Miranda no había probado bocado alguno en la cena. Su
madre anduvo buscándole los ojos durante toda la velada, intentando capturar una mirada o cualquier gesto fútil, capaz de hacerle entender qué clase de angustia estaba apoderándose de su hija.
-¿No come nada, mi amor?-... No se preocupe, todo está bien, mamá Lucía, todo está bien. Ande y acuéstese que ya le recojo yo.
-Deje la cabecita descansar, mi niña linda, que Dios nos proveerá, dele su tiempito...
Los niños, aún pequeños para entender, han devorado la comida demasiado aprisa olvidando masticar. Si comen tan apurados, después les dolerá la barriga.
Miranda ya había tomado su decisión. Los días previos sopesó las posibles eventualidades y los ingentes beneficios que le reportaría su viaje. Solo debía cruzar el charco...y su sueño se convertiría en realidad.
-¿No come nada, mi amor?-... No se preocupe, todo está bien, mamá Lucía, todo está bien. Ande y acuéstese que ya le recojo yo.
-Deje la cabecita descansar, mi niña linda, que Dios nos proveerá, dele su tiempito...
Los niños, aún pequeños para entender, han devorado la comida demasiado aprisa olvidando masticar. Si comen tan apurados, después les dolerá la barriga.
Miranda ya había tomado su decisión. Los días previos sopesó las posibles eventualidades y los ingentes beneficios que le reportaría su viaje. Solo debía cruzar el charco...y su sueño se convertiría en realidad.
Preparó una pequeña
maleta y, con el paso callado, se despidió de los niños y de la mujer con besos cargados de esperanza. No había amanecido aún y todos dormían, por lo que la separación resultó más sencilla. Antes de salir tomó su foto preferida del portarretratos. La instantánea mostraba a dos mujeres que sonreían abrazadas, mientras unos pequeños les observaban con los ojos muy abiertos: toda su gran familia.
Horas más tarde, montada ya en un avión, observa el mundo a sus pies y muestra su mejor sonrisa al ensortijado de nubes que van a apareciendo por la ventanilla. Apenas diez horas de viaje;
una semana en destino y de vuelta a casa con un buen puñado de dólares en el
bolsillo. Merece la pena correr cualquier riesgo.
Les
habla el comandante… velocidad de crucero de 900km/h… altitud …..
En unos momentos
pasarán las azafatas ofreciéndoles un refrigerio. La tripulación atenderá
cualquiera de sus necesidades. Les deseamos un feliz vuelo.
-¿Desea tomar algo, señora?
-Podría tomar un té… Tengo la boca
seca… Es la primera vez…
-Por
supuesto, señora. ¿Azúcar? ¿leche?...
Apenas ha ingerido un pequeño sorbo del líquido y una puñalada seca, desde el estómago, le ha recorrido todo el cuerpo.
Quizá,
si pudiera dormir un poco...
- ¿Me podría traer una
manta?... tengo frío.
- Aquí la tiene, ¿se encuentra usted bien?...
-Bien, bien, muchas gracias… Solo,
algo destemplada.
Acurrucada en su
asiento y arropada hasta las cejas retorna el dolor, esta vez con mayor intensidad…
No
debí tomar el té… Tranquila; puedo aguantarlo, creo
que puedo aguantarlo. Estoy empapada en sudor, quizá tenga fiebre… Oh!, otra
punzada… un estallido... Dios mío… ¡Qué dolor tan insoportable!... Voy a vomitar. ¡No, por
favor, no!, puedo aguantar; debo aguantar. Algo va mal. Lo más importante es mantener la
calma. Voy a ir al lavabo y me refresco un poco la cara. Eso voy a hacer…
¡Dios!, mis piernas, no las puedo mover… Estoy paralizada… Mamá Lucía, ¿qué he hecho?...
Les habla el
comandante…
Confiamos en que el
vuelo les haya resultado agradable. Vamos a proceder al aterrizaje. Abróchense
los cinturones y pongan sus asientos en posición vertical… La temperatura al
aterrizar es de 27º, un sol espléndido para una mañana que se presenta hermosa…
Disfruten de su estancia en nuestro país.
