Braulio nació en tierras castellanas, en marzo de 1900. Solía decir a sus hijos y nietos que “nació con el siglo”. De vivir ahora, tendría 111 años... Era un hombre eminentemente bueno que trabajaba en el campo como agricultor. Con veintiocho años se casó con Elisa.
El futuro no era demasiado prometedor en aquél entonces, en España y, guiado por su intuición decidió escuchar a su tío, apodado "el gallego", que había hecho las maletas años atrás y se estableció allende los mares. Braulio, al igual que tantos españoles en esa época, tenía la esperanza de encontrar mejores horizontes y decidió “hacer las Américas”. Salió de su pueblo rumbo a esas tierras, soñando con un futuro mejor. Así, y como otros tantos hombres y mujeres, cruzó el océano rumbo a la Argentina en 1930.
Su tío, "el gallego", ya tenía apalabrados para el matrimonio, sendos trabajos. Así fue como Braulio y Elisa entraron a trabajar en la casa de la familia Uribarri, en la Calle Sarmiento de Buenos Aires. Ella, de doncella de la señora de la casa y él como mozo de comedor. Fueron tiempos felices en los que trabajaron duro para intentar prosperar. Atrás habían dejado su hogar, sus familias y eso siempre les hacía añorar su tierra; su querida España. Aunque, este maravillo país y sus gentes, les supieron recibir con los brazos abiertos.
La mala fortuna hizo que la esposa tuviera un grave accidente en la casa al caerse de espaldas por una escalera… Los señores Uribarri no escatimaron medios para que Elisa fuera vista por los mejores especialistas de la ciudad. Pero el pronóstico no fue bueno, más bien el peor que les pudieron dar. Ella, conocedora de su delicado estado, animó a su marido para hacer de nuevo maletas y volver a su tierra, ésa que tanto añoraban. Así, en menos de dos años y desoyendo los consejos de los médicos contrarios al traslado, el matrimonio hubo de realizar el durísimo viaje de vuelta a casa.
Las travesías, en esa época duraban algo más de un mes, y la joven esposa llegó en un estado de gravedad extrema. Aún así, la ilusión de reencontrarse con sus padres y hermanas le dio las fuerzas necesarias para aguantar la travesía. Quería despedirse del mundo al lado de los suyos. Allí, en su casa, su hermana Damiana se hizo cargo de todos sus cuidados. Lo hizo con tanto amor que, en una de sus últimas conversaciones con Braulio y, presintiendo el rápido desenlace, le hizo prometer a éste que se casaría con su hermana menor. A ella le habló de su marido como un buen hombre, de sensibilidad extraordinaria, y le hizo prometer lo mismo...
Y así se hizo. Tras el luto, ambos cuñados se casaron.
Braulio era un hombre que siempre habló a los suyos de la Argentina, con amor extremo. De allí trajo un cuadernillo con las anotaciones que hizo, a modo de diario, de las experiencias vividas. También incorporó al argot de su pueblo palabras que sonaban raras por aquellos lares: “macana y macanudo”, “manejar el carro”, “boludo”, “¡ché, loco!”, “pibe y vieja” o “boleto de autobús”; también, en su memoria, transportó el nombre que habría de llevar su primera hija: Laura...
Solía contar historias de las grandes avenidas de este precioso y rico país; de la Casa Rosada y de los días interminables que pasaron en los barcos. Gustaba contar que el barco en el que hizo el viaje de vuelta, sufrió un incendio y naufragó en el Atlántico, quizás se tratara del “Cabo de San Antonio” de la naviera Ybarra...
Era un hombre de buen humor que cantaba y tocaba la dulzaina en las fiestas de su pueblo porque, entonces, no había orquestas. Con su voz y rascando una botella de anís con una cuchara, interpretaba jotas para que los mozos y mozas bailaran.
Nunca creyó que el hombre fuera a la Luna… Y lloraba cuando leía en la prensa que había habido un nuevo asesinato, de un policía o guardia civil, por la banda terrorista ETA.
