Manoli
sale deprisa del restaurante; aún tiene puesto el mandilón y lleva un tarro de
cristal en las manos. Mariano la espera fumando un cigarrillo, apoyado en una
farola. Manoli es cocinera. Mariano está parado. Dos hombres que caminan detrás
de ella se intercambian codazos y comienzan a reír a carcajadas. Mariano les ha
oído bromear sobre el “monumental culo de la gorda”. Duda entre darles alcance
y partirles la boca, o cruzarse de acera y fingir que no ha escuchado nada y
que ni siquiera la conoce. Opta por lo segundo. Manoli le ha visto cruzar y va
a su encuentro con una sonrisa que se le sale de la cara. Se dispone a besarle,
pero el hombre le vuelve la cara. En su cabeza martillean las burlas de esos
tipos desconocidos.
–Mariano,
te he traído un poquito del gazpacho que tanto te gusta… –comenta ella, obteniendo como agradecimiento tan sólo un gesto de desprecio.
Esa
noche, durante la cena, Mariano increpa a la mujer reprochándole que ha cogido
mucho peso en los últimos tiempos; que dista mucho de ser una mujer seductora;
que anda descuidada y que está dejando de interesarle sexualmente. Le propone
que si quiere que las cosas mejoren deberá ponerse a dieta y hacer deporte. Manoli
asiente con la cabeza gacha. Piensa que es probable que él tenga razón y que el
picoteo entre horas ha aumentado notablemente el tamaño de sus nalgas.
Promete cuidarse y volver a resultarle apetecible. Mariano lleva mucho tiempo parado y,
quizás, eso unido al exceso de kilos de ella, le hayan agriado el
carácter.
El
día siguiente Mariano le tiene preparada la dieta del pomelo que garantiza
pérdidas de hasta cinco kilos en una semana. Tras el pomelo viene la del
aguacate y después la de la alcachofa. Manoli ha perdido tanto peso que ha
necesitado, hasta en dos ocasiones, un nuevo uniforme para el restaurante.
Mariano está orgulloso de los progresos de Manoli. En unos meses ha dado un cambio
espectacular y parece más joven, incluso más que él. Hoy, cuando volvía a casa
de sellar la cartilla del paro, se ha encontrado con una nota encima de la
cómoda de la habitación. Es de Manoli. Se sienta en la cama y lee. Lee que se
va, que le deja, que está harta de su malhumor, que ha encontrado a alguien
especial que la quiere y que la valora y siente que ella también se ha enamorado. Le
dice que busque un trabajo, que se trate la caída del cabello y que deje de
beber porque ha echado una barriga cervecera que es de todo menos seductora. Y, por último, le indica que en la nevera tiene tomates, pepino, cebolla, cominos y
algunas cosas más; que lo meta en la batidora y que aprenda, de
una vez, a hacerse ese gazpacho que tanto le gusta.
Que levante la mano el/la que no se haya puesto nunca a dieta...
ResponderEliminarEspero que os entretenga esta historia y que no penséis que soy mala y perversa.
Un súper abrazo y gracias.
Para nada eres perversa, eres un pedazo de mujer!!
ResponderEliminarIngeniosa historia y buen final
Abrazos
Hola, Aniagua.
EliminarEncantada de recibirte por aquí... Si no has cenado, te puedes quedar a cenar en casa con nosotros.
Me alegro de que te haya gustado la historia y su final.
Un beso muy grande y muchas gracias.
Qué puedo decir Towanda, Manoli la protagonista de tu historia los tiene bien puestos y tú, la autora de la historia eres genial, como siempre.
ResponderEliminarDos cariñosos abrazos a dos destinatarias
Hola, Sau.
EliminarSí que los tiene bien puestos, sí. Es mi heroína.
Muchas gracias por ser siempre tan amable y cariñoso.
Muaaaak
Hola guapa , una muy buena historia con un buen final , me alegro por manoli , no quería mariano caldo pues toma dos tazas , jajajaja enhorabuena buena towanda , besos de flor.
ResponderEliminarPd ; cuando tengas un ratito pasa por mi blog y lees el relato que escribí el jueves, está en la entrada de ayer ; eso sí sí tú quieres claro. Besitooooos.
Hola, Flor.
EliminarEfectivamente, Mariano ya se estaba pasando de castaño oscuro y obtuvo su premio. "A cada cerdo le llega su San Martín".
Ahora me paso por tu blog a leer tu cuento.
Besos.
