Relatar lo que aconteció en los días siguientes se podría resumir en dos palabras: “se enganchó”.
Paulatinamente fue descuidando su vida social, las cervecitas tras acabar el trabajo con sus compañeros, sus salidas con amigos y a su chica. En lo único que pensaba era en llegar a casa, tomar una duchita rápida y sentarse a charlar con Diana Segunda que, día a día, se reinventaba tan solo para él… Un nuevo peinado; atrayente maquillaje; explosiva lencería… un despliegue alborotado de sensualidad, únicamente para deleite de sus sentidos.
Estos cambios repentinos en su actitud fueros advertidos por todos aquéllos que se encontraban próximos, tanto que, poco a poco, su círculo de amigos más cercano le fue dando la espalda.
Una noche en la que, joven y teléfono, estaban inmersos en una conversación con marcados tintes eróticos, sonó el teléfono… Al otro lado de la línea, Diana, la novia.
¡Qué fastidio! –pensó Darío- ¿Qué querrá ésta ahora?...
No hizo falta nada más. Diana, la Segunda, se hizo cargo de la situación. Emulando la voz de Darío, atendió de muy mala gana la llamada; despidió groseramente a la enamorada y colgó...
Una risotada a dos voces llenó toda la estancia y el juego erótico de ambos continuó en el mismo instante en el que les interrumpieron… Cuando le tuvo en un punto álgido de excitación, con una voz de quien se sabe controladora de la situación, Diana Segunda pidió algo a Darío…
-…lo que sea… pero ¡no pares ahora!…
-… quiero ser tu chica… nunca más la segunda… solo, Diana… tu chica, la única.
-… la única… pero, sigue ¡por favor!... eres la única…
Con la luz del día y con la cabeza más fría se sintió avergonzado de lo ocurrido la noche anterior. Había practicado sexo, guiado por una experta interlocutora virtual y, lo que era aún más grave, había consentido que un “electrodoméstico” hablara por él y fuera descortés con su novia . Paseando solo, comenzó a tomar conciencia del absurdo enganche en el que estaba sumido con su móvil y decidió finiquitarlo...
Aunque Diana, el smarphone más inteligente del mercado, tenía otros planes para su primer mes juntos. Le tenía preparada una gran sorpresa, la mayor de toda su vida.
Aunque Diana, el smarphone más inteligente del mercado, tenía otros planes para su primer mes juntos. Le tenía preparada una gran sorpresa, la mayor de toda su vida.
Al llegar a su casa quedó espantado de lo que vio. Todo decorado de velas y pétalos de rosa y la mesa con dos servicios… ¡Cena romántica para dos!... Pero ¿c-ó-m-o?... ¿Cómo un teléfono móvil habría ideado aquel macabro escenario?... y ¿cómo lo pudo llevar a efecto?...
Darío corrió hacia el baño y se encerró en él, sofocado, tembloroso y muy asustado. ¿Se estaría volviendo loco?. Abrió el grifo del lavabo y se empapó la cara, mientras se miraba en el espejo. Estaba ojeroso y demacrado, lo que era normal debido a las pocas horas que dormía en los últimos días… Pero esto, debía terminar ¡ya!.
Al otro lado de la puerta, Diana, reclamaba su atención… “¿Vienes, cariño?”... ¿No habrás olvidado nuestro primer aniversario, amor?...
Darío sintió ganas de vomitar; tomó aire y salió dispuesto a terminar la historia de una vez por todas…
Cogió en móvil en sus manos y pulsó la tecla On-Off para apagarlo y extraer de sus entrañas la maldita tarjeta. “¿Qué haces, Darío?”… Na -nada…nada…
...¿Nada?... ¿Qué estás haciendo?...
...¿Nada?... ¿Qué estás haciendo?...
Al súper smartphone no le hizo falta mucho más para entender la situación… Ese mal nacido de Darío quería deshacerse de ella y, eso, no lo iba a permitir. Había tardado muchos días en prepararle su gran sorpresa… Fueron suficientes un par de descargas eléctricas para dejarle tumbado. La situación estaba clara: o ella o él y la respuesta aún más clara: ELLA.
