la puerta. Salió el señor de la voz grave a recibirle y a indicarle el camino al salón. En él Brigitte, tomaba el desayuno frente a un inmenso ventanal.

-Mira, chiquitina, aquí está Adrián... Acércate hombre, no ves que ella es tímida con los desconocidos...
-¿Puedo?...
-Naturalmente... Muéstrale tu pecho depilado ¡la vuelve loca!...

Allí, estaba Adri avanzando hacia la rubia con la camisa en la mano y mordiéndose sensualmente el labio inferior. ¡Cómo estaba la rubia!. Le dedicó una caidíta de ojos que tenía bien ensayada y se humedeció los labios...

-¿Puedo?...
-¡Por Dios, muchacho!... ¡Adelante!...

Adri, con el beneplácito del esposo, se lanzó hacía la mujer y le plantó el beso del siglo en los labios, mientras le acariciaba los pechos... Hmmm!


Fueron los últimos recuerdos que pudo relatar al neurocirujano que acababa de practicarle una cirujía de emergencia por el hematoma subdural con el que llegó a Urgencias. 

-No lo entiendo doctor ¿cómo he llegado hasta aquí?...
-Tuvo suerte de encontrarse en casa del doctor Alañón. Él, su maravillos esposa y la linda Brigitte, le trajeron en su propio coche. Unos minutos de demora hubieran resultado fatales...
-... Eh!... ¿ha dicho Brigitte?... ¿Brigitte no era la esposa?...
-Me temo que no, muchacho.... Ah!, y que no hace falta que vuelva; ya encontraron otro paseador de perros...


 

16 diciembre 2011

Una cuestión de aire.


Un nuevo inquilino, recién alquilado, en el 3ºA.
“…¡Mira que ya me tienes harto!... ¡Esto no puede seguir así!... Ya no quieres ni hablar conmigo… Además es que nunca salimos de casa... Estoy agobiado con tanta caja... ¡Me falta aire!...  ¡Ah!... ¿que no vas a salir?…¿que tienes aún mucho que colocar?...
...¡Bien!… muy bien, quédate ahí colocándolo todo... Tómate tu tiempo a ver si entras en razón...”

Así describió doña Mercedes, tras llamar al 112,  lo que estaba pasando en el piso de al lado. Bueno, así, y con otras muchas más cosas que supo añadir de su propia cosecha. Doña Mercedes tenía sus propios métodos de escucha a través de las paredes. No se le escapaba nada.


En menos de una hora, allí estaban dos coches-patrulla de la Policía.
-Abra la puerta… ¡Policía!...
-¿Saben qué hora es?... ¿qué sucede?.
-¿Dónde está su esposa?...
-¿Esposa?... Soy soltero… ¿De qué me están hablando?.
-Hemos recibido una llamada advirtiendo de que se estaba produciendo una discusión en su domicilio… ¡Aparte!...

3ºA- Registro del domicilio. Cajas amontonadas aún por desembalar.
3ºB- Doña Mercedes husmeando por la mirilla. De la mirilla a la pared contigua; oreja y vaso en ristre, para escuchar.

-Aquí no hay nadie más. Falsa alarma… Sentimos haberle molestado. Disculpe señor, ¡buenas noches!.
-¡Buenas noches!

Momentos más tarde… en el 3º A
“¿Ves lo que pasa cuando no hablamos?… Me enfado contigo y tú te vienes abajo... Mucho "bu-bu-bu" y luego qué… ¡Venga, no llores!... Dame un beso, tonta… ¿Fea?... ¿Que te sientes fea?... pero, si eres preciosa… ¿Cómo me sales ahora con esas?... No entiendo la manía tuya de no querer salir… Si lo único que quiero es que seas feliz; que todos te conozcan y que sientan envidia de mí… Deja que te abrace, muñeca... ¡Hmmm!... ¡Te quiero...!...
¡Uy, qué flojita estás!... Tambié te falta aire... Aguarda que ya lo arreglo.


¿Cenamos, cariño?...


13 diciembre 2011

... Y le escribe en un blog


Es entonces, en el momento del cierre de la salita, cuando se conecta a un mundo en el que se siente diferente y lejos de su realidad. Siempre a la misma hora… Crear una nueva entrada… Elegir letra, tamaño… Insertar una imagen… Vista previa y ¡Publicar!. En pocos segundos, sus palabras volando por toda la red.
Ya tiene un buen número de seguidores por lo que, en  breve, alguno de ellos le habrá dejado un comentario. En ese preciso instante, una sonrisa -probablemente la primera del día- se dibujará en su rostro.
Responde. Siempre responde. Y hace visitas por todo el mundo. Estuvo en Argentina, paseó por Finlandia, luego Brasil, Hong Kong, Chile... recorriendo el planeta a través de enlaces; siguiendo avatares.


