–¡Puta
crisis!, cada vez todo más caro y con la mierda de pensión que te quedó no llegamos
ni a mediados de mes –cada día, la misma retahíla de reproches por parte de la
esposa.
–La
culpa la tiene el gobierno –respondía con calma el anciano a la malhumorada
mujer mientras podaba un bonsai.
–¿El
gobierno? Mira que te dije que te reengancharas unos años más pero al señorito
no le dio la gana; el señor ya había dado mucha vida a la empresa… ¡Vago, más
que vago! Todo el día mirando el jardín y perdiendo el tiempo con las plantas…
–volvía una y otra vez la esposa a meter el dedo en la yaga.– ¿Por qué te habré
aguantado tantos años con la de pretendientes que me cortejaron?.. Tanto elegir
para acabar con el peor.
–Paciencia,
Pura, que de comer no nos va a faltar –hablaba el viejito mientras intentaba
acariciarle el rostro.
–¿Comer?
A partir de mañana se te acabaron carnes y pescados… No hay dinero para la
compra de dos y, puesto que eres el más viejo, necesitarás menos para acabar
antes… ¡Qué cruz de hombre, Señor, qué cruz!..
El
día en que desapareció doña Pura cuentan que vieron al anciano, con visibles
muestras de agotamiento, llevando una pequeña pala manchada de barro. Acababa de
plantar unos bonitos rosales por encargo de su esposa.
Este microcuento es mi aportación a la segunda jornada de la convocatoria "La primavera de microrrelatos indignados 2013". Si quieres participar, aquí tienes las bases.
Una tocanarices menos...
ResponderEliminarBesos.
Hola, Toro.
EliminarVale, aceptamos tocanarices.
Besos.
Es una bendición, una mosca cojonera menos, pero aún el pobre la echaba de menos.
ResponderEliminarMucho santo varón suelto.
Y mira que escribe bien la señá Towanda, siempre me deja perplejo.
Dos abrazos a dos ángeles
Hola, Sau.
EliminarArriba la calificaban de tocanarices y aquí de mosca cojonera...
Bueno, ejem, santos varones sueltos no creo yo que haya tantos pero éste he de admitir que sí lo parece.
Gracias, locatis.
Besos.
MALA PÉCORA!!!
ResponderEliminarHola, TRacy.
EliminarSiguen apareciendo adjetivos: tocanarices, mosca cojonera y mala pécora... Esto marcha.
Gracias, guapa.
Un recorte de los gordos, solo habia dinero para uno.... esos rosales creceran con rabia.
ResponderEliminarBesitos.
Hola, Campo.
EliminarRecortó a lo bestia el abuelito. Creo que los rosales crecerían con grandes espinas.
Besotes.
No se anduvo con chiquitas,
ResponderEliminarSaludos.
Ana Martínez
Hola, Ana.
EliminarLa verdad es que no; cortó por lo sano.
¡Vaya tipo más bestia!
Besos.
ya te leeré cuando vuelva un besazo preciosa
ResponderEliminarHola Rosy.
EliminarVale, te esperare.
¿La pala tenia manchas de barro ...rojo?
ResponderEliminarUn buen relato, a mi me ha gustado mucho. Saltos y brincos
Hola, Ester.
EliminarLa verdad es que no me lo contaron; tan sólo me dijeron que había barro. Lo preguntaré.
Gracias, saltarina.
Jajj que habría hecho el viejito para merecerse semejante cruz, ahora ya podría comer doble. Bss.
ResponderEliminarHola, emejota.
EliminarBueno, dicen que cada uno tiene lo que se merece... Igual no era tan buenecito; no lo sé.
Un besote.
La puta crisis hasta en la virulenta boca de la mujer.
ResponderEliminarQué monos los rosales,oyesss
:)
Seguro que engordó...el pobre viejito,digo!
Hay gente p'a tó
Besos.
Hola, Marinel.
EliminarLo cierto es que la señora Pura era una auténtica deslenguada y su mala lengua nada tenía que ver con su casto nombre...
Una mujer contradictoria.
El viejito engordó, ya lo creo que engordó.
