No sé cómo diantre he venido a parar a este lugar, que se me antoja desconocido… Tan blanco y con esa luz tan intensa y cegadora…
¡Joder!, si hace apenas unas horas estaba intentando hacer unos largos en la piscina… En los últimos meses he cogido algo de peso, bastante diría yo, y necesito hacer algo de ejercicio para no sentirme tan incómoda...
Un mal presagio se apoderó, entonces, de mis pensamientos y un extraño sopor tomó posesión de mi cuerpo. Contra el sueño no conviene luchar y caí rendida ante él. Me sucede con demasiada frecuencia en los últimos tiempos, aunque esta vez estaba siendo diferente…
Un mal presagio se apoderó, entonces, de mis pensamientos y un extraño sopor tomó posesión de mi cuerpo. Contra el sueño no conviene luchar y caí rendida ante él. Me sucede con demasiada frecuencia en los últimos tiempos, aunque esta vez estaba siendo diferente…
No soy consciente del tiempo que he estado durmiendo, aunque sí podría afirmar que alguien me puso algo en la cena… ¿me han drogado?... Pero, ¿con qué intención?... ¿Quién soy yo, para tomarse tantas molestias?...
Ahora, debo estar a miles de kilómetros de distancia… ¿habré sido abducida?. Me siento rara. Y ese color tan blanco me deslumbra o, quizás, sea el foco que está apuntando directamente a mi cara. Estoy inmovilizada y siento náuseas. ¡Qué olor tan fuerte!... Huele a sangre. ¿Qué están haciendo conmigo?... ¡S-o-c-o-r-r-o!... No puedo gritar. Tengo el cuerpo empapado y me siento desnuda…
Oigo palabras que no alcanzo a entender. Debo escapar de aquí… Pero ¿cómo?... ¡me han atado los brazos!, aunque no veo cuerdas...¡Eureka! Creo ver la salida!... Tal vez, haciendo un último esfuerzo, consiga escabullirme sin que reparen en mí…
¡Díos, mío! todo se acabó. Me acaban de atrapar…
¡Qué situación tan embarazosa!. No conozco a estos seres que me miran y sonríen. No entiendo por qué me pasan de unas manos a otras…
Lo que sí sé es que “¡YA!”, todo está perdido… ¡Adios "mundo cruel"!.. Lloro...
¡Qué situación tan embarazosa!. No conozco a estos seres que me miran y sonríen. No entiendo por qué me pasan de unas manos a otras…
Lo que sí sé es que “¡YA!”, todo está perdido… ¡Adios "mundo cruel"!.. Lloro...
- “Es una niña… (risas y miradas cómplices)… Una niña y es perfecta. Dos kilos novecientos… cuarenta y siete centímetros… ¡Felicidades, mamá!”.
PD: El milagro de la vida sigue siendo sorprendente...
El milagro de la vida.
ResponderEliminarQue hermoso y fantástico relato para narrar lo que tiene que ser sencillamente maravilloso, dar vida, dar a la luz traer a este mundo otra persona. Tiene que ser una experiencia única.
Un beso.
Towanda, confieso que me desconcertó la primera leída del relato, pero ya en la segunda entendí que es un parto. Un milagro como dices tú. Es una gran narración de lo que puede pasar dentro de la barriga de mamá y como un bebé va asustándose por salir fuera, a lo desconocido. Muy original, me gustó.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que ya he leído en alguna parte algo muy parecido, y en un micro, mi zanahórica amiga. Un buen relato (al que creo que le sobra el final, aunque sé que es muy tuyo; perdóname esa injerencia: creo que sobra la "explicación" del final, no es necesaria). En fin, espero no haberte molestado con estos gilipollescos comentarios, Towi. Saludetes calurosos.
ResponderEliminarÁNGEL
Towanda que manera tan original de contar el parto desde el punto de vista del bebe. Me ha encantado!!!