Desde hace días y, aunque sus amigos del “otro lado” no pueden verla, se arregla de manera especial para sentarse frente a su ordenador. Y es que ahora tiene un motivo para hacerlo. En su corazón ha nacido un sentimiento especial hacia una de esas personas que, tan amablemente, le deja grabadas sus palabras a modo de comentario. 

Siente alegría cuando se despide de ella con saludos. Nota el calor de sus brazos cuando le envía tiernos abrazos y se estremece en su cuarto recordando los besos con los que, de cuando en cuando, le obsequia entre sus palabras...

Quisiera pregonarlo a los cuatro vientos, pero debe ser discreta.

No conoce su nombre real. Tampoco sabe a ciencia cierta si es hombre o mujer, ni  le importa; pero el efecto que le produce ver el avatar que lo identifica, es lo más cercano al amor que ha conocido nunca. Y hasta siente mariposillas revoloteando en su estómago… ¡Pobre tonta!, se dice a sí misma.

Sueña con poder introducirse en la pantalla y allá, en el otro lado... abrazarle y besarle con todas sus fuerzas o bailar... ¿por qué no?... bailar hasta caer rendidos y hacerle el amor con  pasión incontrolada... como nunca lo hizo con nadie... Y amarle y amarle y volverle a amar... y seguir amándole.
Se ha inventado una vida que cuenta a sus amigos y ha creado una realidad en la que no falta nada: tiene su casa, su pareja, habla de su trabajo, cuenta cosas de sus hijos o de sus amigos. Un mundo irreal que comparte con los demás. Es feliz a su manera; la única de que dispone para serlo. Y ahora se siente especial y cree haber encontrado el amor… Un amor en silencio, que desconoce sus sentimientos, y  con el que comparte su farsa. Un amor como nunca había sentido por nada ni por nadie. Una ilusión para levantarse cada día y soportar los tremendos "tortazos" que le ha ido dando su mala vida... Un motivo para reir, a pesar de todo, y alguien en quien pensar cada noche al cerrar los ojos.

            -Vayan cerrando los equipos. ¡por favor!.
            -Espere, solo es un momento…
            -Mañana volverá, cierre el equipo. ¡Por favor!.
            -Sí, sí, solo un segundo… ¡ya está!... Cerrado.
            -¡Vamos!, tiene que volver a su celda, le está esperando la funcionaria… Siempre es usted la última...
            -(en un susurro)… ¡Hasta mañana, mi amor!...   

La sesión se cierra como todos los días,  con un beso en la mano que deposita en el teclado.

Sueña con ese primer gran amor … mientras le escribe en un blog.

11 diciembre 2011

Me han publicado un libro... Yupi!!


Hace un mes me llegó un correo de Printcolor, una imprenta por internet, en el que me invitaban a publicar mi primer libro gratis. ¿Gratis?
Como es normal, no me lo creí, y empezamos a conversar. Me enviaron unos enlaces para que visionara cómo hacer la maquetación del contenido, de la portada y contraportada. 

Estos han sido los resultados:


portada



 contraportada

En fin, me puse manos a la obra -y con la guasa que me caracteriza- lo envié todo. 
Esta es la web  http://www.printcolorweb.com/spa/item/exemple_promocional.html que se ha encargado de todo, cumpliendo con lo que me prometieron.
Quizá lo hice con cierta precipitación... Sobre todo la portada y contraportada. Ya he oído críticas de los más cercanos...
Ayer por la mañana a las 09:10, más o menos, suena el timbre del telefonillo y un mensajero de MRW me trae mi libro impreso... ¡Madre mía, qué subidón!
Así que ya puedo ir a donde sea a hablar de mi libro (como Umbral). Un libro único, porque solo hay un ejemplar en el mundo, jajajaja.

Como muestra de mi gratitud os dejo algo que he dejado escrito en las primeras páginas.


Agradecimientos





08 diciembre 2011

¿Dónde están estos niños?


Hoy, necesitaba hacer esta entrada. 
Se acercan fechas muy entrañables para todos nosotros (a unos les gustarán las navidades más que a otros; eso se entiende) y hay familias que las van a celebrar sin alguno de sus miembros más queridos. Hoy, mi tribuna y mi recuerdo va para ellos...

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Las esperanzas por hallar a los hermanos Ruth y José, sanos y salvos, comienzan a desvanecerse.
Se cumplen ahora dos meses sin saber nada sobre su paradero y parece que la tierra se ha tragado a los dos hermanos de 6 y 2 años. Nadie recuerda haberlos visto en el parque, donde el padre dice haberlos perdido. Tampoco las cámaras de seguridad de los alrededores han grabado a los pequeños en compañía de éste… 


Más de 1000 días sin Marta.
Más de 1000 días si que el asesino confeso de Marta del Castillo y sus cómplices, desvelen  dónde se encuentra el cadáver de la niña, que fue asesinada el pasado 24 de enero de 2008.


