Un cuento; el primero (vamos, el único) que tengo en papel.
El título Azulturquesa, así todo junto, aunque en el libro aparece separado. Se ve que lo corrigieron pensando que se trataba de un error...
Aquí, la relación de participantes que compartiremos libro y, a continuación, el relato:
Azulturquesa
Amaneció
temprano. Un rayo de sol se filtró entre las hojas de arecácea
produciéndole un guiño molesto en los ojos. Bostezó y se desperezó
desplegando sus brazos cuán largos eran con la majestad y el porte
de una deidad. La mar estaba mansa, como una corderilla recién
parida; nada que ver con la bravura que dominó la costa en los días
previos. Dispuso aprovechar la mañana para darse un placentero baño.
El ejercicio es bueno para desentumecer los huesos –se dijo–, por
lo que decidió realizar unas decena de brazadas en la maravillosa y
azulturquesa cala antes de almorzar.
Demasiados años había pasado sujeto a férreas disciplinas laborales por lo que este descanso y esta paz le sabían a gloria bendita. Vegetación de todos los colores imaginables, aves trinando en absoluta libertad, el rumor del mar como sintonía de fondo… Sin horarios abultados, sin contaminación, sin huelgas de transportes, sin broncas… Simplemente sol y playa: las vacaciones perfectas en el paraíso; el sueño que desea ser soñado por cualquier mortal.
Tras el baño se recostó exhausto en la orilla permitiendo que las pequeñas olas, que llegaban ya rotas, le mimaran y se detuvieran a jugar con su cuerpo. Caricias de agua y arena blanca recorriendo y lamiendo todos sus rincones, tan dulces, que quedaba extasiado, rendido y en paz.
Allí, recostado, con los brazos en cruz y los ojos cerrados, percibió, una vez más, esa angustia recurrente afanada en asfixiarle. En ese momento la aviesa realidad se imponía triunfadora para adueñarse de su mente, a puñetazo limpio, y con ella volvían los recuerdos abriéndose paso en tropel, sin orden, avasallando y demoliendo cualquier vestigio de ilusoria felicidad… El accidente, las víctimas, el olor del fuselaje prendiendo, el dolor y el miedo caminando de la mano, las secuelas y los dos años en la más absoluta y corrosiva soledad…
Se incorporó y comenzó a correr por la orilla salpicándose de arenas y salitres y gritando como un loco perro herido…
“¡Socoooooorro!.. ¿Es que nadie va a venir a rescatarme?..”
Demasiados años había pasado sujeto a férreas disciplinas laborales por lo que este descanso y esta paz le sabían a gloria bendita. Vegetación de todos los colores imaginables, aves trinando en absoluta libertad, el rumor del mar como sintonía de fondo… Sin horarios abultados, sin contaminación, sin huelgas de transportes, sin broncas… Simplemente sol y playa: las vacaciones perfectas en el paraíso; el sueño que desea ser soñado por cualquier mortal.
Tras el baño se recostó exhausto en la orilla permitiendo que las pequeñas olas, que llegaban ya rotas, le mimaran y se detuvieran a jugar con su cuerpo. Caricias de agua y arena blanca recorriendo y lamiendo todos sus rincones, tan dulces, que quedaba extasiado, rendido y en paz.
Allí, recostado, con los brazos en cruz y los ojos cerrados, percibió, una vez más, esa angustia recurrente afanada en asfixiarle. En ese momento la aviesa realidad se imponía triunfadora para adueñarse de su mente, a puñetazo limpio, y con ella volvían los recuerdos abriéndose paso en tropel, sin orden, avasallando y demoliendo cualquier vestigio de ilusoria felicidad… El accidente, las víctimas, el olor del fuselaje prendiendo, el dolor y el miedo caminando de la mano, las secuelas y los dos años en la más absoluta y corrosiva soledad…
Se incorporó y comenzó a correr por la orilla salpicándose de arenas y salitres y gritando como un loco perro herido…
“¡Socoooooorro!.. ¿Es que nadie va a venir a rescatarme?..”
Como siempre, continúo escribiendo un comentario para comprobar que la cosa funciona.
ResponderEliminarGracias, a todos los que os pasásteis por ENTC. Es un placer recibiros en cualquier parte.
Algún día habremos de vernos en persona, antes de que seamos demasiado mayores...