Ésta es una de tantas historias que se podrían contar de nuestra España, en el siglo pasado, pero ésta –para mí- es diferente porque Braulio, el “tío Braulio” como era conocido por todos, era mi abuelo… Y como digo y no me cansaré nunca de decirlo, un hombre bueno que supo hacer felíces a todos los que tuvimos la fortuna de conocerle.
... Mi pequeño homenaje en el aniversario de tu cumpleaños...
PD: Dedicado a todos aquellos que supieron "tender" la mano a mi abuelo... Ahora, y especialmente, a mis amigos Sony, Guille, Maribel... y a todos los nacidos en tan hermoso país.
... Mi pequeño homenaje en el aniversario de tu cumpleaños...
PD: Dedicado a todos aquellos que supieron "tender" la mano a mi abuelo... Ahora, y especialmente, a mis amigos Sony, Guille, Maribel... y a todos los nacidos en tan hermoso país.
Precioso homenaje que le has dedicado a tu abuelo, una historia cargada de sentimientos , de recuerdos, de cariño .
ResponderEliminarUn beso
Precioso relato Towanda, yo le hice una entrada parecida a mi suegro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Compañera, me ha FASCINADO la historia de tu abuelo, y me ha encantado la dedicatoria. Por la busqueda que todos debemos hacer. Un abrazo.
ResponderEliminarpreciosa historia. La emigración es algo inherente a este país donde vivimos. Lástima que se nos olvide más de la cuenta
ResponderEliminarPreciosa historia, q suerte tuviste de poder compartir tiempo con ese hombre tan sencillo a la vez q admirable
ResponderEliminarBesos pilo
Guadalupe: Éso es lo que siento y seguiré sintiendo por él, a pesar del tiempo que hace que se fue...
ResponderEliminarMuchas gracias por acercarte a dejar tan hermosas palabras.
Un abrazo.
Una bellísima historia de vida, de parte de tu vida familiar...Allá donde esté tu abuelo Braulio estará orgullosísimo de su nieta "Towanda" una mujer llena de sensibilidad y buen corazón al igual que él.
ResponderEliminarAbrazos amiga.
Jose: Díme el enlace o el título para leerlo...
ResponderEliminarGracias por venir.
Un abrazo.
DDmx: Gracias también a ti. De la historia en Argentina no quiero andar preguntando mucho a mi madre (su hija Laura) porque sé que aún le llora.
ResponderEliminarUn abrazo enorme por acompañarme en esta entrada tan especial para mí.
Noelplebeyo: Tienes muchísima razón. Los que salen de su tierra en busca de un futuro mejor, se merecen todo nuestro respeto y, si podemos, ayuda.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Pilo: Tuve mucha suerte en conocer a un hombre tan bueno y tan especial. Me enseñó cosas que no vienen en los libros y no todo el mundo es tan afortunado.
ResponderEliminarGracias por sumarte a mi pequeño homenaje.
Un abrazo.
Acróbata: ¡Ojalá que así sea!, si está en otra dimensión o dónde esté me gustaría que me viera y supiera que algo aprendí. Y que aún le recuerdo y hablo de él a mis hijas y a mi marido...
ResponderEliminarEra un ser de luz y nunca nadie pudo hablar nada malo de él.
Ah!, además me enseñó a cantar jotas y a rascar la botella de anís del mono, jajajaja.
Grandes recuerdos que quería compartir.
Un abrazo enorme.
Ahora entiendo cuando me comentaste que Argentina te traía muchos recuerdos!!
ResponderEliminarTowanda, no vivo en Argentina, soy española y vivo en Oviedo. En el blog estamos publicando ultimamente mucho de Argentina, pero si te fijas hay fotos de otros paises. Ya te contaré algún día...
Un abrazo, amiga.
Siempre es bonito recordar a aquellos que se han ido, sobre todo si fueron personas buenas que nos aportaron cariño y una pequeña parte de su sabiduría.
ResponderEliminarMuchas felicidades para él y otras tantas para ti por tan hermoso homenaje.
Un beso enorme
Maribel: Pensaba que eras de allí, jajaja, bueno la dedicatoria está hecha y eres parte de ella.