Ya hemos llegado, ¡por
fin!…
-¡Señora, señora!… ¡ya hemos aterrizado!… Puede quitarse el cinturón… ¡señora!... ¡señora!
No hay respuesta de la pasajera. Bajo la manta, una foto arrugada entre las manos frías de un sueño truncado.
Un tema que me asusta y me preocupa demasiado: los correos humanos.
ResponderEliminarEspero que no os revuelva demasiado porque no se trata de ficción, sino de realidad pura y dura.
Besitos.
Towanda una historia muy triste y muy real que ocurre casi a diario, es tanta la miseria que arriesgan la vida o la cárcel por unos dólares.
ResponderEliminarBesos a las dos
Hola Sau.
EliminarMuy triste, la verdad.
No sé de lo que sería capaz yo misma...
Un besazo, guapetón.
Desde luego, el relato me dejó paralizado. Hay cosas que verdaderamente "claman al cielo".
ResponderEliminarHola Mirlo.
EliminarVaya, que te he dado el domingo.
Clama al cielo que uno esté tan desesperado para arriesgar su propia vida por un puñado de dólares.
Un beso muy grande.
La miseria y la muerte forman una fuerte alianza. Demoledor y duro relato, pero necesario tratarlo.
ResponderEliminarBesos.
Hola Gemelas.
EliminarAsí es, y siempre van de la mano.
Un beso fuerte, chicas.
Un relato muy fuerte, que por desgracia como dices real en algunos casos, me ha dejado un poco uff.
ResponderEliminarSaludos
Hola Ángela CM.
EliminarEs el otoño que saca mi vena de denuncia.
Un beso muy fuerte, guapa.
Con lo contenta que estaba, ¡vaya! Lo malo, que es lo peor, no es su fin, lo peor es que suceda aunque no tenga estas consecuencias.
ResponderEliminarHoy no salto ni brinco. Un beso
Hola Ester.
EliminarJolínes, que te he chafado el día me temo.
Un beso muy grande, guapetona.
Me dio yuyu,abrazo.
ResponderEliminarHola Fiaris.
EliminarLo siento, se ve que hoy no ha sido mi día más divertido.
Un beso.
Uy pobrecita que desesperada estaría para hacer eso. Te mando un beso y gracias por hacernos reflexionar
ResponderEliminarHola Citu.
EliminarA ver si reflexionamos y lo hacen lo que los tienen que hacer y nos empiezan a dar soluciones. Que en el mundo hay para todos y si se reparten los recursos no habría que llegar a esto.
Besos, cielo.
Este es el único blog de los cientos que visito en el que no se puede entrar desde el navegador Chrome.
ResponderEliminarNo sólo eso, sino que ahora no reconoce mi cuenta gmail.
Me ha perdido tres veces el comentario y me tiene aburrrido de la vida.
Vamos a ver niña... qué has hecho con el blog?, o es que te ha asesorado una persona totalmente desquiciada?
Es que uno se cansa de intentar e intentar comentarte sin poder conseguirlo.
De verdad que es difícil.
Bueno, pues nada, del comentario ya ni me acuerdo, algo de que yo también conozco casos reales y bla bla bla.
Soy Toro Salvaje.
Si tampoco lo publica, tiro la toalla ya.
Besos.
Hola Toro.
EliminarJolínes, de verdad, que yo sepa no he hecho nada. Yo estoy navegando con el Chrome, ahora mismo y no noto nada raro.
Con la rabia que me da hacerte perder el tiempo a ti y a cualquiera. No sé lo que puede estar pasando pero iré a preguntar por ahí.
¿Me perdonas?
Bueno, creo que sí lo harás. Venga, no te enfades que seguro que es una tontería, aunque como te vuelva a no reconocer tu cuenta de gmail, lo cierro del todo y "a tomar por saco".
Gracias, hoy más que nunca, por tu paciencia.
Un beso muy grande.
Desgarrador, Towanda. No me esperaba este relato en el blog, aunque después del de "la casa de los caracoles"...
ResponderEliminarMuy visceral, desde luego, pero perfectamente relatado. Se queda uno petrificado, eso sí. Y más teniendo en cuenta que, sucesos como éste, por desgracia ocurren...