ResponderEliminarBesos desde el aire
¡¡Eureka!! mi niña, que preciosa forma de relatar ese extraño milagro que es la llegada al mundo. Parece absorbido de la memoria colectiva del subconsciente que de alguna forma todos compartimos.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Es una narración preciosa, Towanda. El final siempre sorprendente. Beso.
ResponderEliminarIglesias: Gracias, amigo.
ResponderEliminarSí que es maravilloso.
Un abrazo.
S.O.S.
ResponderEliminar...Houston, tenemos un problema!!!! me díce Blogger que no tengo autorización para entrar aquí. No me deja comentar, en mi propia casa.
Otra vez, que se me ha olvidado pagar el alquiler. Ma cagüen!
Se felicita a la mamá, pero no, de ninguna manera a la hija, que lo ha estado contando todo sin el menor recato. Desaforadamente.
ResponderEliminarQue bueno Towanda! esperaba pacientemente a ver a donde me llevabas con este relato en primera persona...y finalmente anclamos paradojicamente en el inicio de una nueva vida...eureka!! si!! bienvenida preciosa al mundo!
ResponderEliminarMuy bonito amiga.
Nicolás: Un milagro sorprendente y emocionante.
ResponderEliminarGracias.
Un besazo.
Ángel: ¿Cómo me vas a molestar tú?. Llevamos ya kilos de zanahorias a las espaldas, jajajaja.
ResponderEliminarEs posible que tengas razón, aunque no quería dar la "explicación"... era (y siempre lo pongo en color burdeos) la opinión que tengo yo misma, en primera persona, de lo que cuento.
Jolín, tendré que trabajarlo más.
Muchas gracias, como siempre, por tu sinceridad.
Besos, Angelín.
Jajaja tremendo Towanda! Has logrado convencerme de que la chica estaba muerta, pero no... Y sí, el milagro de la vida es maravilloso y sorprendente a la vez. Un besazo!
ResponderEliminarRosa: Algún día te contaré el mío, jajaja.
ResponderEliminarUn besazo.
Neuri: Muchas veces pienso lo que debe sufrir un niño en ese camino, desde el útero de la mamá hasta las manos de un tocólogo...
ResponderEliminarGracias, hermosa.
Que descanses y lo pases fenomenal.
Besazos.
Emejota: Gracias, amiga.
ResponderEliminarEso espero, una sorpresa al final.
Besos.
Anónimo: Se felicita a la mamá y se regala siempre a los recién nacidos... ¿Qué te parece?.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Guille: No me digas que no debe ser una experiencia traumática y, a la vez, maravillosa...
ResponderEliminarUn abrazo, Guille y muchas gracias.
Miss Bittersweet: Jajajaja, me encanta si te he despistado, con lo buenísima que eres tú. Yupi!
ResponderEliminarUn besazo.
Me encanto, realmente me encantó.
ResponderEliminarMientras te leia barajaba finales, pero tu le distes el mejor!!!!!!!!!!!
EStupendo!!!!!
Cariños y buen fin de semana!!!
Cada día me soprendo más cuando te leo.
ResponderEliminarMe encanta este escrito. Y sobre todo por el final tan bonito que tiene, pues qué maravilloso es ver a un niño nacer y sentirlo. Seguro que para el futuro bebé no es agradable estando tan a gustito ahí dentro, pero tiene que salir para dar la alegría a sus papis que ya tienen ganas de verle.
Precioso Men!.
Un beso grande
Abuela Ciber: Bienvenida y muchas gracias.
ResponderEliminarUn final que resultó ser el comienzo de su vida.
Un abrazo para ti.
Uxue: Gracias, bonita.
ResponderEliminarMe alegro que te gustara.
(PD: no soy Men, pero igualmente, te agradezco los cariños, jajaja)
Pues a mí me dio un poco de penita el miedo que tenía metido en el cuerpo el bebé, y creo sinceramente que tiene que ser un susto tremendo lo de nacer, al fin solo se le explica a la madre el parto pero el bebé de eso no sabe nada.
ResponderEliminar(Yo lo digo por experiencia, ya que tambien nací). :)
Besitos.