Un beso fuerte.
Hola Zum.
ResponderEliminarEso digo yo...
Besos.
Está claro que el escrache en pareja es extremadamente peligroso.
ResponderEliminarMuy bueno el relato, es un disfrute leerte.
Besos.
Hola Gemelas.
EliminarTenéis razón. Este pobre hombre llegó a sentir que su vaso se había colmado; igual que me siento yo, mi vecina la del segundo, el conductor del autobús y la mayoría de las personas que conozco y con las que hablo, de la situación económica y de recortes...
Cosas de los recortes.
Besos.
La cruz no sabe de sexos....
ResponderEliminarCuánto me ha gustado tu relato
Saludos
Hola, Pilar.
EliminarLa cruz es cruz y, cada cual, la llevamos como podemos.
Gracias por acercarte hsta aquí.
Un beso.
Que cruz...que cruz...
ResponderEliminarMira que con ese abono, los rosales... ;D
Siempre sorprendente.
Besote guapa
Hola, doctorcito.
EliminarA lo mejor sí o a lo mejor se le avinagraron.
Besos y gracias.
Y doña Pura debio quedar muy contenta porque seguro que esos rosales crecieron rapidos y frondosos gracias a su aportación. Y luego estaria quejosa que su marido no la escuchaba...En fin requetepreciosa estoy segura de que este microcuento va a arrasar porque es tierno y emotivo, me ha encantado ese dulce canto a la "paciencia" indignada. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Neuri.
EliminarDoña Pura y el viejito paciente, una pareja en la que uno intenta hacer un guiño cómplice y la otra toma la tijera para recortar gastos a costa del pobre pensionista. Casi como está pasando en el mundo.
Gracias, guapa.
Anímate y en mayo colocas tú uno porque esto de los micros indignados tiene una tercera jornada...
Besos.
Me ha gustado mucho Towanda!!! Pobre viejecito!!.
ResponderEliminarNo creas que hay muchas mujeres que los llevan asi. pobrecitos...Que descansado se quedaría.
Bienvenida otra vez por aquí. Se te echaba de menos.
Un abrazo fuerte
Hola, María Mercader.
EliminarTienes razón, pobre viejito y pobres de todos nosotros como la cosa no se arregle.
También yo echaba de menos a todos los amigos y amigas.
Besos, guapa y muchas gracias.
Towanda, me alegra verte en esta iniciativa y leerte por supuesto. El pobre viejo representa, en mi modo de ver, a todos esos ciudadanos que somos nosotros que aguantamos lo que nos tire. La única diferencia, hasta ahora, es que seguimos y seguimos... ya veremos hasta cuando.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos.
Hola Nicolás.
EliminarHa sido Ximens el que me ha ido animando, cada sábado, a hacerlo. Asi que la participación se la debo a él.
Ése es el sentido exacto y correcto de la historia.
El viejo eres tú y soy yo; es también ese pensionista que se jubila con una pensión mediocre y no llega a fin de mes. Y Pura, ya sabes quién es... Una loba que puede ser el estado, el gobierno, la banca, la Merkel o yo qué sé que se encargan de afilar tijeras.
Gracias, guapetón.
Besos.
La mato?? Par aprovechar su carne?? Jejeje Oh dios!! Veo demasiadas noticias! Pudieron haber juntado para el te!
ResponderEliminarHola, Gary.
EliminarBueno, no lo sé, ella desapareió y él plantó unos rosales para ella...
Besos,
No pongo nombretes es una historia de vida mas de aqui de allá de más alla.
ResponderEliminarabrazo
Hola Fiaris.
EliminarEs una historia que puede ser muchas cosas diferentes. Es algo actual y es tremendo.
Besos.
Muy original y la crisis esta fuerte.
ResponderEliminarHola, Citu.
EliminarLa crisis es dura y hay personas que están en situación muy precaria.
Besos.
Bueno, finalmente el señor hizo lo que tenía que hacer con alguien así
ResponderEliminarXD
saludos!
Hola, Nefer.
EliminarCreo que sí.
Besos.
No le reprocho nada al anciano, nada de nada. Vivir con Pura era un castigo insufrible...