A esta clase de gentuza, que atentan de manera tan sucia contra nuestros menores, habría que negarles la condición de humanos... 


07 diciembre 2011

Ya somos trescientos... ESPAAAAARTANOS


Ya somos trescientos….¡¡¡ESPAAAAARTANOS!!!.




Para este día tan especial he preparado, en lugar de un diploma-regalo, un guateque como aquellos que se hacían en el siglo pasado. 



 Hay música y bebidas, también algo de picar. Hoy tiramos la casa por la ventana... Todo se me hace poco, para celebrarlo con mis amigos.







Hay chicos y chicas muy interesantes, así que, voy a romper el hielo sacando a bailar a alguien:
Ángel, ¿bailas?...

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Haced lo mismo y disfrutad….

Valaf y Mari ya andan por ahí escondidos, haciendo "manitas"..

¡¡¡Gracias a tod@s por venir y acompañarme en esta locura!!!.

01 diciembre 2011

Manteniendo las apariencias.


Darío y Pilar, siete años de matrimonio y padres de tres hijos. Colegios exclusivos bilingües y privadísimos, clases extraescolares de paddel, tenis… y veranos en Reino Unido, Canadá o Estados Unidos para perfeccionar el idioma.
Posición acomodada. Ático en propiedad en la milla de oro de Madrid; casa de campo en la sierra norte y chalet con parcela individual en la costa. 

Ingresos elevados. Servicio en casa y niñera para los niños.
Darío, empresario e inversor. Le encanta jugar en Bolsa y no le ha ido nada mal.
Pilar, que prefiere que le llamen Cuqui, dedicada a sus cosas y a algún mercadillo solidario. Varios retoques estéticos en pechos y abdomen; botox semestral; colágeno en labios...


Se reúne los jueves por la tarde con Fina, Piti, Pituca, Moni y Cuca a tomar el té. Los miércoles salen de shopping y vuelan las tarjetas de una tienda a otra. 


¡Esto es vivir!
De la noche a la mañana… Demasiadas inversiones arriesgadas. Pérdidas millonarias en la Bolsa. Impagos de clientes y, en consecuencia, lo propio a proveedores... Denuncias. Concursos de acreedores.
Venta de la casa de la sierra y malventa del chalet de la playa. Empeño y venta de joyas. Hace falta liquidez.
Despidos de empleados. Más despidos. Amenazas… Deudas y más deudas. La ruina.
Cuando el dinero deja de entrar por la puerta, el amor… huye despavorido por cualquier ventana. Discusiones. Reproches. Insultos. Ruptura.

Situación difícil que no puede trascender, bajo ningún concepto, a su grupo de amigas.

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Cada noche, Pilar enfunda su cuerpo en cuero y se aleja de su casa. Toma un taxi.
Vuelve al amanecer con el bolso lleno de billetes... con los que mantener las apariencias.


26 noviembre 2011

Un regalo para compartir en la voz de Beatriz.


Hace un par de días me hicieron un grandísimo regalo. Se trata de uno de mis relatos al que un ángel, un duende o una hada, que sobrevuela la bloggosfera, le ha puesto voz.
Es tan emocionante escuchar tus letras en la voz de otra persona y que, además, lo hace tan bien que… tenía que compartirlo. Deseo que os guste casi tanto como a mi... Así que ahí va:



Recuérda... me

“… Espero que recuerdes, aunque sea un minuto, lo que fuiste… lo que fuimos y me dediques un gesto, aunque mudo, para entender que continúas conmigo. Lo sabré entender y me ayudará a seguir adelante…”

Así terminaba la carta que Laly le había escrito a su amado Francisco.

La depositó en la bandeja, dónde le había preparado el desayuno.  Al lado, un sello comprado el día de antes en una antigua Filatelia, no en vano,  Francisco había sido buen aficionado al bello arte de coleccionarlos.
Allí esperó sentada en su butaca a que él, su primer gran amor, iniciara el protocolo de todos los días con las tostadas y el café. Sin palabras… Con la mirada perdida en la taza o en la cucharilla… En su mundo de ausencia…

Una gota de café salpicó el sello y una exclamación, apenas perceptible, hizo que Laly le escudriñara con esperanza. Francisco tomó el sello y se lo llevó al jersey para limpiarlo; lo miró; lo volvió a limpiar y se lo llevó a la cara para notar la caricia en su mejilla… Cogió la carta con ambas manos y, por primera vez en mucho tiempo, pareció que leía. Los ojos bajos siguiendo cada línea… de izquierda a derecha… de derecha a izquierda.