Ahí con un par! Que tome de su propio jarabe.
ResponderEliminarBesotes!
Hola, ion-laos.
EliminarEso es, Manoli for President!!!
GRacias, y más besotes.
No se cual es la moraleja. ¿cuando están gordas, te quieren y cuando se ponen jóvenes y guapas se van con otro? jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjijijijijijijiji
ResponderEliminarHola, Spa.
Eliminar¿Peeeerdona?; cuando una está harta de que un mindundi la ignore o la menosprecie puede preparar una venganza lenta como ésta.
GRacias, locatis.
Un besazo.
puede ser salmorejo?
ResponderEliminarHola, noelplebeyo.
EliminarNo, a este señor le gustaba el gazpacho... ¿No estarás pensando en..?
Besos.
quien no aprecia lo que tiene lo pierde. Te mando un beso y buena semana
ResponderEliminarHola, Citu.
EliminarMuy bien, me gusta lo que dices.
Buena semana y muchos besos para ti.
"Ojo por ojo y diente por diente"
ResponderEliminar"Quién a hierro mata a hierro muere"...jajaja
Besos y salud
Hola, Genín.
EliminarAsí es aquí (que sólo es un cuento) y así debería ser en la vida real, pero muchas mujeres callan y aguantan burlas y desprecios.
Besos y salud, también para ti.
Gracias.
Yo levanto la mano.
ResponderEliminarNi una dieta.
Jamás.
Y no, no estoy gordo, estoy de rechupete.
:P
Besos.
Hola, Toro.
EliminarAlguna vez, seguro que has hecho dieta... No me creo que no.
Me alegro de notarte tan contento.
Besos, tío rechupete.
Mala si eres.... malísima y perversa también, pero eso forma parte de tu encanto.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte y no cambies nunca.
Hola, Tere Rojo.
EliminarUn poco sí, la verdad, tú me conoces, jajajaja.
Gracias, rebonita.
Un beso grandote.
Me encanta, pero para mí, en vez de recomendarle gazpacho, le mandaría a tomar morcilla!!! Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Ana Tomás.
EliminarAceptamos morcilla.
Gracias, guapa.
Un beso.
Muy buena tu historia, ya se sabe que : el que no valora lo que tiene a su lado puede llegar a perderlo.
ResponderEliminarBesos y a seguir así.
Puri
Hola, Dulci.
EliminarLo dices tan bien que ni una coma le pongo. Suscribo todo.
Gracias, rechula
Besos.
Sinceramente nunca he hecho dieta. Siempre como mucho, pero hago mucho ejercicio también, para gastar lo que comí
ResponderEliminarTu relato muy bueno. Aún así ella le sigue queriendo. Le deja la nevera llena para que siga comiendo gazpacho. ;D
Besote guapa
Hola, doctorcito.
EliminarEres un tipo sano, te creo.
¿Tú crees que ella le sigue queriendo?.. Yo, creo que no. Es como cuando tienes un animal de compañía; sales de fin de semana y le dejas las croquetas en el comedero... No le quiere, te lo aseguro.
Gracias, doc.
Un beso muy fuerte
Eso es lo que les puede pasar a los que ven la paja en el ojo ajeno. Hay que mirarse a uno mismo y ver si tenemos derecho a pedir sacrificios a los demás cuando debemos hacernos nosotros también.
ResponderEliminarMe he reído con tu particular humor inteligente de tu comentario en mi receta. Sabes que me encantas.
Besos guapa.
Hola, Lola Vel.
EliminarY qué razón tienes, hija de mi corazón. Tipos estilo Mariano los hay, afortunadamente y quiero creer que cada vez menos, pero mujeres Manolis quiero pensar que cada vez más.
Besos, reguapa.
Graaaacias.
Yo le diría que se fría unos espárragos, que son mejores que el gazpacho para adelgazar. Es increíble como es el ser humano...solo aprendemos a base de golpes...
ResponderEliminarUn beso
Hola, Coccinellidae.
EliminarJajajaja, espárragos, buena idea. Ya se lo digo al pobre de Mariano que ha aprendido a hacerse gazpacho y no deja de tomarlo.
Gracias,
Un abrazo y un beso.
yo ahora mismo estoy a dieta.
ResponderEliminarHola, David.
Eliminar¿En serio estás a dieta? Pero no será de gazpacho...
Un besazo.
