Darío quería que este aniversario fuera algo especial, no en vano había pasado toda la noche esperando en las puertas de unos grandes almacenes, a que se pusiera a la venta el nuevo modelo de Smartphone, el más inteligente del mercado. Lo último en tecnología para su querida Diana, la chica que había entrado en su vida como un rayo de luz. Hubo de rascarse muy a fondo el bolsillo, pero la ocasión bien lo merecía…
Cuando, ¡por fin!, abrió el pack en su casa y sintió el tacto del móvil entre sus manos, se consideró el hombre más afortunado del mundo. Le extrañó que no hubiera libro de instrucciones, ni cable de corriente o para conexión USB, aunque ausencias tan banales ante tamaña ingeniería eran eso, banales.
Introdujo su tarjeta SIM para hacer las primeras pruebas de funcionamiento. Una interfaz intuitiva le fue guiando en las configuraciones. Tonos de llamada, marcación por voz, respuesta también por voz, ¡la hostia!, perfil de usuario, navegación por redes sociales, autonomía indefinida… ¿Autonomía indefinida?. Sí, sí, el móvil no necesitaba cargarse a la corriente eléctrica. Por un sistema de transmisión PET, "power energy transfer", el aparatejo era capaz de capturar del usuario la energía necesaria...
Un último paso, personalizar la apariencia con la elección de un "avatar", un nombre, y estaría listo.
Un último paso, personalizar la apariencia con la elección de un "avatar", un nombre, y estaría listo.
Fue eligiendo primero el sexo; por supuesto, femenino y después el color del pelo, los ojos, las medidas, el estilo y aficiones… y por último el nombre: Diana, como su chica. Un mensaje de voz desde el otro lado del teléfono: “El nombre de usuario se encuentra ya registrado, elija otro por favor”… Hmmm, no podía ser otro, por lo que pensó en “Diana Segunda” y se dispuso a teclearlo en la pantalla táctil… No hizo falta terminar de escribir, un nuevo mensaje de voz le confirmaba que la configuración inteligente acababa de ser realizada con éxito. En ese momento, en la pantalla apareció el rostro de ella, Diana Segunda, un "bomboncito", que le daba la bienvenida…
Cuando miró su reloj, viendo el tiempo que había pasado, decidió apagarlo, sacar su SIM e introducirlo en su cajita roja. Entonces le pareció escuchar que un sonido, como un gemido o un suspiro, se escapaba del aparato. Sorprendido, aún más si cabía, miró al rostro que aparecía en la pantalla observando perplejo como Diana Segunda, tras un lento parpadeo, dejaba brotar una lágrima de sus ojos…
¡Ostras!, no se lo podía creer… Además de inteligente, ¿era capaz de sentir?... Esto ya era “de locos”…
Como si de una charla entre amigos se tratase, y en un acto impulsivo, le consoló diciendo: “Tranquila Diana, que tú te quedas aquí”…
(continuará)
Increible relato, mientras no confundamos a los humanos con las maquinas y las ciber eelaciones no sustituyan a las relaciones personales, que viva la tecnología.... Aunque da que pensar....
ResponderEliminarbloger no me deja comentar con mi perfil soy:
http://ricardomarinaraluce.blogspot.com/
jajaja,me encantó leerte.
ResponderEliminarojalá mi móvil tuviese todas esas funciones...
Un placer pasar por aquí.
Un saludo.
Que maravilla la ciencia y el amor, todo en uno. Imposible imaginar que derroteros seguirá tu historia. Así que nos toca esperar, no sin mucha impaciencia, y dejarme sorprender una vez más.
ResponderEliminarTu también eres ¡la leche! y que me gusta como escribes (aunque todavía no seas invisible).
Mil besos de colores domingueros.
Ricardo: Ésa es la clave, no confundir entre máquinas y personas.
ResponderEliminarUn abrazo...
Canto de la Luna: Igual sería un móvil interesante, pero a mí no me gustaría demasiado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Neuri: Jajajaja, derroteros imprevistos que confío en que te sorprendan.
ResponderEliminarNo, no, la leche eres tú y solo tú.
¿No hueles a algo rico?... Hmmm, estoy preparando el cocido del siglo. Me encanta comerlo y guardar el caldito para hacer sopita en la semana.
Muchas gracias, querida Neuri, porque sabes que te adoro.
Un besazo, amiguita.
Lo que hace la fantasia de tener un Smartphone...