Paró. Se llevó la carta a los labios y, con los ojos cerrados, la besó. Levantó la mirada, como un niño asustado, buscando los ojos de la mujer. Ojos nublados,  inundados de líquido. Parpadeó y las lágrimas comenzaron a fluir…

Cruce de miradas que reflejaban el inmenso amor que se sentían.

Tendió su mano hacia ella y le dijo: “Te recuerdo y te amo, ¡te amo tanto!… que me duele  tenerte apenas por un instante…”. Un profundo beso selló el reencuentro de los enamorados.

Segundos de delicada lucidez en meses de silencio.  La enfermedad de Francisco les acababa de conceder un breve tiempo de ternura… suficiente para seguir adelante. 



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Otra vez, gracias, Beatriz  Salas 

http://beatrizsalas10.blogspot.com/ 

22 noviembre 2011

El nombre más hermoso para ti.


Anochece. 
Un dolor seco y punzante en el abdomen le obliga a abrazarse la tripa, con ambas manos.
Hace demasiado frío. La joven toma aire profundamente, confiando en que se trate solo de una molestia pasajera. Está embarazada pero, aún, no es tiempo.
El aire huele a frío, a humedad y a muerte. Se acurruca en su raída manta que apenas le aporta calor y, aterida hasta los huesos, cierra los ojos intentando no pensar ni en el frío ni en el hambre.
Si estuviera allí su querida abuela, le contaría algún cuento para distraer el apetito, igual que le hacía cuando era niña en su aldea. Intenta recordar una de esas historias y abandonarse al sueño...
Un nuevo dolor, esta vez más fuerte, le hace emitir un gemido sordo. Nota la tripa endurecerse por unos segundos.  Toma aire, de nuevo. 

Comienza a estar asustada, es una mamá primeriza y está sola. Busca con los ojos una mirada amiga, algún gesto cómplice, que no consigue encontrar. La gente duerme; así no notan el hambre. Cuerpo contra cuerpo, buscando un poco de calor.
Una ráfaga de viento ha movido la manta que la mal cubre y  ha convocado  a un sinfín de gotas de agua fina que le han empapado la cara.
Un tercer puyazo de dolor, seguido de algo caliente y gelatinoso deslizándose entre las piernas, le hace gritar. 
Comienza a llover.
El hombre que duerme a su lado, abrazado a un niño de corta edad,  percibe la situación de la joven y se aleja en busca de ayuda para la parturienta. En pocos minutos vuelve con dos mujeres. 

No es el mejor momento ni el mejor lugar para venir al mundo pero ahora, al menos, no está sola…Respira aliviada intentando imaginar que esos rostros femeninos, que le miran con compasión, le son familiares.

Nuevas contracciones y una sucesión de gritos desgarrados que congelan, aún más si cabe, el aire. Una de las mujeres intuye que algo no va bien y pregunta a la joven si conocía la proximidad del parto… La joven niega con la cabeza y aprieta con todas sus fuerzas... ¡Empuja!.
Ha cesado la lluvia y arriba en lo más alto del horizonte, la luna llena ha desterrado a las nubes y ahora ilumina el rostro de la joven parturienta, descubriendo ante todos que no es más que una niña.
¡Empuja!... Un último esfuerzo,  casi desfallecida, acaba de traer al mundo a su bebé… 

Es una niña -le dice una de las mujeres, mientras se retira toscamente una lágrima de la cara-. Se la colocan encima del pecho, dentro de la ropa húmeda y la manta... Ambas mujeres toman las manos de la niña-mamá y se las llevan a sus bocas, intentando insuflarles el calor que le falta. 

Este último viaje no lo vas a hacer sola.
¡Ánimo, niña! que ya se distinguen las luces de la costa -parece decir alguien-…  
Ya se ve la costa -comenta el resto del pasaje con gran algarabía-.¡¡Arrecife!!... Lo conseguímos... ¡¡Arrecife!!...
...¿Arrecife?... el nombre más hermoso para ti, mi-ni-ña…

18 noviembre 2011

Y tú, ¿cómo las tienes?...

Hoy va de orejas...

Las orejas son el símbolo de la mente y el contacto con el mundo espiritual.


- Grandes
Representan el equilibrio mental, la armonía entre la palabra y la acción. Son indicio de longevidad e indican entereza ante las eventualidades de la vida.

 No conozco mucho a Charles aunque, si sigue la tradición de sus padres, longevo será y mucho.

Courtney Cox

"Peazo orejas"



- Pequeñas
Se trata de personas reflexivas. Piensan mucho, suelen ser indecisas y poco prácticas.