ResponderEliminarBss.
Hola, Mar.
EliminarAl anciano se le hincharon las narices, como se nos van a hinchar un día a todos los ciudadanos con tantos recortes y tantos chorizos que viven como Dios...
Besos, guapa.
En el autobús veo muchas parejas de ancianos haciendo oposiciones a abonadores de rosales.
ResponderEliminar¡Bruja!
Hola, cuentón.
EliminarSon unas buenas oposiciones, creo.
¿Bruja? ¡Eso no me lo dices a la cara!
Pero si soy muy buenecita...
Besos, simpático.
No me extraña!!!!! Hay algunas esposas que son bastante cansinas. Towanda me ha encantado como siempre tu relato. Un beso
ResponderEliminarHola anayaika.
EliminarHay matrimonios (estado/ciudadano) que como no se preocupen en quererse... están condenados al fracaso.
Besos.
Como en todas las historias, se nos cuenta lo mala que es una y lo bueno que es otro en determinado momento. Si se plasmase una discusión de las mías seleccionada, me iban a vestir de todos estos epítetos y de muchos más. Algo bueno tendría Pura cuando el hombre se fijó en ella.
ResponderEliminarBuen relato, como siempre, aunque últimamente estás muy desaparecida. Lástima.
Un beso de un mal hombre.
Hola, Sbm.
EliminarÚltimamente ando perdida, tienes razón. Se juntan muchas cosas y poco tiempo; intentaré corregirlo, no lo dudes.
En este caso me tienes que dar la razón porque Pura no es tan pura como parece y el anciano eres tú... Y yo y mi marido y mi vecino y el autobusero y el carnicero y el desahuciado y el parado. Somos todos los que estamos indignados con tanto recorte y tanta gaita.
Un beso muy grande.
PD: Estoy a punto de quitarme los calcetines, jajaja.
Yo anciano? jajajaja, no das una! Si soy un jovenzuelo con el ciclo capilar al revés!
EliminarTe doy la razón y te doy un beso (muy grande), y te doy membrillo.
No te quejes!
Towanda, Pura buscó su destino, y el viejito tuvo que ser obligado participante, un abrazo!
ResponderEliminarHola, María cristina.
EliminarMuy bien, guapa. Me gusta ese comentario.
Besos.
¡Anda!.No sabía yo de esta faceta macabra de Towanda.
ResponderEliminarNo sé por qué estas cosas tan patibularias me hacen gracia.
Debe de ser por la calenturienta imaginación de quien las escribe así.
jajaja.
un bsazo
Hola, Spa.
EliminarTengo dos facetas: la moñas (=dulce, empalagosa, prudente) y la macabra.
Hoy tocaba macabra porque el tema de la indignación no daba para otra cosa.
Bueno, ¿mente calenturienta?, ya lo creo. Menos mal que pulo y endulzo mucho antes de dar salida a los textos.
Me he descubierto: tengo una cara B que no potencio mucho porque me identifico más con la cara amable.
Un beso, guapetón.
Hizo bien el pobre hombre. ¿Y lo bien que se iban a dar los rosales? :P
ResponderEliminarBesazo
Hola, dolega.
EliminarSólo sabemos que ella desapareció y que él plantó unos rosales por encargo de ella... Quizá Pura se largó con un jubilado más rico, ¿quién lo sabe?
Besotes.
Que conducta más injusta la de la sra Pura, seguramente será mejor persona convertida en rosal.
ResponderEliminarun besote
Hola, Sabores.
EliminarJajajaja, pues sí, seguro que dará mejores flores que contestaciones...
Gracias y besotes para ti.
Pura se expresa igual que todos los que han provocado esta situación: que trabaje más, que no te jubiles hasta que digamos, que vas a dejar de comer para que nosotros robemos más... ojalá encontremos esa pala igual que el viejito de esta historia.
ResponderEliminarBuena aportación.
Besitos
Hola, Elysa.
EliminarIgual, igual. Vamos, que es Pura sólo de nombre.
Lo has visto muy claro, guapetona.
Gracias por acercarte y comentar.
Besos.