ResponderEliminarsi es que ya ko dicen "teléfono inteligente"...y sorprende ¡hasta con sentimientos!...que será lo próximo.
Saludos.
Muy bueno Towanda
ResponderEliminarHas hecho que algo frío tenga "sentimientos". Aunque al paso que vamos eso sucederá cualquier día, que el mismo móvil nos responderá y será un compañero más,... Miedo me da a veces la tecnología.
Sigo en la espera a ver qué sucede con Diana segunda y Dario,...pufff!!!
Pasa un buen domingo.
Besos
No sé porqué al leer lo del "avatar" pensé que Darío y Diana serian una sola carne. Luego veo que me equivoco, va por una camino algo tenebroso... ¡Hum! que mal me huele este control de la tecnología. Esperemos la próxima entrega, pero creo que los relatos no debería partirse en entregas, pierden intensidad. Problema mío, seguro.
ResponderEliminarBueno, nadie dijo que el amor fuese fácil, creo saber por dónde van a ir los tiros, pero como sueles sorprenderme mejor me lo callo y espero...
ResponderEliminarBesos Towanda.
¡Jolín! que pánico y también que envidia de teléfono inteligente..., aunque yo no me puedo quejar del mío que tiene vida propia: se apaga solo cuando considera que ha de ahorrar batería y se esconde para que no gaste en llamadas..., ¡un cielo!.
ResponderEliminarYo creo que Darío se va a quedar con Diana Segunda y le va a comprar otro a su Diana Primera otro más "corrientito"..., para no liarse de nuevo.
Besitos.
Buena entrada, y dejame decirte que algun dia existiran celulares asì.
ResponderEliminarsaludos
ja,ja,ja lo que nos faltaría!!!! aunque quién sabe, tiempo al tiempo :)
ResponderEliminarYo también me quedaré, a sorprenderme de nuevo
Un besazo de domingo Towanda ;)
ojo con la tecnología... a ver como continua
ResponderEliminarIgualito que el mío, jajajajjaja.
ResponderEliminarEsperaremos a ver qué pasa,besos
fantástico blog, justo lo que muchos perseguimos, lucidez, desenfado y pocas manías, ya sabes. Cuando puedas ven al nuestro y deja tu testimonio escrito y a inventar nuevos mundos que es gerundio.
ResponderEliminarpero bueno , como sete ocurre dejarme con la incognita de sber que pasar eh , eso no lo hago ni con mis mejores relatos , eres una mala persona , desde luego .... muy bueno ahora , que cuando se termina este relato , un beso de Lm.
ResponderEliminarVaya con la tecnología!
ResponderEliminarSeguiré atento el siguiente post para saber si Diana lleva "extras" de serie...jeje
Salu2
Pues si que...
ResponderEliminarAl final todo se andará y entre eso y el poderío del loby gay no nos vamos a comer una rosca, aunque, ahora que lo pienso, ese mismo relato pero al revés, con un hombre que no come, no deja ropa para lavar, no discute...¡Una bicoca!
Muy bueno Towanda, como siempre.
Besitos.
Towanda me ha gustado la historia de seres/máquinas que incluso lloran aunque me quedo con todo lo real que me rodea como tus historias que aunque irreales en tus labios suenan tan reales como tú.
ResponderEliminarUn beso
Saudades
Hola Towanda , una entrada muy Interesante la de hoy , pero para cuando el desenlace , un saludo del Tio de la vara.
ResponderEliminarTowanda, gran relato de ciencia ficción te diría yo, pero no. Creo que es muy real, seguramente un caso así habrá pasado ya o estará a punto. Estas nuevas tecnologías avanzan que no veas.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato por originalidad y porque como ya digo cuenta algo extraordinario de creer que tú consigues que sea real.
Un abrazo grande.
No tardarán...No des ideas Towanda, jejeje.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Muy acorde con los tiempos que nos tocan vivir. La inteligencia de estos aparatitos de toda índole es asombrosa. Una máquina de ajedrez o una simple calculadora, ya eran capaces de superar a la mayoría, si no a todos, los cerebros humanos. Hay llegariamos a la cuestión de fondo ¿qué es la inteligencia? de momento, ninguna máquina es capaz de tener sentimientos o realizar creaciones artísticas, solo las simula, eso sería lo que nos hace inteligentes y humanos, frente a la fria e ¿inerte? tecnología.
ResponderEliminarFeliz semana entrante, enhorabuena por el escrito y esperamos su continuación.
Anna Jorba: Las tecnologías acabarán dominándonos.