ResponderEliminarComo no te conozco hace demasiado tiempo pensé así, sin preguntar. Ya me contarás algún día...
Un abrazo también para ti.
Efraim: Es muy bonito el recuerdo cuando el tiempo ha hecho que la pérdida esté superada, tienes razón.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por sumarte a este recuerdo.
Un abrazo enorme.
¡Qué bonito Towanda! ¡De qué manera tan sencilla has dejado plasmada la huella que tu abuelo ha dejado en ti! Sin duda una gran persona de las que pasan despacito por la vida pero dejando una gran huella . Enhorabuena por ti, por tu familia y por los sentimientos que transmites en todo lo que haces,
ResponderEliminarUn besazo enorme desde la orilla del mar. ESPE
ESPE: Gracias reina. ¿Qué más decir?.
ResponderEliminarTengo un poquito de congoja porque, y ya me irás conociendo, soy una "blandita". Este post me emocionó al irlo escribiendo y me emociona con cada comentario que llega...
Gracias Espe por acercarte desde la orilla del mar hasta mi pequeño hogar.
Un fortísimo abrazo.
Afortunada mujer, haber conocido a un hombre así y que ser su descendiente, y llamarle abuelo. Precioso el relato de Braulio. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarOle por Braulio y por ti Towanda.Que gran relato y que suerte de haber tenido un abuelo tan grande.
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha gustado el relato que nos has hecho de tu abuelo. Todos, sobre todo por estas tierras, hemos tenido algún antepasado que se marchó a "hacer las américas". Uno de mis abuelos también lo hizo, a Cuba, y una hermana de mi abuela vivió allí la mayor parte de su vida. La historia que nos has contado no solo es bonita sino que está muy bien contada. Saludos.
ResponderEliminarFascinante historia la de tu abuelo Braulio, por entonces ir y volver de Argentina era comparable a viajar a la luna. Es todo un orgullo descender de tan buena gente.
ResponderEliminarEs una historia preciosa, ya decía yo que eras una "tia guay" claro... de tal palo tal astilla,cuanto más se acerca uno a los grandes hombres, más cuenta se da de que son hombres,no me extraña que estés tan orgullosa de tus abuelos porque desde luego que es para estarlo
ResponderEliminarun beso muy grande
Hola Towanda, que historia tan maravillosa! me atrapo desde un comienzo y a medida que avanzabas contando el relato con tanta pasión imaginé que tenía algo que ver con tu familia.
ResponderEliminarLa historia está increíblemente relatada, fiel a tu estilo.
Gente como tu abuelo, e incluso los mios que vinieron de Alemania y otros tantos, hicieron de la Argentina un país hermoso con su bagaje cultural, su amor por el trabajo y sus valores morales.
Maravillosa y conmovedora historia, relato genial con excelentes fotografías. Una entrada sublime.
Gracias por haberme mencionado amiga. Demas esta decir que me ha encantado al punto de la emoción.
Un abrazo.
PD: pensaste que podrías haber nacido en Argentina??? ja ja ja.
Fenomenal historia querida Towa. Tierna, sincera, sentida...Genialmente contada e ilustrada... Muchas gracias por dejarnos ver estas joyas, estas cosas... Muchas gracias.
ResponderEliminarUn beso.
Una entrada preciosa y tierna amiga, realmente aquella época fué dura para los españoles, rara es la familia que no ha tenido algún pariente que tuvo que emigrar fuera, por eso a veces me indigno cuando se trata con desprecio a los inmigrantes, nadie sale de su pais a buscarse la vida en esas condiciones por capricho.Me ha encantado tu historia Besitos.
ResponderEliminar¡Es precioso, Towanda! Me ha encantado y me has emocionado...
ResponderEliminarSiéntete afortunada de ser nieta de un hombre así ;)
Un abrazo!
Cualquier día no llego al final de los comentarios, jajaja. Qué cantidad de seguidores tienes, aunque no me extraña.