 Éste no sé si las tiene o no pequeñas pero está bueno...

- Más largas que anchas: Practicidad al extremo.

- Más ancha que largas: Intuición permanente.

- Triangulares: Personalidad ingeniosa.

- Lóbulos grandes: Resuelta y muy independiente.

- Lóbulos pequeños: Persona con poco iniciativa y muy independiente. Carencia de objetivos. Sin metas.

- Lóbulos pegado a la cabeza: Seres muy originales. Planifican con creatividad e inteligencia.

Orejas separadas (las que llamamos "de soplillo"): Personas con pensamiento original.


La posición de las orejas revela la velocidad con la que una persona toma decisiones. Las orejas altas indican una velocidad superior a la media para procesar información, y por lo tanto, capacidad para decidir rápidamente; por el contrario, las personas con orejas bajas necesitan más información y más tiempo para decidir.


 Más cosas...


Orejas carnosas: 
la sensualidad.

¡¡¡¡Discrepo, totalmente!!!!



 

















Orejas finas: 
la sensibilidad, la delicadeza
 
¡¡¡Preciosa, me encanta!!!



Orejas redondeadas : 
placer por la buena música, creativo, soñador

 
Eres el rey, George... ¿bailas?...


Para los incrédulos (entre los que me encuentro):

Las raíces acerca del estudio de los rasgos faciales son antiguas. Desde Aristóteles se viene escribiendo sobre el tema y muchos desconfían acerca de la fiabilidad científica de una cuestión superada por la propia ciencia. En el Derecho Romano, por ejemplo, se establecía que, en caso de duda entre dos acusados, se condenase siempre al más feo. 

La fisiognómica alcanzó un notable éxito a finales del pasado siglo. Prima hermana de la frenología -otra variante basada en discernir características mentales del sujeto a través de las formas craneales-, llegaba a asegurar que los criminales tenían unos rasgos propios. Los experimentos más sonados al respecto fueron los realizados por los nazis.

De listos y tontos. José Antonio García Andrade, ex decano de los forenses de Madrid y profesor de Psiquiatría Forense del Instituto de Criminología de la Universidad Complutense, cree que "el espíritu no flota sobre el agua". Y se explica: "El hombre necesita un sustrato físico, la morfología se interacciona con los afectos... Claro que se puede saber la personalidad de un individuo a través de su cara, la cara del tonto es distinta de la del sabio".

García Andrade, junto con el doctor Ponce de León, está a punto de publicar un trabajo basado en la reduplicación de caras para investigar la personalidad del sujeto:

"Partimos de la teoría de que el hombre es un ser simétrico", asegura, "pero, si nos fijamos, el lado derecho es diferente del izquierdo. Nosotros creemos que el hombre tiene tres caras: la normal, la derecha duplicada y la izquierda duplicada. Según exista más armonía en el lado derecho o en el izquierdo se pueden decir muchas cosas de ese sujeto".

(datos extraídos de diversas fuentes de nuestra querida red) 