Muy buen post, Towanda :o)
Hola Francisco.
EliminarSí que es desgarrador, máxime cuando sabemos que no se trata de ficción.
Gracias por acercarte y brindarme tu opinión.
Muchos besos en una mañana de domingo que aparece soleada.
Jolín Towanda, esperaba tu próxima entrada, que te prodigas poco, y vaya cuerpo me has dejao.
ResponderEliminarDramático tema el de las mulas, no tan sólo por sus riesgos, si no porque el motivo para arriesgarse suele ser la miseria pura y dura, muy triste, y muy bien narrado, no has necesitado extenderte demasiado para transmitir el horror de la situación.
Muchos besos
Hola Inmagina.
EliminarYa, por lo que veo hoy me he pasado con el tema. Es un tema que me preocupa y que me da mucha pena porque es real; por eso duele más.
Gracias por acercarte y dejarme tu opinión.
Un beso muy grande.
¿Pasarte? no, por favor, es bueno tocar todos los temas y hacernos pensar un poquito
EliminarInmagina, ¡pues menos mal que me lo dices! estaba un poco sintiéndome aguafiestas. Gracias, reinona.
Eliminar¿Como puedes hacer que me palpite el corazón por la intriga, que me sorprenda, enganche, me encante y, además cómo puedes contar tantas cosas en un relato tan corto? Pocas personas pueden hacer lo que haces tú. Es muy triste ciertamente pero no por ello deja de ser fabuloso.
ResponderEliminarMuchos besos y feliz domingo.
Hola Lola.
EliminarOjalá, de verdad, que consiguiera todo lo que dices y que lo hiciera con muchas personas; sobre todo con aquéllos que tendrían el poder para hacer que las cosas cambiaran.
Mil gracias, amiga Lola, por tu amabilidad y cariño; que te agradezco enormemente. Personas como tú son las que animan a continuar contando historias.
Un beso enorme.
A veces, la necesidad obliga y no pensamos en las consecuencias.
ResponderEliminarUn relato triste, no solo por el final, sino por los que quedaron atrás...
Besote
Querido doctorcito.
EliminarLa necesidad obliga y las mafias adornan y enmascaran los posibles riesgos, para llenarse los bolsillos a costa de los más necesitados.
¡Vaya mundo más oscuro!
Gracias, amigo, por acercarte y serme fiel.
Un besazo.
Otro sueño roto, cosecha de la droga. Real como la vida misma tu relato, Towanda.
ResponderEliminarBss.
Hola Mar.
EliminarAsí es, la droga rompe todo lo que toca.
Un besazo, guapa.
Dios qué rabia me da que se me pasen tus actualizaciones, porque mira que me gustan tus relatos!
ResponderEliminarÉste me ha dejado pegada al sofá de pura tristeza,mas,sabiendo que hay una cruel realidad tras él...
Besos.
Muy triste, pero real. No deja indiferente a nadie.Me ha gustado mucho.Transmites mucho en tus historias. Te mando un fuerte abrazo y que pases un Feliz Domingo¡¡.
EliminarHola Marinel.
EliminarCuánta gente se queda en el camino con este tipo de transporte???
Muy triste, sí que lo es.
Besos,
Hola María Mercader.
EliminarUn abrazo muy fuerte para ti, también.
Y unos besos.
Me ha gustado mucho, aunque triste. Será el otoño.
ResponderEliminarBesos
Hola David.
EliminarSerá el otoño que a mí también me pone triste.
Un beso muy grande.
Leí ese título tan surrealista que me dije: ¿pero qué plato nos prepara hoy Towanda?" Luego me di cuenta, al momento, de lo que encerraba esa "mula" (no sé si has leído Bajarse al Moro. Muy aconsejable). Nada, nada, muy bueno, y muy serio (el próximo de humor; hay que ir alternando); y siempre consigues tocar la fibra.
ResponderEliminar(Por cierto, ¿me permites una corrección ortográfia? Gracias: "halla" resultado > haya resultado) Y perdón.
Hola Ángel.
Eliminar¡Madre mía qué peazo burra soy! No sabía si fingir una incapacidad laboral transitoria o decir que tengo un negro que no controla el verbo haber... Te habrán dolido los ojos y no es para menos.