ResponderEliminarSé poco de la juventud vivida por mis abuelos y, menos, por mis bisabuelos. Sólo sé que tengo dos bisabuelas por parte de mi abuelo materno. Su madre biológica murió (no sé cómo) y su padre volvió a casarse y tuvo una pila de hijos. Tengo que ponerme a hablar con mi abuela (la única que me queda) y preguntarle cosas, porque luego, todo queda en el olvido.
Me ha encantado el homenaje a tu abuelo. Un gran hombre sin duda. ¿No volvió a Argentina?
Un beso muy fuerte.
Preciosa historia, tu abuelo fue un gran hombre...un día escribí una historia parecida hace algunos años para un trabajo en la universidad, tenemos una manera parecida de redactar. Algun día compartiré mi historia por mi blog, ya la verás. Un beso.
ResponderEliminarUffff es increible como lo has redactado. Es francamente bueno y una historia precioso. El final es genial. Pura sensibilidad. Seguro que tu familia se siente orgullosa. Un besazo guapa.
ResponderEliminarQué precioso sentimiento.Y que vida más intensa la de tu abuelo.Yo también recuerdo mucho al mío y tuve la gran suerte de disfrutarlo muchos años pues falleció hace 10 y yo tengo 33 años.Imaginate!!!!
ResponderEliminarMe encanta lo de épocas pasadas ,las historias calladas de tantísimas personas, la historia de afectos desgarrados por las distancias, de esperanzas indescifrables.
Personas que dejan una huella profunda en nuestras vidas.
Hermoso como lo has plasmado y las fotos son preciosas.
Un beso.
¡Qué bonita entrada! Llena de sentinmiento y ternura. FELICIDADES HOY ES NUESTRO DIA, así que ¡ha celebrarlo! Saludos
ResponderEliminarSe nota la emoción que embebe este relato. Emocionante.
ResponderEliminarBesos.
Towanda: no me salen las palabras adecuadas para decirte o transmitirte todo lo que me ha apasionado este relato.
ResponderEliminarUn besito.
Me ha parecido una bonita historia y más sabiendo que es real.
ResponderEliminarLa realidad con frecuencia supera con creces a la ficción.
Enhorabuena. Un saludo
siempre tienes esa magia de hacerme emosionar y reirme a la vez,como lo lográs piba?jajajajajaj
ResponderEliminarhay mi querida amiga,que historia mas preciosa y emotiva de tu querido abuelo y su paso por mi tierra,cuanto me alegro que sus recuerdos hayan sido gratos e inolvidables de aquellos años vividos en buenos aires.
veo que como muchos se le pego a tu abuelo las palabras de alla hee jajajjajaj me he reido un monton amiga.
muchas gracias por compartir este bello homenjae a la memoria de tu querido abuelo y tambien hacernos participes de este homenaje a nosotros tus amigos argentinos.
te dejo un fuerte abrazo amiga y te deseo un muy feliz dia de la mujer porque eres una grande entre las grandes!!!
Un texto muy sentido. Desde el primer momento sabía que detrás había un nexo familiar. Solo desde la experiencia propia y desde los sentimientos propios pueden salir escritos así de chulos. Un aplauso.
ResponderEliminarBesos.
Emejota: No sabes hasta qué punto me considero afortunada y orgullosa de ello.
ResponderEliminarGracias por venir y sumarte a mi homenaje.
Un abrazo Eme.
Paco: Es que era muuuuy grande, de verdad lo dígo.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias, gracias, gracias.
Mirlo: No es como los viajes con los que tú nos deleitas, pero éste tuvo su aquél.
ResponderEliminarMi agradecimiento y mis abrazos por venir.
Nati: Tienes razón infinita porque esos viajes eran muy largos para aquellos que no tenían dinero suficiente para comprar un pasaje de los cómodos.
ResponderEliminarGracias guapa y muchos abrazos.
Navegante: Dícen que "de casta le viene al galgo", jajaja.
ResponderEliminar¡Ojalá y fuera tan buena gente!.
Un fortísimo abrazo.
Guille: Mencionarte era como manifestar el agradecimiento que siento hacia tu país...