12 noviembre 2011

Nagasawa Hiroshi


El matrimonio Nagasawa, tras varios intentos malogrados por ser padres, tenía entre sus brazos al pequeño Hiroshi.
Él, un afamado médico de la ciudad de Osaka.
Ella, una enamorada de la naturaleza, de la música y de las aves.
Él, un hombre exigente, demasiado severo, serio, recto e intransigente.
Ella, todo dulzura y amor en un cuerpo demasiado frágil.
Desde bien pequeño Hiroshi había escuchado a su madre tocar el piano y siempre que podían, y a escondidas, interpretaban a dos manos. Ambos cerraban los ojos y se dejaban llevar por la música. En esos momentos soñaba que era un pájaro, que volaba libre, haciendo piruetas al compás de Vivaldi. También supo en ese momento  cual era su vocación… ¡Pobre Hiroshi! qué lejos quedaban estas fantasías, de los planes que su padre había diseñado férreamente para él.
Cuando el muchacho tuvo edad suficiente, armado de cuanto valor poseía, se presentó ante su progenitor para hacerle conocedor de sus dos grandes pasiones: la música y el estudio de las aves… Su madre, aguardaba inmóvil tras él, esperando una respuesta favorable.
            -¡Tonterías!... ¿A qué vienen esas tonterías, Hiroshi?. Esas son cosas para juglares y titiriteros… ¿Música? ¿pretendes vivir de la música?... ¿Pájaros?... (risa burlona)…
            -Pa-dre… (Fue la única palabra que pudo pronunciar Hiroshi antes de salir de la habitación). Volvió sobre sus pasos y se retiró.
La señora Nagasawa trató de interceder en favor de su hijo; también sin resultado. Sin reproches y con una voz tan dulce como firme se dirigió a su marido diciéndole:
“Algún día perderás a tu hijo. Búscalo entre las notas de un piano, las cuerdas de un violín o allí arriba, en medio de una bandada de pájaros. Solo en los lugares de sus sueños, serás capaz de encontrarle”.
Nunca más se volvió a hablar de este tema en la casa Nagasawa.
Meses después, coincidiendo con la llegada del otoño, la salud de la señora terminó por resquebrajarse… Se cuenta que un pájaro azul entró en su cuarto mientras velaban su cuerpo y entonó un hermoso trino, como despedida.
El joven Hisoshi se trasladó a Tokio para cursar sus estudios de Medicina, tal y como su padre había dispuesto para él. Estudios que concluyó especializándose en cardiología.
Había sido un alumno tan brillante que, con menos de treinta años, consiguió ser Jefe de Cirugía Cardiovascular, en el hospital más prestigioso de la capital.
El señor Nagasawa, que no cabía en sí de orgullo, organizó para tal evento una gran fiesta. Fueron invitadas innumerables personalidades de la ciudad de Osaka, así como los amigos más influyentes de su cerrado círculo. Quería mostrar, ante los ojos de todos, la fulgurante carrera de su único hijo y el prestigio profesional que había alcanzado. 
Ningún detalle fue descuidado para tan ansiado acontecimiento. Hasta el piano de la señora, cubierto desde su muerte con un enorme pañuelo de seda, estaba decorado con las flores que, a ella más le gustaban. Todo estaba dispuesto para el agasajo del triunfador. Pero Hiroshi tenía otros planes; esta vez eran los suyos, y los tenía decididos para el resto de su vida. Entre ellos no se encontraba la cardiología...

¡Pobre Señor Nagasawa, unos preparativos tan elaborados para un hombre al que parecía habérsele tragado la tierra!.
Nadie supo dar explicación de la desaparición del joven Doctor Nagasawa. Nadie recordaba haberle visto en los últimos días. Tampoco nadie sabía su paradero.
El viejo doctor se sintió solo, triste y defraudado... Ahora, ensimismado con sus pensamientos, comenzó a entender la infelicidad de su hijo y recordó las palabras de su querida esposa. Pero ¿cómo le iba a preguntar a un pájaro?... ¿cómo iba a buscarle entre las notas de una partitura? ¿cómo?...
Pasó el tiempo, ese que todo lo cura, y -en contra de lo que dicen- el dolor se hacía más fuerte cada día, para este pobre anciano. Acostumbraba a pasar largas horas observando el paisaje por la ventana y, únicamente, se sentía acompañado y sonreía cuando algún pájaro se posaba en el quicio de ésta. En esos instantes, cerraba los ojos, imaginando a su querido Hiroshi. 

Una tarde, mientras echaba una cabezadita en su sillón favorito frente a la ventana, escuchó una música maravillosa que procedía del jardín... Nessun Dorma...



Nessun Dorma... Creyó que estaba soñando. Se incorporó para observar el jardín y allí, bajo una bandada de pájaros, que parecían bailar al compás de la música, allí mismo estaba su querido hijo Hiroshi... que volvía a casa...


Fotografía de Daysse.


08 noviembre 2011

En el semáforo.


Manoli, que ya había pasado los cuarenta, comenzó a darse cuenta del transcurrir del tiempo en el momento en que los albañiles, antaño tan alborotados por la burbuja inmobiliaria, dejaron de lanzarle piropos. Que si “vaya culo”… ¡cuerpazo!... ¿Quién fuera tal o cual cosa?... ¡Vamos, que te comía yo…! ¡Vaya par de globos y yo sin fiesta!...

Como cada mañana salía arreglada, echa un pincel, taconazos y bolso a juego, y caminaba contoneándose buscando alguna miradita perdida entre los transeúntes. Estaba de pie ante el semáforo, esperando el verde, cuando notó unos ojos clavados en su escote… Uf, ¡qué calor! ¿Quién le estaba mirando así?...
Escudriñó entre los rostros de los viandantes que tenía en frente, al otro lado de la calle, y allí encontró unos maravillosos ojos verdes cuajados de pestañas… El dueño; un treintañero de cuerpo impresionante, que no le quitaba la vista de encima.
Ambos, se recorrieron el cuerpo de arriba abajo, parando y acalorando los rincones más íntimos.
Cuando el semáforo le permitió el paso, recorrió el espacio que les separaba despacio, deseando que la visión quedara impresa el mayor tiempo posible en sus retinas…
¡Guau!, estaban a menos de un metro…  un leve roce intencionado de él, entorpecido por el bolso de ella… un cruce de miradas con caidita de párpados incluida… Sensaciones muy sutiles para el común de los mortales,  pero que dejaron a Manoli con un “calentón del trece” cuando el adonis, ese dios del semáforo rojo, le insinuó un sensual beso con los labios… ¡Díos, qué flechazo!