ResponderEliminarA ver si te gusta la continuación que tengo pensada.
Un abrazo y muchas gracias.
Uxué: Miedo, como a ti, me dan tantos avances, aunque me gustan a rabiar.
ResponderEliminarUn fortísimo besote.
Ximens: Haces bien en que te huela mal, jajajaja.
ResponderEliminarGracias siempre por tus consejos (que valoro), pero tuve que partirlo en dos partes para no hacerlo tan largo y pesado.
Un super-abrazo.
Acróbata: Amor, lo que se dice amor... va a ser que no, en sentido estricto.
ResponderEliminarBueno, ¿quién sabe?. Porfa, no te calles.
Un besazo.
Campoazul: Jajajaja, ¡vaya móvil que tienes!.
ResponderEliminarEn cuanto a la historia, no vas muy desencaminada ¿o sí?. Espero que te guste la continuación, que me lleva y me trae por la calle de la amargura.
Un besazo, reina.
Pocofre: Algún día existirán y yo me lo compraré, seguro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Konnichiwa: Vamos a esperar un poquito a ver qué pasa con tanta tecnología que envuelve a millones de adeptos y adictos.
ResponderEliminarUn besazo.
Noelplebeyo: La tecnología es buena pero con moderación. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
David: El tuyo ¿no es inteligente?, míra, ni falta que le hace.
ResponderEliminarUn besazo.
penyabogarde: Gracias, sé bienvenido.
ResponderEliminarAbrazos.
¿Sabes que leyendo este relato, veo mi movil más feo de lo que es? ¡ja,ja,ja! Saludos Towanda.
ResponderEliminarLittle Moon: Paciencia amiguita, un poquito de paciencia.
ResponderEliminarBesos.
Toni: Los lleva, bien seguro que los lleva.
ResponderEliminarChico avispado.
Un fuerte abrazo.
Candela: Jajajaja, no nos la comemos, seguro que no.
ResponderEliminarUn besazo y muchas gracias.
Saudades: Gracias infinitas.
ResponderEliminarTambién prefiero las cosas/personas reales y eso que me encanta la tecnología... pero no hasta el punto de que tengan sentimientos.
Un abrazo gigante.
eltiodelavara: ¡Cómo usted por aquí!. Le hacía más rural y menos técnico. Es un gusto verle.
ResponderEliminarEspere un poquito que el desenlace está al caer.
Un abrazo.
Nicolás Jarque: Como no sea ciencia ficción, con la segunda parte que tengo preparada... no sé yo.
ResponderEliminarMiedo me da que tanta tecnología me desborde y se adueñe de mi cuerpo y mente.
Gracias amigo.
Un gran abrazo.
Rosa: Tienes razón, mejor me callo.
ResponderEliminarUn besazo, guapísima.
Garcibáñez: Has tocado un punto importante en esto de las nuevas tecnologías: "ninguna máquina es capaz de tener sentimientos o realizar creaciones artísticas, solo las simula"... Bueno, bueno, otro lector muy avispado. ¡Me encanta!.
ResponderEliminarUn b
Enigmático. Tu historia me hace recordar al computador aquel que controlaba el viaje espacial en la película 2001. ¿Cómo se llamaba?... ¿Hall? Pero aquel no tenía sentimientos, sino muy mala leche. Esperamos con impaciencia tu próxima entrega.
ResponderEliminarA saber como acabará la historia con la imaginación que tienes...no me la pierdo!!
ResponderEliminarUn beso, Towanda.
Hola Towanda.
ResponderEliminarDivertida e increible historia.
La tecnologia no deja de sorprendernos.
Estoy en ascuas por saber como sigue.
Un fuerte abrazo.
Ricard
Magnifico relato, imaginativo y muy bien escrito como es habitual en ti, me encanta.
ResponderEliminarEsperando la continuación, un beso.
Si supieras cómo imaginaba que iba a acabar... Mejor me callo, jaja. Porque claro, si al sacárselo es cuando Diana comenzó a llorar, pues la solución estaba bien clara, pero mejor me callo, jaja.
ResponderEliminarEnhorabuena por el relato.
Abrazos, Towi.