Gracias, guapetón, por avisarme del error. Además, te diré, que no es la primera vez; con eso te digo todo. ¡Cómo pierde una con la edad!
Bajarse al moro, lo leí y vi la representación en teatro hace muchos años. Es muy buena, desde luego.
Un beso Ángel y, siempre, te agradeceré que me corrijas esas "metepatadas" al diccionario.
Te puedo asegurar que has al mejor escribano se le escapa un borrón. Son minucias. Lo que importa es el relato y tú ese arte (torero) lo manejas cada vez mejor.
EliminarBsssssss.
Ángel, ese refrán me lo decía mi abuela muchas veces. No es que te quiera comparar con ella, que no es eso, pero hay errores y "herrores".
EliminarYo, asumo los míos y me encanta que me los digas. Ya hay confianza; además ¿olvidas que hemos tenido una zanahoria juntos?... Eso une mucho.
Otro beso.
Además es una zanahoria que sigue creciendo y todavía no sabemos si es niño o niña.
EliminarSe me ha encogido el alma leyéndote.
ResponderEliminarHola Tracy.
EliminarYa imagino. En fin, como dice Ángel, el próximo relato que sea de humor.
Un beso muy grande.
Towanda, es un relato real, sí, pero amiga está tan bien narrado que logras emocionarnos. Nos acercas al personaje y nos introduces en su mundo, en la familia que la aguarda, en su desesperación, en ese callejón sin salida donde tantos seres humanos de encuentran atrapados en sus circunstancias y se ven obligados a tomar.
ResponderEliminarLa historia conmueve por lo que cuentas y como lo narras.
Gracias, amiga, por poner voz a hechos tan dramáticos y de explotación humana y hacerlo tan bien.
Un abrazo
Hola Felicidad.
EliminarCreo que, de cuando en cuando, hay que poner voz a los que lo pasan mucho peor que nosotros. Ahí entra mi vena social y de denuncia. Tenemos el medio para sacar casos como éste de las páginas de sucesos de los periódicos, en los que solo son tres iniciales. Esto es real y creí que había que contarlo.
GRacias, Felicidad. Uno besos muy grandes, bonita tú.
Por desgracia, la vida es tan dura como tú lo narras. Un abrazo.
ResponderEliminarHola recién-nuevo-amigo Cuentón.
EliminarSí que es dura, sí.
Besos.
Ahora si te puedo dejar el comentario aquí (yo ya no soy muy espabilada con la informática, pero hay que reconocer que blogger jorobando se queda solo). Bueno a lo que iba… que es muy triste saber y ver la vida de las “mulas”, me dan mucha pena este relato tuyo tan real.
ResponderEliminarBesitos.
Hola Campo.
EliminarBlogger es el "Gran Jorobador", ya lo sé. Y me la tiene jurada el muy capu***.
Un beso muy grande, bonita.
Hola Towanda querida!
ResponderEliminarUfff con este relato, lo primero que me sale es deleitarme con tu forma de relatar: impecable! me encanta! Después me meto poco a poco en tus historia y los detalles, al final me siento compungido ya que no espera el sueño truncado sino un final feliz y sin embargo, creo que como es digno de tu manera de ser, nos llevas a todos a pensar un poquito en toda la gente que sufre y la vida no ha sido nada grata con ellos.
Te felicito, preciosa escritura, dramática historia.
Hola Guille querido!
EliminarEstas cosas suelen tener finales tristes. No sé lo que yo sería capaz de hacer para sacar de la miseria a mi familia; en serio que no juzgo a nadie porque tal vez me dejara engañar como la chica del relato.
Gracias por tu comentario y tus palabras siempre cargadas de cariño.
Unos besos.
Ha desaparecido mi comentario, sin darle a publicar, ha desaparecidooooooo.
ResponderEliminarDecia que lo prometido es deuda y aquí estoy, jejejej. Y que me has dejado helada Towanda, es un relato tan real, que duele.
Como se vuelva a borrar le muerdo. jejejej.
Besos desde el aire
Hola Rosa.
EliminarBlogger me odia desde hace unos días. Estoy harta, te lo prometo.