Cuando Darío despertó, se encontró atado y amordazado. Frente a él un espectro… ¿Qué estaban viendo sus ojos?... Diana, el avatar creado por él, en tamaño real; un holograma en 3D que fumaba un cigarrillo mientras le observaba.
Ella, hermosa y fuerte y él, un hombre indefenso y, a cada minuto, más frágil. En ese momento entendió la situación y abandonó la lucha… ¿Cómo iba a pelear contra un software de esas características?. Un software que se nutría, día a día, poco a poco de su energía vital… Y que ahora, la quería TODA…de una vez.
Días después, Diana, la novia buena, la despechada, se presentó en casa de Darío, alarmada por los días sin noticias, y se encontró "de bruces" con el desolador panorama… Darío, muerto en un lecho cuajado de pétalos marchitos de rosa…A su lado, en la cama, tan solo un teléfono móvil....
.../... Últimas noticias.../...:
“La Agencia Estatal de Radiocomunicación y Tecnologías de la Información avisa que el Smartphone PET- 37G debe ser retirado del mercado porque su software puede ser potencialmente peligroso para la salud. Acuda a su distribuidor más próximo y le será reembolsado su dinero”
¡Fantástico relato!, que maravilla y que imaginación. Y es que no nos podemos dejar llevar ni por la tecnología ni por nada.Me ha encantado Towanda, lo mala que somos las mujeres ¡Hasta las virtuales! je,je,je. Muchos besos espero que pases un día de fiesta mañana tranquilo. Poco a poco voy desliando la madeja. Ya te cuento
ResponderEliminarFantástico relato, me ha encantado ¡que malas podemos llegar a ser las mujeres, hasta las virtuales.Muy bien escrito y en tu línea, manteniendo la emoción hasta el final. Muchos besos espero que mañana pases un día muy relajado, yo ya voy desliando la madeja, espero acabar pronto. Ya te cuento
ResponderEliminarQué buen relato Towanda y con mensaje profundo, nada debería sustituir las relaciones de carne y hueso...
ResponderEliminarBesos amiga.
Que final Towanda, se me han quitado las ganas de cambiar de móvil, aunque un avatar de Eduardo Nonriega no estaría nada mal, je,je. Mejor dejaremos las tentaciones. Me ha gustado mucho como siempre de sobresaliente.
ResponderEliminarUn besazo y feliz mini finde.
Pencies: Gracias doblemente, querida Espe.
ResponderEliminarEsta mujer virtual es que es de lo peor... jajajaja, que se hubiera quedado con su novia y no tanto experimento.
Un super abrazo y, otra vez, gracias.
Acróbata: Estoy contigo, donde esté un buen masajito previo y un cigarrito de después que se quiten las máquinas.
ResponderEliminarMuchas gracias y muchos besos para las chicas y para ti, también por supuesto.
Menos mal que no tengo un smartphone... me ha dado miedo la tipa!
ResponderEliminarQue final mas inesperado.. muerto de inhanición por un movil... impresionante!
La verdad es que hay gente que se engancha a esos aparatos de un modo enfermizo...
Aunque no sé si tanto como para morir... o si, por qué no?
Genial el relago guapisima.
Besitos mediterráneos.
Miss Greti: Mejor dejamos las tentaciones, aunque Eduardo Noriega no estaría nada mal, porque me encanta, aunque sé (y es sabido) que él no estaría por la labor... En fin, seguiremos con nuestros móviles esperando que la tecnología no llegue a obsesionarnos hasta estos límites.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, querida Greti, por ser tan generosa conmigo.
Besazos, artista.
Gala: Nosotras, no nos engancharemos, seguro que no... pero hay gente que tiene verdaderos enganches por las máquinas (del tipo que sean).
ResponderEliminarMuerto por tonto, en definitiva.
Muchas gracias, Gala y un millon de besos.