ResponderEliminar¿Te imaginas una Towanda de la Pampa... píbe, me voy con vos...?. Jajajaja.
Un fortísimo abrazo Guille y mi agradecimiento.
Rombo: Siempre las gracias a vosotros por acercaros a compartirlas...
ResponderEliminarGracias rechulo.
Un abrazo.
Mª Carmen: Habría muchas historias para contar de esa época cuando familias enteras salían buscando una vida mejor. Y estoy contigo en que no era un capricho, sino una forma de prosperar... trabajando duro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sandra: Preciosa tú... Pregunta a tu abuela sobre ello y escríbelo porque siempre es bonito saber algo de los que estuvieron antes.
ResponderEliminarNunca volvió a la Argentina. Cuando se casó con mi abuela, tuvo hijos (5) y se dedicó a cultivar su huerto. Cuando ya fueron mayores se vinieron a vivir a Madrid y ahí fue cuando más contacto tuve con él.
Gracias preciosa Sandra.
Un abrazo.
Xaquelina: Estoy deseando leerla.
ResponderEliminarMi agradecimiento sincero y mis abrazotes.
María: Mil gracias preciosa. Estoy bastante emocionada con las opiniones que me venís dando acerca de esta entrada y el corazón está "encogío"... ¿Qué más puedo decir que dar las gracias?.
ResponderEliminarBueno, sí puedo darte un achuchón virtual.
Irene: Estoy contigo en el interés por nuestros antepasados. Tú tuviste mucha suerte al tratar con el tuyo, tantos años.
ResponderEliminarLas fotos son de época y me encantaron también.
Gracias por unirte y mis abrazos sinceros.
(hoy hemos dejado el lado macabro para acercarnos al más tierno).
Fali: Gracias guapa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Torcuato: Emoción con dosis de cariño inmenso.
ResponderEliminarGracias Tor.
Un fortísimo abrazo.
Neurótika: Perdón que te salté...
ResponderEliminarMe alegro de haberte emocionado, guapa. Mi chica dura, es un pedacito de cielo....
Un abrazo.
BeatriZ: Tranquila, estás aquí y es suficiente.
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo.
Pensador compulsivo: Tienes razón y cualquiera de nosotros tendríamos historias personales que superarían cualquier guión cinematográfico.
ResponderEliminarUn abrazo y mi agradecimiento.
Sony: ¡Ché piba! qué bueno que viniste ... jajaja.
ResponderEliminar¿Te acuerdas que un día te comenté algo...? Pués ahí lo tienes. Por eso quiero yo tanto a tu país, y eso que nunca he estado. Ahora, te digo una cosa, cuando vaya iré a la calle Sarmiento, eso seguro.
Un abrazote.
Ángel: Es que mi chico es muy avispado... jajaja.
ResponderEliminarPensabas, ¡seguro! que alguien que te otorgó en una edidición especial el premio "tres zanahorias" tendría que ser alguien "especial" jajajaja.
Muchísimas gracias por venir y un fortísimo abrazo.
Una entrada deliciosa y emotiva sobre tus bisabuelos, me ha gustado mucho. Se nota que eran unas buenisimas personas y así habéis salido los descendientes. Lastima que la bisabuela muriese tan joven, y no pudiesen realizar juntos todos sus sueños.
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Neuri: Gracias preciosa... Pero la vida es como es y no valen lamentos. (bueno, eran mis abuelos).
ResponderEliminarA lo que íba, ¿estás mejorcilla?.
Querida Towanda:
ResponderEliminarEsta historia me ha recordado a la que me contaba mi bisabuela, pues mi tatara, tatara, tatara buelo, es decir su bisabuelo, vino de Galicia andando con unas alpargatas hasta Madrid.
Era un mozo de buen ver, rubio de ojos verdes, con un pelo rubio y un cuerpo dorado de andar desde su Galicia natal.
Era tan guapo que enamoro a un rica heredera, que por entonces tenía 20 años y él 18, no se como pudo saltarse la tutoria que entonces tenían las mujeres supongo que dejo embarazada a mi tatara, tatara, tatara abuela, es decir la bisabuela de mi bisabuela que se casaron.