¡Angustias y llenas de incertidumbre al lector, para en un renglón llenarlo de DICHA! Mil felicitaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
"¡Joder!, si hace apenas unas horas estaba intentando hacer unos largos en la piscina… En los últimos meses he cogido algo de peso, bastante diría yo, y necesito hacer algo de ejercicio para no sentirme tan incómoda..."
ResponderEliminarSin joder, Towanda, pero sólo por no tenerte cerca; sobran estas líneas. No hay que engañar al amable lector. ¿Como puede una niña que está naciendo soñar con piscina, o coger peso?
Fin de crítica literaria.
¿Será así?.....Quién lo puede saber, lo que si parece claro es que el momento del nacimiento debe de ser traumático, pasar de un cálido refugio a un lugar frío y fuertemente iluminado debe de ser un choque brutal.
ResponderEliminarEnvuelves muy bien tus relatos de misterio.
Besos Towanda.
a veces creo que quiero quedarme en la piscina
ResponderEliminarCampoazul: Yo, que también nací como tú, no lo recuerdo (era muy pequeña) pero debió ser muy angustioso.
ResponderEliminarUn besazo, guapa.
Julio: Al final, como díces tú, la DICHA con mayúsculas.
ResponderEliminarGracias.
Unos abrazos.
Anónimo: Cómo se nota que no has leído la revista "Ser padres" u otras del mismo estilo...
ResponderEliminarUna niña que está naciendo coge peso desde su gestación (cada vez más. En los últimos meses más y más) y "nada" o flota o vive -como quieras decirlo- entre líquido hasta que la bolsa se rompe... Así, al menos, lo tengo entendido yo.
Gracias por la crítica, porque es buenísima. Me replantearé muy en serio cómo contar las cosas, de ahora en adelante.
Un abrazo.
Acróbata: Yo me lo imagino muy angustioso... No sé cómo será en la realidad.
ResponderEliminarGracias, majete.
Un beso muy fuerte.
Noelplebeyo: A lo mejor, harías lo correcto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Relato que necesita dos lecturas. En la primera como lector estoy totalmente perdido, intuyo una operación, no sé. Cuando veo la luz, como la protagonista, vuelvo a leer y disfruto entendiendo. No obstante, dos cosas me llaman la atención: que diga joder (quizás es por el origen); y que no sufra. Buen relato.
ResponderEliminarBueno, Towanda, me engañaste. No había pensado en lo del líquido amiótico (¿se dice sasí?) ni en el aumento natural de peso en el vientre de mamá. No obstante, dudo de que antes de nacer se tenga un idea clara del concepto burgués de piscina y de la no menos pija idea contemporánea de que engordar, no estar esbelto, es un pecado capital.
ResponderEliminarFin de crítica filosófica.
Lo he tenido que leer un par de veces para comprenderlo. Me ha encantado tu relato. Felicidades.
ResponderEliminarSorprendente, según he entendido yo, es un alumbramiento, aunque no descarto que pueda tener otras interpretaciones...
ResponderEliminarSaludos.
Wow, me ha encantado. Al principio estaba un poco confundida, pero ese final me ha encantado. Es el milagro de la vida, una vida que nace de otro ser. Felicidades, nos has enamorado de tu blog, lo leemos siempre
ResponderEliminarEl milagro de la vida . el milagro del amor.
ResponderEliminarXimens: En primer lugar, muchas gracias por dejarme tu opinión, que me encanta...
ResponderEliminarEn cuanto a que díga "¡joder!", puede se una expresión oída a través del vientre de mamá; es una expresión muy habitual (aunque a mí no me gustan las "palabrotas")... no solo se escucha la música clásica; podemos pensar que se oyen más sonidos o palabras.
Sobre el sufrimiento, creo que sí sufre y mucho. Hay mucha angustia...
Un abrazo.
Anónimo: Ahora me sales con lo de la piscina... jajaja.