Me voy a alejar de mi teléfono no vaya a ser que se le ocurra liarme una similar. Fantástico relato. Muchas gracias.
ResponderEliminarMientras leía tenía la esperanza de que recuperaría la cordura a tiempo, pero fue demasiado tarde. Esa Diana segunda era demasiado.
ResponderEliminarCada vez que vea un móvil diabólico de esos me voy acordar de tu relato Towanda.
Muy bueno, me ha gustado mucho a pesar del triste desenlace, una que sigue creyendo en los finales felices.
Gracias por no compartir este relato tan original y "real" a la vez, pues la tecnología cada vez se va apoderando de uno poco a poco si no andamos con cuidado.
Besos!!!
En realidad estamos ya de hecho controlados por estos medios y lo estaremos cada vez más si no nos defendemos. Eso se podría analizar muy bien. Sabemos que los medios de comunicación son poderosos y que la tecnología de la información es capaz de crear ilusiones de realidad hasta límites increíbles. Esa palabra "avatar" me llama la atención. Ví la película, pero voy a investigar mejor el significado. Todo esto de la "realidad virtual" es intrigante. En fin, muchos comentarios me sugiere tu relato. Enhorabuena. Me ha gustado. O sea que mi post sobre el teléfono fue el arranque de tu inspiración... Pues a ver si me invento otra cosa...
ResponderEliminarMenudo relato móvil terror, pero es que también Darío se las trae.
ResponderEliminarUn beso. Towanda.
¡Madre del amor hermoso! ¡La imaginación al poder! Me iba recordando a la computadora de 2001: una odisea del espacio, a un nivel doméstico, pero esta Diana es que la supera... ¡Y yo con ese móvil ya encargado, camino de mi casaaaahhh!
ResponderEliminarHola Amiga.
ResponderEliminarMenudo relato.
Lo describías con tal realismo que me parecia estar viviendo la situación y contemplando la escena.
Una gran entrada,
Un abrazo
Ricard
Towanda, gracias por muchas cosas. Primero por escribir esta desternillante historia, que como dije la otra vez, no es tan fantástica, acabará sucediendo, sino al tiempo. Luego por publicarla y así poder leerla con mucha atención. Y para terminar por avisarnos del peligro de este smartphone, ya uno no puede fiarse ni de los móviles.
ResponderEliminarMe ha encantado y me he reído mucho.
Un abrazo.
Me gustaría mostrar esta historia a algunas personas que conozco que están superenganchados al dichoso móvil, parece que le tienen más cariño que a las personas.
ResponderEliminarbesos
Tony.
esperamos tu visita-- ahora estamos muy a gusto leyendo este blog--- si puedes dejar tu mensaje o comentario en el nuestro, gracias---
ResponderEliminarQue imaginacion, lo he disfrutado. Un abrazo
ResponderEliminarIncreíble relato, increíble final…increíble todo. El poder de la tecnología es y será increíble, pero espero que ninguna maquina sea capaz de hacer lo que hizo este teléfono parlanchin. Es una pena que algo que te gusta se convierta en una obsesión y adición y no seas capaz de superarlo… pero por desgracia eso pasa mucho.
ResponderEliminarMe gusto mucho tu relato. Un bessito cielo
y yo que iba a la tienda...pero esta cerrada hoyyyy
ResponderEliminarEl mejor relato fantástico que he leído en mucho tiempo. No digo más. Las imágenes muy acertadas. Felicidades.
ResponderEliminarTe diré que después de leer el relato ya no me voy a desprender nunca de mi cacharrito de móvil, al menos sé que no me podrá dominar nunca.
ResponderEliminarLa culpa es de tanta tecnología inteligente..., demasiado inteligente para algunas mentes débiles.
Besitos.
Hola guapa , muy buen final ya sabia yo , que al final "el pavo" de Dario iba a morir , lastima de su novia, compuesta y sin novio y nunca mejor dijo ,ja,ja me a gustado mucho , un beso de Lm.