Muaaak.
Ya me gustaría conocer a esa gran persona que se esconde tras el nombre de Towanda, y tu cuento como siempre cuando escribes me ha gustado una jartá, es una pena que ni en los momentos de paz y felicidad te abandonen los momentos trágicos de tu vida.
ResponderEliminarMando dos besos a dos ángeles
Hola, Sau.
EliminarNo tan gran... normal, tirando a poca cosa, así soy yo.
Tienes mucha razón en tu comentario y es que la vida es así.
Un beso con abrazo.
Como siempre, tus relatos me mantienen atenta. Es genial que lo veas escrito en papel, me hace ilusión hasta a mi jeje.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Ester.
EliminarMe ha hecho mucha ilusión, la verdad, y me motiva a continuar.
Y me alegra que te alegre; gracias, guapetona.
Un beso muy grande.
Quizá es demasiado pronto todavía.
ResponderEliminarBuen relato Towanda.
Besos.
Hola, Jaal.
Eliminar¿Demasiado pronto? No lo pillo.
Muchas gracias y unos besos.
Hola guapa , me alegro mucho de que seas una de las finalistas , me a gustado mucho tú entrada , tú sí que eres buena escribiendo relatos , besos de flor .
ResponderEliminarHola, Flor.
EliminarGracias, guapa, pero yo solo estoy aprendiendo.
Un beso muy grande.
Hola Towanda, ¿cómo va eso? Me ha gustado tu relato. Como siempre nos sorprendes al final. Gracias por asomarte también por mi blog. Ahora está la cosa un poco parada. Facebook nos ha hecho más perezosos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Mirlo.
EliminarNo me digas que te has pasado al face... Pero, ¿cómo has hecho eso?
Ya me lo explicarás mejor.
Gracias por venir y unos abrazos.
Uy genial relato , te mantiene en la intriga hasta el final y me dejaste sorprendida por su desenlace. Un beso y te me cuidas
ResponderEliminarHola, Citu.
EliminarMe alegro si te sorpendí.
Te voy a hacer caso y me voy a cuidar porque llevo con un catarro dos meses y cada vez peor.
Besos, guapa.
Está genial, Towanda. Redondo, perfecto... ¡Bravo!
ResponderEliminarCon lo a gusto que estaba yo ahí dejándome acariciar por esas pequeñísimas olas que tanto me gustan, contemplé y disfruté... Y, al final, como siempre... ¡Zas, sorpresa!
¡Felicidades! Un fuerte abrazo.
Hola, Esteban.
EliminarLo que viene a demostrar que las cosas no son siempre lo que parecen.
Muchas gracias, amigo.
Un abrazo muy grande.
En Google Chrome y en Opera no se puede comentar.
ResponderEliminarHe tenido que ir al desastre del internet explorer para que me permita comentar.
En cuanto al cuento, cuando he llegado al final yo también he bostezado, jajajjajajjaa
Me río de la colleja que me darías si pudieras.
Besos y paz.
Hola, Toro.
EliminarNo sé el motivo por el que con ciertos navegadores no se puede comentar y lo siento, pero no sé qué debería hacer.
Si has bostezado es porque te he aburrido y me alegro que me lo digas así sin vergüenza (separado). Intentaré mejorar, aunque ya sabes que de dónde no hay no se puede sacar...
La colleja esta vez no te la daré, entre otras cosas, porque no debo y además no te tengo delante, pero me quedo con las ganas, jajajaja.
Namasté, Toro.
Lo que más me gusta del relato, además de la autora, es la forma en la que nos vas llevando a tu terreno. Nos imaginamos y envidiamos el disfrute del despertar en la playa, el sol, al agua,; luego nos dices todo lo que sí son experiencias propias y nos identificamos, el puñetero curro. Introduces paulatinamente algo que le atormenta y claro, decimos, como a todos, para finalizar con ese giro que nos hace reir por tu ingenio y cambiar de parecer sobre lo placentero de las payas paradisiacas. Mejor en casita.
ResponderEliminarEnhorabuena por estar en el libro, por esta tu primera publicación en papel, anuncio de otras muchas que vendrán, y por estar tan bien acompañada.
Me gusta eso de "payas paradisiacas", me lo quedo.
EliminarHola, Ximens.