¡Menos mal que no se te borró!
Gracias, Rosa.
Besos desde tierra firme.
Estremecedor, Towanda. Todo loq ue puedes transmitir con un título.... y un puñado de sentimientos
ResponderEliminarBesos
Hola mientras.
EliminarSi es así como dices me doy por contenta.
Besos, guapa.
Terrible, y real, porque ya sabemos que esto sucede...
ResponderEliminarMe gustó mucho, un beso
Hola Eva.
EliminarSabemos que sucede, por tanto es algo real que mata. Jó, qué pena, de verdad.
Un beso, guapísima.
Que difícil es tratar este tipo de tema, la verdad es que el hecho existe y que se trata de un narcotráfico donde hay un aprovechamiento inhumano de personas necesitadas y asustadas...
ResponderEliminarMuy buena entrada, sobre todo porque la concienciación empieza con la difusión y con hablar sobre el tema!!! (gracias por hacernos pensar al respecto.)
Un saludín, GoBri!!!
Hola Gobri.
EliminarNo es un tema que guste en general, lo sé y lo entiendo. Es mucho más bonito hablar de amor, de historias divertidas, de las suegras... Pero a mí el otoño me inspira tristeza y la tristeza me conduce a estas historias.
Gracias a ti por acercarte.
Un besazo.
Morirse en un avión es como morirse en ninguna parte....o quizás como no morirse.
ResponderEliminarbssosss y muchos votos.
Hola Spaghetti.
EliminarLa verdad es que es como la tierra de nadie. Me gusta eso de "como no morirse"...
Eres un genio, amiguito.
Muchos besos y muchas gracias.
Towanda, demuestra tu relato que hay soluciones que en vez de ayudar arruinan la vida hasta portarsela. Me imagino que las personas que deciden ser "mulas" saben a que se exponen y que con el riesgo quieren ganar un dinero fácil que les cambie la vida o sirva para tapar agujeros.
ResponderEliminarMe dejó trastocado ese final tan triste.
Buen relato.
Besos.
Hola Nicolás.
EliminarCreo que en caso de necesidad, cualquiera de nosotros sería capaz de hacer cualquier locura. En una ocasión, ante una desesperación muy grande (que no viene al caso) pensé hasta en cosas que no se pueden decir aquí... No sé, Nicolás, no sé.
Un beso, bonito.
Hola Towanda , la verdad es que el titulo , ya lo dice todo yo me imaginava una cosa muy parceida , ya que yo por suerte tengo el canal plus , y veo un programa que se llama "Encarcelados en carceles extranjeras" y la verdad es que casi todos los relatos , son muy parcidos a el tuyo , que por cierto es muy bueno y a mi mea gustado mucho , pero esto es lo que lleva la desperación a una persona cuando no tiene trabajo y las deudas de las letras de la casa o la hipoteca te aprietan tanto , estas desesperado y haces lo que sea por salir del dichoso hoyo , besos de Lm.
ResponderEliminarHola Little.
EliminarPues sí que tienes suerte de tener canal plus... Yo, ya tengo bastante con los canales en abierto, ¿para qué más?
La desesperación es mala compañera y aconseja muy mal.
Un beso muy grande, guapetona.
Sinceramente sobrecogedor, entiendo a esas personas que anhelan una vida mejor y hacen lo imposible para cambiar el arroz por el trigo, porque muchas veces la pobreza no es lo único de lo que huyen. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Sheol13.
EliminarTambién las entiendo. Habría que ponerse en la piel de los demás por un tiempo para intentar entender la desesperación, la hambruna, la miseria...
Gracias, amigo.
Besos.
Hola Towanda¡¡ Gracias por tu opinión.Me has subido mucho el ánimo. La verdad es que me entrego cuando escribo y si soy capaz de transmitir todo aquello que plasmo me doy por satisfecha. Sobre todo a personas que escriben como tu lo haces. Un abrazo muy grande y hasta pronto.
ResponderEliminarHola Maria.
EliminarDe nada, guapa.
Besos.
La necesidad no entiende de riesgos, es triste que la desesperación por tener una vida digna les haga hacer cosas de estas. Y peor aún que el último eslabón de la cadena sufra el peso de la justicia.