ResponderEliminarUn final para la reflexión...
ResponderEliminarMe pensaba cambiar de móvil...ahora como que no sé
Saludos
Peligros de lo virtual, que como bien dices, va poco a poco colonizando lo real, anulándolo hasta la vampirización total de sus víctimas.
ResponderEliminarMuy bueno el pulso con que llevas el relato, Towanda.
saludos blogueros
Querida Joven:
ResponderEliminarMe quede alelada pensando y???? si algun dia se hace realidad???
Estpendo leerte
Cariños mil
Magnífica historia, si pensando que deberíamos hablar para convertir alguno de tus relatos en obras audiovisuales
ResponderEliminarTenía ganas de leerte así, extensa. Genial Towanda.
ResponderEliminarBravo, bravisimo...que final, esto da para una película de móvil-terror. Es que eres única, insuperable y mega-maravillosa.
ResponderEliminarCada día nos dejas más enganchados a tus relatos que son también adictivos.
Besotes enormes.
Que precioso y tecnologico relato. Espero que las cosas no lleguen a esos extremos. Que miedo no? Te imaginas que algun dia las maquinas sean tan inteligentes?
ResponderEliminarPrefiero quedarme asi como estoy.
Un beso muy grande
Goyo: Aléjate, si puedes...
ResponderEliminarUn abrazo.
Uxue: Yo pienso que aún le queda mucho a la tecnología para llegar a compararse con el placer que da tomar un cafelito mientras se charla con un amigo...
ResponderEliminarUn besazo.
El Mirlo: ¿Cómo vamos a defendernos de la tecnología?... ya es imposible porque cada vez que se lanza algo al mercado se agota en pocas horas. Y ahí, nos meteremos, todos.
ResponderEliminarDe nuevo, gracias, por ser mi inspirador.
...Hoy también con lo de la realidad virtual...
Un abrazo.
Maribel: Darío es un "peazo de capu***" que no veas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ángel: Jajajaja, anula el pedido.
ResponderEliminarUn abrazote y muchas gracias.
Ricard: Gracias, majete.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nicolás Jarque: Las gracias te las doy yo a ti.
ResponderEliminarY los abrazos, también.
Garcibáñez: Muestrala, a ver si conseguimos algo.
ResponderEliminarUn abrazo.
penyabogarde: Yo les visito, pero no sé dónde dejarles mi firma, lo siento.
ResponderEliminarUn saludo.
Lapislazuli: Gracias y me alegro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Men: De acuerdo, es una pena que algo que te guste se convierta en una adicción tan espantosa.
ResponderEliminarGracias mil y besos, diez mil.
Noelplebeyo: Da gracias a Dios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ximens: ¿En serio?...
ResponderEliminarMuchas gracias.
Abrazos.
Campoazul: Tú lo has dicho, para mentes débiles... nosotras nos lo podíamos comprar sin problemas.
ResponderEliminarUn besazo.
Little Moon: Es que eres un poquito brujilla.
ResponderEliminarBesos, guapa.
Manuel: Jajajaja, cambia pero con control.
ResponderEliminarUn abrazo.
José Antonio del Pozo: Tienes más razón que un santo. Gracias, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Abuela Ciber: Gracias abuelita por acercarte hasta aquí.
ResponderEliminarMuchos besos.
PK 1976: No estaría mal, ¿hablamos?.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un besazo.
Rombo: Extensa, ancha, amplia, vasta, dilatada, espaciosa, grande, interminable, larga, prolongada... Tú me estás llamando GORDA.
ResponderEliminarBesos, Rom.
Neuri: Jolínes, te has pasado...
ResponderEliminarTú eres la MEGA, no yo.
Gracias y más gracias.
Unos besazos para el jueves.
Guadalupe: ¡Virgencita, que me quede como estoy!, pienso como tú, aunque me fascinan las tecnologías... Todo lo nuevo, me encanta y probablemente me dejaría seducir (discretamente) por un aparato como éste. Estoy echada a perder.