¡Vaya dos! A la viejecita daban ganas de hacer con ella lo que hizo el viejecito tan bueno, tan resignado...tardó en demostrar que nadie es bueno.
ResponderEliminarPero tú escribiendo lo eres y mucho.
Besos Towanda
Hola, Lola.
Eliminar¿Trajiste bizcochito de fresa? Menuda pinta tenía, jajaja.
Doña Pura es una tirana que abusa y golpea cuando puede y dónde más duele. No quiere a nadie, sólo le importa la bolsa... Fíjate, como muchos políticos, chorizos varios, banqueros. Es igualita que todos esos.
Y el viejito resignado soy yo, que pago impuestos, que no tengo cuentas en Suiza, que nadie me da un sobre, que si me incumplo una norma pago una multa... Y también eres tú, y tus hermanas y sus maridos y tus vecinas y mis hijas...
Gracias, tesoro que eres un sol.
Una buena aportación a la primavera indignada. Eso sí: qué cargante la señora, qué bruja. El señor, más majete, mucho más.
ResponderEliminarUn abrazo, Towanda y encantada de conocerte.
Hola, Isabel.
EliminarEn realidad, doña Pura se lo merecía y no es que yo aplauda estas conductas, nada más lejos de mi intención, pero es que era muy recortona.
Gracias por acercarte y encantadísima de haberme encontrado contigo.
Un beso muy grande.
Pobre hombre, que harto estaba, aunque aguantó muchísimo tiempo, otros no somos tan pacientes..
ResponderEliminarBuen micro.
Gracias por pasarte por mi casa.
Un beso
Hola, Ojos de la Niebla. ¡Bonito nombre!, me gustó.
EliminarOtros no somos tan pacientes y se nos comienzan a hinchar las narices de tanto choriceo.
Un beso muy grande y muchas gracias por acercarte.
¡Qué consuelo que desapareció ella primero! Mira que era un santo paciente él.
ResponderEliminarBesos.
Hola, mpmoreno.
EliminarSí, desapareció la primera y el pobrecito le plantó flores... Era un gran tipo.
Besos.
Un retrato extremo que nos permite saborear la venganza de las víctimas de la crisis. No acabo de ver a ese anciano capaz de haber hecho nada malo con esa pala. Veo mucho cariño hacia Doña Pura.
ResponderEliminarHola, Miguel Torija.
EliminarEs extremo como lo son las situaciones que, a diario, nos llegan por familiares, vecinos, medios de comunicación.
No te preocupes por el viejito que no ha hecho nada malo, lo sé de buena tinta y amaba a doña Pura por encima de todo; fíjate si sentía amor que cuando desapareció corrió a plantarle rosas...
Un abrazo y enhorabuena por tu libro.
No me extraña!!!!! Hay algunas esposas que son bastante cansinas. Towanda me ha encantado como siempre tu relato. Un beso
ResponderEliminarHola, reducción mamaria.
EliminarBueno, esa crisis tómala como una mala esposa, que en realidad es lo que es.
Un beso.
Gracias!!!!
Jope, Tow, juraría haberte comentado este relato, pero ya no sé si solo fue en la sección de conservas. Me río porque mujeres así existen, dando por saco todo el tiempo sobre la inutilidad del marido. Tu relato hace referencia a la miseria que nos traen y encima nos echan la culpa de haber sido pebres por encima de nuestras posibilidades.
ResponderEliminarHola, Ximens.
EliminarLo hablamos cerca de las celulosas para el WC, recuerda.
Las mujeres así, ¿existen?, no me lo creo. Las mujeres somos buenas; discrepo contigo, jajajaja.
Un abrazo.
Qué triste que sea tan real como la vida misma.
ResponderEliminarEste viejete, qué clase de abono utiliza para abonar los rosales???
Me gusta por que callas más de lo que cuentas...
Buen relato, te deseo mucha suerte.
Un beso enorme
Hola, Rosy.
EliminarAbono orgánico natural, no hay nada como eso para que los rosales crezcan y crezcan.
Me gusta que te guste más por lo que callo que por lo que cuento.
Gracias.
Besos grandes.