Towanda, no me gusta. Estoy en el paro, soy calvo, tengo barriga cervecera y el carácter agrietado. Saly está cada día más joven y guapa. ¡Ahora, eso sí: llevo tres semanas a dieta!
ResponderEliminarTu relato parece gracioso por lo de las dietas y eso, pero cuentas con bastante exactitud la forma de pensar de muchos hombres.
Qué bien escribes, joia.
Hola, Ximens.
EliminarJajajaja, visto de ese modo parece que hubiera pensado en ti para crear a Mariano, pero te diré que aunque haya ciertas similitudes contigo, tú no eres ni calvo, ni tienes barriga y ni por supuesto tienes un carácter ajado... Saly sí está muy guapa, sí, pero tú también lo estás y hacéis una gran pareja.
El relato, aunque parezca gracioso, creo que en el fondo no lo es y me entristece un poco.
Un beso muy grande y gracias por tu sentido del humor.
Donde las dan, las toman... Me ha encantado porque la historia me parecía que iba en dirección de hacer una víctima y ha resultado ser una reina.
ResponderEliminarBesos
Hola, María Pilar.
EliminarAsí es; dónde las dan las toman... ¿No querías un pivón para presumir en el bar?.. Pues va a ser que el patito feo se ha cansado de oirlo.
¡¡Olé, por todas las reinas que lo son, aunque ni lo sepan, ni se lo crean!!
Besos.
Diosss! qué contundencia pero es toda una lección de esas de la misma moneda para el pagador XD
ResponderEliminarFelicidades!!
un besotazo!
Hola, David Orell.
EliminarContundente y con chispita de mala leche, ¿no te parece?
GRacias, amigo.
Un besotazo de vuelta.
Donde las dan las toman.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la forma en la que has llevado todo el relato.
Enhorabuena.
Besos
Hola, María José.
EliminarAsí es, donde las dan las toman. Hay que querer cada día a quien tenemos al lado, por lo que pueda pasar.
Muchas gracias y muchos besos.
Es lo que merece,ni más ni menos.
ResponderEliminarabrazo Fiaris
Hola, Fiaris.
EliminarJajajaja, sí se lo merecía el muy patán.
GRacias, y abrazo para ti.
Estoy de cumple.... En mi blog , cuando tengas un ratito pasa a comerte un trocito de trata vale , besos de flor .
ResponderEliminarHola, Flor.
EliminarEn cuanto termine de responder voy.
Muaaak.
Hola Towi, de nuevo dedicada exclusivamente a tu blog. Estaba empezando a ponerse un poco celoso de ese de los microrelatos nocturnos. Se lo contó el otro día, mientras tomaban café, al de los cuentos tontos.
ResponderEliminarUn saludo
http://www.loscuentostontos.blogspot.com.es/#cuento32
P.D. Vaya con las dietas de la cocinera.
Hola, Cuentón.
EliminarBueno, en exclusiva, lo que se dice en exclusiva no. Dile, de mi parte, que hay tiempo de sobra para todo y que si se pone muy pesado le coloco un cartel de "SE VENDE o ALQUILA".
Un beso muy grande y gracias por acercarte con tanta fidelidad.
Muaaaak
Hola Towanda, historia triste como real. Manoli por lo visto, necesitaba un empujón (verse guapa) para dejarle, la pena es que haya perdido tanto tiempo para decidirse, aunque, más vale tarde….
ResponderEliminarSe lee de un tirón, super amena.
Besazo guapa.
Hola, Rosy.
EliminarHay muchas Manolis que no saben lo que valen porque nunca se lo dicen sus parejas... A ver si aprendemos a saber, por nosotras mismas, lo preciosísimas que somos.
Besos, guapetona.
Mariano tiene muy pero que muy poca personalidad... ¡dejar que su vida cambie por dos hombres que pasan por la calle!
ResponderEliminarPues yo levanto la mano, que no he hecho dietas. jaja
Besos!
Hola, Caminante.
EliminarMariano es un mediocre y tuvo el pago a tanta mediocridad.
Tampoco he hecho dietas nunca... jajajaja.
Besos y muchas gracias, rebonita.
Vaya, hombre!!! No lo hacía por su salud, sino por el ideal de belleza que se lleva ahora, pero parece ser que no se miraba al espejo el susodicho.
ResponderEliminarMuy bien por Manoli, ese antiguo amor se diluyó con las grasas.
Por cierto, yo he adelgazado 7 kilos este verano y mis rodillas me lo han agradecido.
Besos gordos.
Hola, Gemelas.