Ambos continuaron su paso y al llegar a sus respectivas aceras, ella se volvió ansiosa buscando de nuevo la mirada de él… Buscando ¿por qué no?, una señal para un nuevo encuentro…
Allí, en la acera de enfrente, lo único que alcanzó a ver fue a una morena de escándalo que devoraba con sus labios a un tipo de increíbles ojos verdes, que respondía con vehemencia a los besos.
Manoli giró cabeza y cuerpo y, con cierta crispación, prosiguió su camino. Anda que menudo cretino. ¡Tampoco era para tanto! Un par de bonitos ojos y ¡poco más!... ¡A tomar por c***!... ¡Bah, "carnaza de gimnasio"!...Olvidado está.
A la hora de la comida, recordó ese sutil roce de su cuerpo con el del "maromo"... al echar en falta su cartera...


02 noviembre 2011

El carnicero


Saltó de la cama con cierta ansiedad y no era la primera vez. Dos días ya con la misma inquietud. Quería hacerlo bien, sin dejar huellas, cortes limpios que reflejaran su buen hacer y sabiduría. Después, limpiarlo todo… borrar el paso de los cuchillos y la sangre…
Allí estaba ella, oculta en la cámara frigorífica. 

Le pareció tan bella que no quería lacerarla en exceso pero, era tal su sed de sangre que la mente se le nublaba y le exigía más...  y más.


Verdaderamente había sido una hembra hermosa y aún ahora, inerte, enfundada en una bolsa de plástico le excitaba. La rubia de pechos enormes yacía en una mesa blanca, sin prestarle atención.
Manolo era un tipo frío y calculador, obstinado en la perfección, que se debatía entre el amor a la muerte y a la vida. Quizás por eso el día anterior fue un único corte el que hubo de asestarle… Solo una cuchillada certera en el cuello... Suficiente para robarle la vida que se le escapó a chorros como un grifo abierto.
Sin hacer ruido entró en la cámara y, antes de comenzar el ritual del descuartizamiento, la besó. Un beso con pasión, ése que solo un enamorado es capaz de ofrecer, con los ojos cerrados dejándose llevar... Disfrutando del momento y acariciando sus rincones más fríos...
Al  tiempo de las caricias y, blandiendo un cuchillo bien afilado, lo hundió en el cuerpo de la yaciente hasta la empuñadura... Y ¡la mayor explosión de sentimientos que uno pueda imaginar!...

Un ruído sordo en el cuerpo de ella y un jadeo de placer extremo en el de él...

Al otro lado de la puerta, una voz le hizo salir del éxtasis en que se había sumergido…
-          “Manolo, ¡chico!... ¿has “despiezao” ya la ternera?... ¡vamos hombre que es pá hoy y hay que abrir la carnicería!... ¿Andas dormío u qué?...


27 octubre 2011

El libro II.


Los días siguientes se convirtieron en un ir y venir de policías que no concluían de tomar huellas, ni de hacer preguntas. “¿Notó algún cambio en su comportamiento?... ¿discutieron?... ¿sabe si había dado por finalizada alguna relación sentimental?... ¿tenía pareja?... ¿es conocedora de que tuviera algún problema con alguien de su entorno?...”.
¡No, por Dios!... Si todo era...  Si todo parecía perfecto…
Por primera vez en muchos años, Julia, se sintió muy sola. No era  capaz de entender qué era lo que había pasado y sufría por no haber intuido aquello que pasaba por la cabeza de su hija. Perdió la color, el apetito y el sueño y era, únicamente, al acercar el libro contra su pecho, cuando sentía consuelo y descanso. Así, abrazada a ese montón de hojas en blanco, había encontrado la forma de conseguir cerrar los ojos, descansar e incluso soñar… algo que, desde hacía mucho tiempo, no lograba.
Una tarde de lluvia, varios meses después de la desaparición de su hija, sintió la necesidad imperiosa de abrir el libro en busca de alguna pista; algo que hubiese pasado desapercibido para la policía. Y allí mismo, en una página cualquiera del libro, dejó caer una lágrima... 
Entonces, y como por arte de magia, empezaron a surgir letras que comenzaron a formar palabras que, a su vez, iniciaron frases… para dar paso a una historia que se iba escribiendo al ritmo que ella marcaba con su vista, con el único compás con el que era capaz de leer… despacio, muy despacio.