La rica heredera tenia un cofre lleno de monedas de oro, que se dedico a gastarlas con gusto y explendor.
Por cierto murió mi antepasada con su segundo hijo y llegó a casarse con cuatro mujeres más todas ricas y que murieron al tener el cuarto hijo.
Mi antepasado murió con 102 años, algo muy normal en mi familia, pues mi bisa murió con 101 y mi abuela con la misma edad.
Marisa: ¡Qué historia tan bonita!...
ResponderEliminarEl rubio que vino del Norte atravesando pueblos y ciudades, ataviado unicamente con su piel dorada y unas zapatillas... ¡Precioso para escribir una historia! ¿por qué no te animas a hacerlo?.
Eres un saco de sorpresas y ¡me encanta!.
Lo de la esperanza ede vida en tu familia es genial porque, según eso, estás empezando y te queda muuuuuucho por vivir y por hacer.
Te felicito.
Un abrazo, preciosa.
Ay, pero que bonita homenaje a tu abuelo, estaría orgulloso si la pudiera leer. Hay muchos abuelos que no regresaron y que echaron raíces en esa bonita tierra, a saber cuándo "gallegos" habrá por esas y otra tierras
ResponderEliminarUn gran beso y otro que le mando por el aire a tu abuelo
Sobre mi salud podría decir como mi tia "que estoy mal-bien-regular" en fin que me tomo unos días libres de ordenador porque con las crisis de vertigo no veo ni los botones.
ResponderEliminarPero he dejado entradas antiguas que iran cargandose cada día, que para eso se pueden programar. Ellas solitas serán mi piloto automático.
Un besazo y hasta pronto.
Renacer: Muchísimas gracias por los besos que sé que los mandas con cariño.
ResponderEliminarYo te envío también muchos a tí.
Un beeeeeeeeso.
Neuri: ¡¡¡¡llamando a Neuri!!!!
ResponderEliminar¡¡¡llamando a Neuri!!!.
Olvídate de pasearte por ningún blog y haz el favor de descansar, ¡es una orden!.
Cuídate mucho y descansa de lecturas. Te seguiré visitando pero no quiero verte por aquí (solo hasta que mejores, eh????).
Un BESAZO....
¡Era tu abuelo! Precioso homenaje tanto a tu abuelo como a tantos y tantos abuelos que se fueron a hacer las “Américas”, algunos lo consiguieron y después de luchar volvieron, otros se quedaron. Has tenido suerte de conocerle, me has hecho extrañarle…, yo que no conocí a ninguno de los dos abuelos a veces echo de menos esas historias que jamás me contaron…
ResponderEliminarLaura es tu madre?
Besitos.
Precioso homenaje a tu abuelo, estará muy orgulloso de tí, y gracias por compartir esta historia tan preciosa con todos nosotros (de tal palo tal astilla). Un besazo guapa, te lo mereces.
ResponderEliminarCampoazul: Pues que sirva a modo de homenaje a todos aquellos abuel@s que salieron en busca de un futuro mejor...
ResponderEliminar¡Claro que tienes que echar de menos que te hablaran tus abuelos!... jolín, es una pena.
Laura es mi madre. Fíjate que es raro alguien con ese nombre en su edad.
Todas las Lauras, que conozco, son más jovencitas... si no todas, una gran mayoría, excepto mi madre que ya pasa de 70 años; el primer regalo del tío Braulio.
Campoazul, muchas gracias por venir este día tan especial.
Un fortísimo abrazo.
Miss Greti: Gracias guapísima, pero cualquier rama de ese tronco no le alcanza ni de lejos...
ResponderEliminarNo sé si he sabido plasmar la esencia de esa persona, espero haber conseguido una aproximación a un ser tan divino y no es pasión exagerada.
Muchas gracias de nuevo porque este post era especial.