ResponderEliminarNo dudes tanto de lo que sucede antes de nacer porque ni tú ni yo lo sabemos. Déjame a mí que me lo imagine así, porque ¿quién puede asegurar la veracidad o no de lo que cuento? Y si se trata de mi propia experiencia que recuerdo perfectamente.
De nuevo, gracias por venir.
Un abrazo.
Goyo: Gracias, majo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Garcibañez: Eso era.
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar.
Un abrazo.
Danger Ahead: Un milagro, efectivamente.
ResponderEliminarMuchas gracias y muchos besos.
Fali: Tienes razón, guapa.
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo.
Siempre he considerado el momento del nacimiento con ver a Dios.
ResponderEliminarDebe ser muy traumático...menos mal que no lo recordamos.
Saludos
Sorprendente modo de relatar el nacimiento, esta vez como si estuvieramos en la consciencia de esa niña a punto de nacer... su paso y trance hasta el nuevo mundo...
ResponderEliminarQue bello! lo has escrito tan bonito y original...
Besitos mediterráneos.
Muy bueno!!
ResponderEliminarMuchos días sin pasar, me alegro de volver por aquí (que no de haber terminado las vacaciones)
Un abrazo, Towanda
Muy bonito el final. Pensaba que habían abducido los ET's a la prota ... será que veo demasiada ci-fi ,saludos y respecto a tu coment por supuesto estás invitada... carta blanca,jeje!
ResponderEliminarHola Norma.
ResponderEliminarAl final lo conprendi todo.
Lsa verdad es que me empezaba a angustiar.
Muy bello texto sobretodo por su significado tan vital.
Abrazos.
Ricard
Hola guapa ,felicidades por el nacimiento de la niña , pero no te parece que que para dar a luz no hace falta estar aducido , es que es muy fuerte ,el relato esta super bien yo pense que era de extraterestres , valla que lastima , un beso de LM.
ResponderEliminarJajaja, ya te iba a tachar otra vez de macabra y me sorprendes con un final tan bonito...
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrada, un abrazo.
¡Que bonito Towanda! No hay felicidad más grande ,al menos para mi claro, que cuando das a luz y después de tantos meses de espera ves por fin su carita. Y es que hay dentro estan tan a gusto y protegidos que no me extraña que más de uno se enfurezca a la hora de nacer.
ResponderEliminarPerdona por mis ausencias, pero tengo un principio de curso muy complicado y de mucho trabajo ( menos mal que trabajamos poco), espero poco a poco tenerlo organizado todo como a mi me gusta y poder dedicarle tiempo a " mis amigas" y a mi blog que lo tengo super abandonado. La otra noche volví a ver tomates verdes fritos, ya casi se me habían olvidado algunas escenas, y me volvió a encantar. Gracias Towanda por tu sensibilidad y amistad ESPE
Que bonito… que tierno… El milagro mas perfecto e increíble… que conste que no sabia de que hablabas hasta el final. Un bessito.
ResponderEliminarMEN
Si, el milagro es la vida.
ResponderEliminarUna original forma de expresarlo.
Mis saludos.
Towanda Grande, Grande Towanda... creo que ha sido el mejor momento, el mejor post en meses en el mundo de los blogs que suelo visitar...
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por vuestros comentarios...
ResponderEliminarMe dan grandes "subidones" para continuar.
En estos momentos tengo muy poquito tiempo libre y creo que sabréis disculpar que no pasee por vuestros hogares, pero todo se andará.
Besos enormes.
Me encanta esa forma particular que tienes al escribir, confundes al lector, con giros inesperados, que me encantan y que terminan con un final inesperado. Estoy deseando pasar esa experiencia, (la de ser madre), todo se andara, a ver si llega pronto, je,je.
ResponderEliminarUn besazo mi querida Towi.
Julio nos recomienda tu blog, y por eso vengo a descubrir tu bello mundo.
ResponderEliminarUn beso.
No pude saber de lo que trataba el relato hasta el final, estuvo genial.
ResponderEliminarEl parto es el primer trauma, y uno de los más fuertes, que pasamos todos los seres humanos. Tu relato nos permite entender la razón.
Saludos amiga