Atrapada por la "magia" del libro fue descubriendo la crónica de una aldea increíble; construida al otro lado de una cascada; preservada del mundo. Un sitio especial, sin contaminar, dónde se fueron recluyendo seres que conservaban íntegro el poder de sus sueños; individuos que, aún habiendo sido muy desgraciados, seguían teniendo esperanza; soñadores; titiriteros; magos y personas de todos los lugares del planeta que, por uno u otro motivo, habían deseado en algún momento de sus vidas, desaparecer.
Conoció a Luján, el primer habitante del paraje y un gran conversador. A Camelia, una sanadora de almas excepcional. A Diego, una especie de titiritero que pasaba horas ideando bailes y juegos... Conoció a Rayo, el guardián de las nubes. A Roque, el reparador de sueños rotos; también a Luz, la compositora de cuentos, una joven discreta que encontraron desvanecida a orillas del lago. A  la sin par Gabriela, ejemplo de lucha y superación, que había conseguído volver a caminar... e incluso volar.
Eran una gran familia, donde cada cual tenía reservado su lugar, su función y su sitio.
Conoció a decenas de personajes maravillosos, con historias fascinantes de superación personal. Por primera vez en su vida entendió lo que era disfrutar de la lectura; se acordó de su hija y lamentó no haber compartido mucho antes, el gusto por los libros.
Día a día, iba buscando un huequito en sus tareas para irse sumergiendo en las historias fascinantes que ocurrían en la aldea de Luján…
El tiempo, en los libros, camina de forma diferente a lo que lo hace en la vida real. Lo que se cuenta en un capítulo puede ser la narración de un tiempo muchísimo más largo… Al acabar ese verano, Luján y la joven cuenta-cuentos, habían decidido formar una familia y la aldea se vistió de fiesta. Ese día, cada cual había realizado su trabajo con precisión, y la decoración era propia de un cuento de hadas. Una plaga de colores y olores para agasajar a los enamorados...


Julia, hizo lo propio y se engalanó para la ceremonia con su mejor traje... Incluso se atrevió a pintarse un poquito los ojos y aplicó brillo rosado en sus labios. Ese día estaba pletórica por seguir leyendo en qué terminaba la historia de unos personajes desconocidos, que se habían colado en su vida.
Se sentó en su sillón; se puso sus gafas para vista cansada; un cojín en las lumbares; piernas en alto con su mantita del pirineo y ¡a leer!...
En apenas unas semanas había entrado a formar parte de una comunidad, que vivía en un mundo paralelo, al otro lado de una cascada y, por un momento, sintió el deseo de aparecer en ese "otro lado" para, incluso, felicitar a los recién casados. Pero ella, no podía permitirse abandonar su lugar y su tiempo… ¿y si su hija volvía?
Luz, la novia compositora de cuentos de la aldea de Luján; la joven discreta que encontraron maltrecha a los pies de la cascada se dirigió a todos los presentes  para hacerles partícipes de lo feliz y desgraciada que era al mismo tiempo. Feliz, al haber encontrado el lugar donde la magia y los sueños son protagonistas y triste, por haber dejado al otro lado al ser más maravilloso y especial que había conocido en su vida: su madre…
Julia, tenía los ojos inundados de lágrimas por aquella muchacha y, de nuevo, sintió el deseo de estar a su lado para abrazarla, pero… no podía ser. Ella debía estar en su sitio, en la casa de su hija, aguardando su vuelta…

En ese preciso momento el tono del libro cambió para convertirse en algo más personal… Un “mea culpa” entonado de pie y ante todos.  La joven Luz, pidió perdón por haber actuado de forma tan egoísta hacia su madre a la que no tuvo en cuenta cuando cerró los ojos y decidió firmemente desaparecer de un mundo que le agobiaba. Ahora, en un día que se suponía muy feliz, no podía tirar hacia adelante; la pena y la culpa eran demasiado pesadas… Miró a Luján y a todos los aldeanos y llorando se dirigió hacia la cascada con el ánimo de deshacer el daño causado. Todos sus convecinos entendieron.
¡Noooooo!, no lo hagas niña –gritó Julia desde el sofá de su salón- ¡No lo hagas, muchachita!  Ahora no…
Los lugareños no podían creer lo que estaban viendo sus ojos… La gran ceremonia malograda…  La joven Luz, apagada y convertida en una novia a la fuga…  Y lo más sorprendente, a una desconocida mujer, vestida de fiesta que, apresuradamente corría tras ella, gritando…
Cuando consiguió darle alcance y se encontraron frente a frente, tras el asombro inicial, se produjo la gran explosión de risas, llantos, abrazos, perdones, mocos y besos… Ahora cada cosa estaba en su lugar y todos estaban en su sitio... El círculo se acababa de cerrar. Y el sillón había quedado vacío.







Y colorín, colorado esta historia ya sí se ha acabado.


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