¡Qué bonio Towanda! llegará el momento que las máquinas sean tan perfectas que podrán expresar sentimientos, lo que pasa es que...nada es comparable al tacto o el roce de una piel sobre otra o de uno besos, no ya apasionados, sino esos suaves que se dan solamente con el roce de los labios...Ojú ....me voy en busca de mi marido que me estoy poniendo sentimental, jeje,je Muchos besos guapísima
ResponderEliminarIncreible relato, me has dejado con la intriga, pero llegará el momento, espero que sea muy lejano, me dá escalofríos sólo de pensarlo, nos veremos reemplazados por la perfección y la frialdad de una máquina, que horror!
ResponderEliminarUn beso guapa, no me pierdo la continuación-
Fali: Seguro que el tuyo es muy bonito y no querrás cambiarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
El Mirlo: Jajajaja, bueno pues creo que "mala leche" también va a tener este Smartphone.
ResponderEliminarMira que historia me has inspirado con tu entrada...
Un abrazo y muchas gracias (eres mi musa).
Maribel: Eso digo yo, ¡a ver como termina este lío!.
ResponderEliminarUn abrazo guapísima.
Ricard: Menos mal que es increíble porque si no daríame miedo.
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo.
Iglesias: Gracias, amigo, eres muy amable. Me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ángel: Jolínes, pues dílo, que las opiniones me divierten muchísimo. Además tú tienes una mente privilegiada para contar historias.
ResponderEliminarNo sé por qué pero me temo que, en esta ocasión, no van los tiros por donde tú piensas.
Gracias infinitas.
Un abrazo.
Pencies: Como siempre, estoy de acuerdo contigo. Por eso somos las ciber...
ResponderEliminarGracias, por acercarte, que sabiendo el lío que tienes es de agradecer.
Muchísimos besos para ti y tu marido, jajajaja.
Miss Greti: A mí me da escalofríos (y a la vez, me encanta sobremanera) la tecnología... Fíjate que yo NUNCA compro revistas de estas de corazón, en cambio me gustan todas las de tecnología, de informática, de programas... ¡Vamos que voy por la línea más de los varones!.
ResponderEliminarGracias por estar siempre en estas historias que cuento. Eres de las personas que me inyectan ganas de inventar nuevas tramas.
Un BESAZO, artista.
Genial relato, pero yo prefiero que las máquinas sigan siendo sólo máquinas y los humanos, humanos. El día que las cosas cambien y vayamos un paso más allá, empezaré a sentir muuuuuucha inquietud.
ResponderEliminarBesos.
Ahhhhhhhhhhhh Me has dejado en lo mejor. Que continúe por favor. No te extrañe que llegue a pasar pronto. Hoy se ha caído el sistema de las BB y quienes la utilizan se han quedado como huérfanos.
ResponderEliminarAlgunos dicen que sera la tecnología la que nos indique como serán nuestras relaciones amorosas...Uno nunca sabe.
ResponderEliminarEspero la continuación.
Saludos
Cada día nos volvemos un poco más impersonales. Las prisas de este mundo nos trastornan. y al paso que avanza todo me creo cualquier cosa que lleguen a hacer los móviles. Me has dejado intrigada, menuda imaginación. Un bessito
ResponderEliminarTal cual la vida misma.
ResponderEliminarBuenisimo relato.
Cariños
Todo lo ciber empieza a ser ya... apasionante...
ResponderEliminarDama: Al César lo que es del César... y las máquinas para hacernos zumos y cafes.
ResponderEliminarUn abrazo y bienvenida de nuevo.
Goyo: Me he enterado de lo de las BB y es que está visto que donde esté el papel y el boli, que se quite todo lo demás (esto lo digo con la boca chica porque me encantan las tecnologías).
ResponderEliminarUn abrazo.
Manuel: Espero que no y que siga siendo el corazón o el cerebro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Men: Gracias, maja.
ResponderEliminarAl paso que vamos ¿te imaginas podernos teletransportar en el espacio y el tiempo?... Me encantaría.
Un besazo.
Abuela Ciber: Vida un poco futurista, pero vida al fin y al cabo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rombo: Y si te vienes a la segunda parte, verás que hay erotismo y algo más.
ResponderEliminarGracias, amiguito.
Un abrazo.
Miguel Vivas: Café con churritos para el musicazo!. Oído, cocina.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por la visita.
El otro dia te lei pero no me ha dejado comentarte, no se el motivo.
ResponderEliminarLa tecnologia avanza demasiado de prisa, a veces asusta.
Un beso
Guadalupe: Ya sabes cómo es de caprichoso nuestro amigo blogger.
ResponderEliminarMuchos besos.
¡Wow! ¡que genial! puche el boton al azar y buum! excelete escrito, me agradasc:
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