ResponderEliminarGracias, amiga
Un besazo.
Hola, soy el ordenador de Julio; él ha quedado con la boca y ojos abiertos frente al monitor, pero tengo otras funciones que realizar y no puedo esperar a que el escritorzuelo reaccione, así que dejo estos caracteres y desconecto la transmisión. Voy a dejarte también eso de "abrazos" ¿por qué los humanos tienen que esarse abrazando? -findelmensaje-.
ResponderEliminarMe ha encantado el final, eres realmente magnifica, que imaginación, desbordante.
ResponderEliminarUn beso.
¡Huy qué miedo!, si ya dicen que los móviles son nocivos para la salud...
ResponderEliminarEstupendo relato Towanda, algún día veremos tus minirelatos editados y en las librerias, ya verás.
un abrazo
¡Hola¿
ResponderEliminarUn relato interesantisimo.
Cosas de la tecnica...
Saludos de J.M. Ojeda.
Buen fin de semana.
ahora ya podemo decir las coss por su nombre: la magia de internet nos une para ser más cultos, más amables y más amigos. mira nuestro blog pues ese espíritu cunde en él.
ResponderEliminarLa tecnología mata, pero también nos da buenos momentos...el tabaco mata (idem)... las drogas matan (idem) ...pero lo que mata del todo y también nos da buenos momentos, es vivir.
ResponderEliminarGracias por tan erótico entretenimiento.
Qué final, Towanda! Tremenda imaginación tienes! Me ha encantado, aunque es triste que la tecnología nos lleve hasta esos extremos (que seguro que más de un caso así ya se ha dado). Un beso!
ResponderEliminar¡Valla relato!
ResponderEliminarMe ha dejado sin palabras.
Fascinante... se me pone la piel de gallina tan solo pensar que podríamos estar tan colgados de toda la tecnología al que estamos enganchados,y no darnos cuenta de la verdadera realidad.
Un besazo.
Julio: Soy el ordenador de Towanda... de byte a byte, molas.
ResponderEliminarUna descarga a modo de abrazo.
Gracias!!!!.
Iglesias: Gracias a ti por ser tan generoso en los halagos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Julia Velayorga: Algún día ¿por qué no?, jajajaja.
ResponderEliminarPrefiero estar libre y dejar a las musas que vengan cuando quieran.
Un abrazo muy fuerte y muchísimas gracias.
JM Ojeda: Tú lo has dicho, cosas de la técnica.
ResponderEliminarUn abrazo.
penyabogarde: Otra vez, bienvenido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miss Bittersweet: Sí que es triste, sí.
ResponderEliminarAunque hay personas que no dejan el móvil ni para ir a donde tú y yo estamos pensando... jajajaja.
Besos, guapa.
Spaghetti: Efectivamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
El canto de la luna: A mí me da pánico lo que tú dices, así que vayamos por terrenos más normales y más reales.
ResponderEliminarUn besazo.
No pude parar hasta el final, me enganchó.
ResponderEliminarMe encantó el detalle del holograma 3D fumando un cigarrillo... un final perfecto.
Al paso que va el mundo quizás tu cuento se vuelva realidad muy pronto... ya hubo casos de hombres que se enamoraron de muñecas, pienso que una mujer virtual tendrá mucha más oportunidades :)
Saludos.
Ja, ja, ja, ja, ja ¡ ESPECTACULAR!!!!!!!!
ResponderEliminarDivina cabecita la tuya, capaz de tanto ingenio!!!
Gracias, por la recomendación, afortunadamente no soy dada a este tipo de modernidades pero lo tendré en cuenta. Lástima que para algunos, sea ya demasiado tarde ( en este caso el coprotagonista de tu historia)
Un besazo sin software :)
Towa leí la primera parte y ya tenía que seguir, así que vine a ver como terminaba el pobre Darío. Le fue mal ¡Qué final! ¡Qué imaginación mi niña!
ResponderEliminarUn relato enganchador.
Un abrazo