EliminarPara que te des cuenta de que no hay que sentir envidia de nadie. Ni siquiera de los que lo tienen todo... Bueno, de esos quizás un poquito.
Gracias, guapetón.
Si mande el relato fue gracias a ti y el último día, así que mi primera publicación en celulosa es "pour toi", como dirían los franceses.
Nos vemos!!!
Un abrazo muy grande.
Me gusta. Un final que siempre me sorprende...Y que quizás ya venga la ayuda...
ResponderEliminarBesote guapa Seguro que tendrás éxitos. Muchos éxitos
Hola, doctorcito.
EliminarLa ayuda ya está de camino así que no se preocupe el naúfrago.
Gracias, bonito.
Besos para ti.
Me alegro mucho por ti. Debe hacerte mucha ilusión; aunque, impreso o de manera virtual, el relato es una joya como todo lo que escribes.
ResponderEliminarEnhorabuena, Towanda.
Hola, María José.
EliminarSí que me ha hecho mucha ilusión, la verdad y estoy contenta.
Joya, joya, no tanto... Pero muchísimas gracias, guapa.
Un beso muy grande.
Me ha gustado Towanda, sorpresivo final que es como un principio, un abrazo feliz,
ResponderEliminarHola, Carmen.
EliminarGracias, me alegro de que te gustara.
Besotes felices.
La mente es mú jodia, si la hacemos caso, mal vamos.
ResponderEliminarFelicidades por tu cuento, que para ser el primero eres una fenómena.
Besotes mil Towa!
Hola, Ion.
EliminarNi que lo jures, la mente siempre está ahí machaconeando con paranoias y tormentos.
Tú sí que eres una fenómena, la más fenómena y optimista de todos los bloggeros conocidos por mí.
Besotazos gigantes para ti.
Oh, creo que por una vez me he visto llegar el final antes de la última línea! Enhorabuena por haber conseguido que tu relato se hiciera de "carne y hueso". ;)
ResponderEliminarUn beso!
Hola, Caminante.
EliminarBien por ti, guapa, bien... Me alegro mucho y eso es porque ya nos vamos conociendo, jajajaja.
Gracias, tesoro.
Besos.
Emocionante presentar tu creación al mundo, verlo materializado. Estupendo y Enhorabuena.
ResponderEliminarSorprendente desenlace en tu relato. Del paraíso al infierno en un momento y sin moverse del sitio.
Besazos.
Hola, Gemelas.
EliminarNo sabía si dar una rueda de prensa en el portal de mi casa o en el garaje, jajajaja.
Del paraíso al infierno, me gusta porque así es.
Gracias, resalá.
Un beso muy grande.
Muy bueno, Towi. Te mereces un libro para ti sola.
ResponderEliminarCuentón
Hola, Cuentón.
EliminarNo me da para tanto porque estoy aprendiendo, pero me ha hecho mucha ilusión esta página en un libro de verdad.
Gracias, amiguito.
Nos vemos.
Towanda, has escrito un muy buen relato con palabras muy cultas y descripciones de una escritora de altísimo nivel. Enhorabuena, Sotirios.
ResponderEliminarHola, Soti.
EliminarNo tanto, no te creas, no tanto, pero gracias por venir y comentar...
Un abrazo muy grande.
Lindo tu relato¡¡
ResponderEliminarUn beso¡
Hola, Amapola.
EliminarGracias, guapa.
Besos.
La mente siempre es el problema de todo… no para de recordar o de trajinar algún problema, es increíble, esa persona si hubiera pagado muchísimo dinero por esta ahí estaría disfrutando como nadie, le disgustaría volver al trabajo, pero como se ve solo sin tener a nadie con quien compartir el paraíso se desespera…
ResponderEliminarMuy bueno, es el primero de muchos cuentos porque todos los tienes en tu cabecita esperando.
Besos.
Hola, Campo.
EliminarLa mente nos lleva de un sitio a otro, es cierto, y el paraíso, ¿quién sabe dónde está?
Gracias, reguapa.
Un beso muy grande.
Si es que al final nada es lo que parece y sobre lo que nos parece a nosotros en cada momento de la vida es lo que nos da la felicidad y el saber disfrutar, o quedarse en detalles tontos como este hombre para no disfrutar de unos buenos años de soledad y naufragio. Tu siempre tan excelsa y genial en tus relatos que vamos a tener que hacer una quedada masiva para tomarnos un colacao antes de de que naufraguemos alguno por las turbulentas aguas del internetetete.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Hola, Neuri.