EliminarNo se miraba en el espejo el muy patán, ahora tiene lo que se merece por no valorar lo que tenía.
Me alegro mucho de la mejoría de tus rodillas.
Un beso muy gordote, también para ti.
Yo a ese hombre le habría aplicado la dieta del cucurucho. Efectivamenteysí le hubiera matado a polvazos, cojonas. Besosmil, Dear Towanda
ResponderEliminarHola, Rubia.
EliminarContigo no se puede, jajajaja, eres una crack.
Besos, preciosísima.
Hola Towanda, te invito a que leas mi relato de Halloween, que acabo de colgar en mi blog, espero que te guste vale, besos de Flor.
ResponderEliminarOk.
EliminarAhí, a cada uno lo que se merece. Hay que ver lo que les cuesta a algunos mirarse en el espejo y verse su propia joroba.
ResponderEliminarBuen relato con un poquito de mala lechsssse!!!
Hola Marinela.
EliminarUn poquito de mala leche... ¿crees eso de verdad?.. Jajajaja, pues acertaste.
Un beso muy grande.
Joder, no se si reír o llorar, es duro, lo de ambos, digo.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Pedro.
EliminarLa verdad es que yo tampoco. aunque en tono jocoso no tiene ni pizca de gracia...
Te echaba de menos, muuuuucho.
Besos.
Hola Towanda!!! Que relato tan realista.... Me ha gustado mucho. Ella sale ganando y el se merece que lo dejen solo. Mucha gente se sentira identificada con este relato. Te mando un abrazo muy grande.
ResponderEliminarHola, María.
EliminarGracias, amiga.
Espero que estés mejor y lista para ponerte a trabajar en tu baúl.
Ella sale ganando y eso es lo que tenemos que celebrar.
Besos.
Touché... Excelente historia Towanda. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Sheol13.
EliminarEso de touché no será porque eres Mariano... jajajaja.
Un gran abrazo y muchas gracias por venir.
El caballero se lo tiene merecido, ¡a freír churros!, ahora que busque y compare quien le quiere más y cocina mejor. Me ha encantado este relato tan bien escrito. Lo que más me gusta es la determinación de la mujer.
ResponderEliminarQue tengas un feliz domingo
Hola, Loli.
EliminarSe lo tiene bien merecido y si quiere comer, que aprenda a cocinar.
Gracias, guapa.
Un beso muy grande.
Primero tengo que decir que te he librado de número 66 que trae mala suerte(soy el numero 67) . En la vida pedimos mucho de los demás y no nos gusta dar nada. Eso pasa con mucha gente. Personalmente mi teoría es dar, dar, dar y seguro recibirás. Me ha encantado ese relato y la final me parece magistral digno de la grande escritora que eres. Felicidades, Towanda, Un besote, Sotirios.
ResponderEliminarHola, Soti.
EliminarTu teoría es buena, pero hay quien siempre está dispuesto a abusar del que es generoso. Hay que dar, claro que sí, pero midiendo bien.
Bueno, que tú me digas esos piropos es de agradecer mucho, ya que tú ostentas un título muy importante en esto de los cuentistas.
Gracias, Soti.
Feliz lunes y feliz semana.
Besotes.
Me encantó! La exigencia de un cuerpo perfecto cuenta solo para las mujeres parece.
ResponderEliminarBesos
Hola, Gamyr.
EliminarEl que quiere hacer de su cuerpo un santuario, olé por él, pero el que quiere imponerlo en los demás es espantoso.
Besos, guapa.
Y en la nota le faltaba “y que te den”. Me revienta la gente que se avergüenza de la pareja porque ya no está como antes, ¡y los que exigen casi siempre estan como ruinas!
ResponderEliminarMe encanto el final del cuento, justo justo lo que haría yo en el lugar de Manoli pero con la diferencia que Mariano encontraría la nevera con telarañas.
Besos.
Hola, Campo.
EliminarY que te den, se lo decimos nosotras por patán y superficial.
Muchas gracias, guapetona, y felicitaciiones por esas fotos que, día a día, nos regalas.
Un beso muy grande, pero mucho mucho.
Muaaaak
gracias, desde su sitio web que tengo un montón de conocimientos.
ResponderEliminarNo es la falta de capacidad que debilita la vida, sino la voluntad suficiente para utilizar las capacidades existentes.
continuar con el espíritu de alcanzar un sueño.
karaman
ResponderEliminarordu
urfa
kilis
kütahya
2D8