Un besazo.
on yö ja menen pian nukkumaan. luin tarinasi. ah, se on hyvin kaunis. kunnian osoitus esi isälle. kerrot kauniisti ja koruttomasti.
ResponderEliminarrakastit myös Nerudan runoa, se ei ehkä ollut kovin hyvä käännös, en osaa Espanja.. Minun tuli ikävä minun poika, hän asuu Brasiliassa ja hänen kaunis tytär Laura ja pieni pojan poika Lucas.. niin ikävä tuli heitä, Argentiina on lähellä Brtasilia, kaksi hyvin suurta maata.. joskus menen copacabanalle:)) Lambadaa:)) Halaus!
Preciosa historia, casi todos tenemos en este país y mas si ere gallego, historias similares.
ResponderEliminarMis abuelo paterno emigro a Cuba, recien casado, donde trabajo en el ferrocarril, allí fue detrás mi abuela y tuvieron en Camagüey cuatro hijos , uno de ellos mi madre, en el pueblo de Rancho Chiquito.
Mi abuelo trabajo duro en el ferrocarril hasta que un día tuvo suerte en la ruleta y gano todo el dinero que trabajando no había conseguido.
Con ese dinero mi abuela, que tenia mas cabeza que su marido, dio la orden de todos para España, y aqui terminaron de criar a sus hijos y murieron, mi abuelo relativamente joven, mi abuela a los 92 años, Gloria toda una mujer.
Me has hecho recordar muchas cosas relativas a mis abuelos y también de mi madre fallecida hace años, todos recuerdos agradables y muy queridos.
Un abrazo.
Un luchador y un ejemplo. Vida, pasión y optimismo, eso mueve al mundo cuando se quiere parar.
ResponderEliminarLas leyes de la biología me dicen que no va a poder ser, pero me encantaría que algún día alguna nieta escribiese cosas tan hermosas de mi. Seguro que está feliz leyendo este homenaje una y otra vez donde quiera que esté.
ResponderEliminarUn abrazo
Que linda historia y homenaje, la imaginé como si de una película se tratase :).
ResponderEliminarNuestros abuelos tenían tanta voluntad y coraje... en los tiempos actuales todo se ha facilitado y eso nos ha hecho mucho más simples.
Me hubiera gustado conocer la historia de mis abuelos, ellos no eran muy comunicativos.
Saludos
Aikatkerine:
ResponderEliminarPaljon kiitoksia vierailusta ... En puhu kieltäsi ja käänsin kääntäjä. Joskus emme voi ymmärtää sanojen merkityksen, mutta luulen, ymmärtää, että poikasi elää Brasiliassa ja lapsenlapsesi nimeltä Laura. Laura on kaunis nimi. Äitini nimi on Laura, too. Kiitos, että tulit kommentoimaan blogiini. Lambada tanssi joskus, lol. Suudella ja halata erittäin vahva.
Iglesias: ¡Vaya historia la de tus abuelos!, me ha encantado. Se notó que tu abuela tuvo cabeza y plegó velas para venirse de vuelta.
ResponderEliminarMuchas gracias por acercarte y participar en el post.
Un abrazo muy fuerte.
Sergio: Efectivamente que lo fue, lo que pasa es que la vida no nos da siempre lo que se le pide.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu visita.
P.K.1976: Nunca digas: "nunca, jamás"...
ResponderEliminarNadie sabemos lo que nos deparará el destino. Y si tus nietas te llegan a conocer el tiempo suficiente, escribirán de tí lo grandísimo que eres. No me canso de repetírtelo.
Un beso y muchas gracias.
Carlobito: La verdad es que tenía ganas de recordarle, en estos días que hubiera cumplido años... Mis abuelos, los dos, me contaron historias, leyendas, oraciones, fábulas, canciones... Eran grandes comunidadores, siento que no pudieras conocer la historia de tus abuelos.