EliminarEstoy de acuerdo... Hay que disfrutar cada instante, que luego viene Paco con las rebajas y se pierde todo.
Gracias, Neuri, guapetona.
Un beso muy grande.
¡Pero, si me acabo de enterar! ¡¡¡ENHORABUENA!!!
ResponderEliminarYa me gustó en su día este relato, acabo de re-leerlo, y me gusta aún más, je je
Nada, que me alegro mucho, ¡cuentista!
Un abrazo grandote
Hola, Rosy.
EliminarGracias, resalá. Lo cambié un poquillo (el cuento), pero la mala leche del final la dejé...
Besos grandotes.
Muaak.
Pues me ha gustado tu cuento, esta mazo guapo.
ResponderEliminarEn la mente siempre nadan las cosas que nos alegran y que nos torturan la vida, es lo que hay ejjeje
Besotesssssssssssssssssss
Hola, Sabores.
EliminarOlé, tú, así es la vida con sus luces y sus sombras.
Gracias.
Besos.
Hola Towanda,
ResponderEliminarHay que ver lo fácil que pasamos de la felicidad a la desdicha, nuestra mente está hecha para recordarnos lo simple que somos, y tiende a jugarnos malas pasadas recreándose en los malos momentos.
Me ha gustado como lo has explicado, con todo detalle y sin poder dejar de leerlo hasta saber como acaba.
Un besito.
Hola, Erika.
EliminarLo cierto es que tienes razón, más que una santa. La mente tiene esas cosas.
Gracias y muchos abrazos.
Olá..
ResponderEliminarSeja muito bem vinda ao blog, volte por lá quando quiser.
Amei teu blog, teus relato muito bom.
Forte abraço e boa semana!
Lecy'ns ( já te sigo no blog)
Hola, Um toque de Afeto.
EliminarGracias y abrazos para ti.
Qué bien y ¡ya en papel! con la ilusión que hace eso... La verdad es que el relato lo merece, muy conseguido ese final. Muy conseguido. Hoy me he propuesto darme un paseo por los blogs amigos y además comentarlo, que a veces me paseo pero luego me voy corriendo a otras cosas sin tiempo ni para comentar. Y eso no puede ser. Le decía a Asun en su blog que ya va para el año que me fui de donde vosotras, faltan menos de quince días, y se me ha pasado volando. Peeeero qué da gusto saber que podemos seguir conversando y sabiendo de nosotras y nuestras cosas por los blogs. Eso es lo importante. Me encanta. Un placer pasearme por aquí. Derrochas ingenio. Un beso grande, Rocío
ResponderEliminarHola, Rocío.
EliminarFíjate como pasa el tiempo... Ya un año y parece que fue ayer.
Al menos, tenemos esta forma de contactar, que ya es algo, ¿no te parece?
Gracias, guapa.
Un beso muy grande.
Demoledor se siente que allá donde vaya le acompañará esa angustia de por vida.
ResponderEliminarBesos Towanda
Hola, María Pilar.
EliminarA ver si llega un barco y le rescatan pronto porque me temo que este tipo no termina bien.
Gracias, guapa.
Besos.
A veces queremos escapar de la rutina para estancarnos en otra. Magnifico desenlace. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Sheol13.
EliminarTienes tanta razón...
Muchas gracias y muchos besos.
Gracias por seguirme, me gusta tu estilo, besos,ana.
ResponderEliminarGracias, ni brujas ni princesas.
EliminarUn beso muy grande.
Menudo final!!. Veo que eres toda una escritora. ¡Enhorabuena!.
ResponderEliminarCada vez que visito tu blog, tengo la misma sensación, "alegría y buen rollo"
Un beso Townda
Marinela
Hola, Marinela.
Eliminar¿Qué dices?.. Sólo una aficionada que aprende un poquito cada día.
Eso sí, alegría y buen rollo, que no falten porque nos vamos al carajo.
Besos, bonita.
"el sueño que desea ser soñado por cualquier mortal"
ResponderEliminarSaludos del entrenador soñador. ¡Feliz puente!.