ResponderEliminarMi agradecimiento por acercarte y un abrazo.
mi querida towanda,a vos mas te vale que si un dia vas para mi tierra pases por mi casa primero y despues yo te llevo a la calle sarmiento y donde quieras porque si no vas a visitarme primero a mi te busco por todo buenos aires jajajjaja y no precisamente para convidarte un mate jajajajja sino para tirarte de la orejas jajajajajja
ResponderEliminarsi que recuerdo aquel dia que me contaste algo de tu abuelo y ahora entiendo por que queres tanto a mi pais y deseo de corazon que un dia puedas ir a visitarnos y conocer buenos aires.
besitos amiga y que sigas bien piba!!!!
jajajjajajaja
una época bizarra...
ResponderEliminarSony: ¿Ves, todo tiene un por qué?
ResponderEliminar¡Sos una loca...! jajajaja.
Si alguna vez voy, que iré pibita, te buscaré para que me enseñes la ciudad y la calle Sarmiento y poder tomarnos unos mates con algunos boludos y macanudos pibes porteños...
jajajaja
Muchos besos y que sigas superbien.
Hola, Towanda, muy bonita y delicada semblanza la que has escrito a Braulio, tu abuelo. Además las fotos nos traen también de golpe toda la fuerza evocativa de ese tiempo y de esos lugares que tan bien recreas. En mi familia somos segovianos y subsiste esa costumbre de darle a la botella de anís con un cubierto para hacer así "música" y cantarse algo. Así que, chin, chin y enhorabuena por el texto, Towanda.
ResponderEliminarSaludos blogueros
José Antonio: Mi familia es de Ávila y eso de rascar la botella de anís y cantar es algo de costumbre... ¡Somos casi paisanos!.
ResponderEliminarMuchas gracias por venir y unirte, ahora vamos a cantarnos una "jotita"...
Un abrazo.
Mi bisabuela María, con mas energía que el sol marchó al exilio y fue Avellaneda su destino, y allí en aquel rincón porteño nació mi abuelo, y ambos querían ver a su hijo y nieto nacer en España y volvieron con ese fin. Esta historia me la cuenta mi madre, y espero algún día poder cruzar el charco para ver aquel lugar, pero no tengo el coraje de ellos ni de lejos.
ResponderEliminarHoy va todo por un clik, pero ninguna tecnología podrá superar aquellas energías humanas cien por cien.
Precioso homenaje a tu abuelo y a tantas personas que vencieron a todo un océano, al tiempo, a todo.
Un abrazo!
Muchísimas gracias Carlos... Preciosos también tus orígenes.
ResponderEliminarAhora entiendo cuando me decías que no tenías tiempo. Estoy desbordada de tareas y encima sony Presidenta de la Comunidad, ¡ya te puedes morir!.
Un abrazo.
Towanda:
ResponderEliminarComo tu dices hubo tiempos difíciles en España. Esos tiempos empujaron a mi padre siendo apenas un muchacho a venir a la Argentina donde se casó tuvo dos hijos y rápidamente enviudo. Se casó nuevamente con quien fuera mi madre y al enviudar de esta se casó con su hermana menor (Mi tía) Con un resultado fuera de lo esperado.
Te comento por hacer notar algunas similitudes entre nuestros familiares pasados.
Vine a devolverte tu visita y a seguirte también
Tamally maak
Daniel Eduardo: Es cierto, tenemos unos orígenes similares. Muchas gracias por venir y comentármelos. Yo, como ya he dicho, adoro a la Argentina por como mi abuelo me hablaba de tu país.
ResponderEliminarUn abrazo y sé bienvenido a ésta que es tu casa, también.
Y con esta historia tan entrañable termino esta visita por tu casa, Una casa tan acogedora como su anfitriona.
ResponderEliminarYa no necesito más pruebas para entender lo de tu blog y tus cientos de seguidores. Eres especial.
"Encantada de haberte conocido".
Rosy, gracias por tantas visitas y tantas palabras de apoyo y de cariño.
EliminarYo, también estoy encantada de haberte conocido y espero disponer de más tiempo para dedicármelo a ti.
Un beso muy grande.
Pues ya ves, después de tantos años, aquí estoy yo para dejar mis respetos a tu abuelo y a ti.
ResponderEliminarSiempre te recuerdo... :)
Besos y salud