ResponderEliminarCualquier consumidor, aunque sea ocasional o esporádico ha de aplicarse el mea culpa.
Besitos
Hola mágico.
EliminarSí que es triste sí.
No te me vengas abajo que te doy.
Besitos, precioso.
Madre mia solo el titulo me impacto ni ideqa de lo que puede ser...madre mia ,e quede paralizada buenisimo tia lo siento pero es que te quiero un monton
ResponderEliminarJopetas que no habia acabado el coemntario buenismo el relato lo pongo ahoar mismo en mi pagina besitos
ResponderEliminarHola Marta.
EliminarGracias por el cariño.
Besos grandes.
Absolutamente movilizante tu relato, una realidad cruda que nos abofetea.
ResponderEliminarGracias Towanda.
Hola Gamyr.
EliminarEs cierto, a ver si cambian un poco las cosas...
Besos.
Buen relato con una terrible realidad detras, un buen retrato de la necesidad y las consecuencias.
ResponderEliminar¿Donde dejo la direccion para el jamon? ;)
Un saludo.
Hola Archivista.
EliminarMe dejas aquí mismo tu dirección y te lo mando, jajajaja. Es una pieza de siete kilos, espero que la disfrutes.
Besos.
Hola Towanda, unas amigas blogueras hemos creado un Blog Directorio para publicidad de blogs gratuita.
ResponderEliminarDejo el enlace por si te interesa estar en nuestra lista.
http://agregatublog.blogspot.com.es/
Anímate, no dejes pasar la oportunidad.
Gracias.
Hola Blogueras unidas.
EliminarAhora os visito y si es gratis no hay nada más que decir.
Besos.
Dura la historia de tu relato verdaderamente!
ResponderEliminarpero lo màs importante a mi forma de ver, es de
que logras tocar las fibras del alma humana.
Un fuerte abrazo Towanda
con mucho cariño!
Hola Francisco Jose.
EliminarLa verdad es que siempre estoy con historias tristes o realidades que no acaban con el "comer perdices" de los cuentos... A ver si se me ocurren cosas más divertidas.
Gracias, amigo.
Besos y abrazos.
Me ha gustado mucho, pero ponme un final feliz, porfa. Que por lo menos le salga bien a alguien. Aunque sea en la ficción.
ResponderEliminarGenial, como siempre. Besos.
Hola David.
EliminarTienes razón y como la tienes, te la doy.
A ver si esta cabezota piensa algún cuentecillo más alegre.
Un besazo y gracias por la observación que creo que es muy acertada.
La de cosas que se hacen por necesidad! Qué bien expuesto está, por desgracia la realidad de much@s! Un abrazo guapísima
ResponderEliminarHola Gataky.
EliminarPor necesidad se haría de todo, ¿a que sí?
Tú sí que eres super guapísima de la muerte.
Besos y muchas gracias.
me recuerdas ?
ResponderEliminarPlebeyo Sir?
EliminarMi profesor de griego?
Mi primer novio de Málaga?
Noelplebeyo?
No lo sé.
Tràgico relato pero con una narraciòn estraordinaria. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
Hola Fus.
EliminarThank you.
Abrazotes.
...si tuviera un final feliz no sería tan bello.
ResponderEliminarBesos (dos para hoy)
Hola Tomae.
EliminarCon un final feliz, estaría haciendo un poquito de apología y no va por ahí el mensaje en este caso. A ver si lo próximo resulta más divertido.
Cuatro besos para ti.
En lo personal, me parece muy bien el relato "las cosas son como son"
ResponderEliminarY si el mensaje era hacer conciencia, lo has hecho muy bien!
En la variedad está el gusto! Cuando quiero reir...me voy a tu no-blog;)
Un cálido y fuerte abrazo Towanda
Hola Francisco Jose.
EliminarGracias, bonito. Aunque el no-blog se está poblando más de lo que fui capaz de presagiar.
Besos.
Quisiera añadir solamente, que en varios relatos aquí mismo algunas veces me has sorprendido y envuelto en tus sonrisas...;)
ResponderEliminarFrancisco Jose, eso es porque me has tomado cariño; gracias otra vez.
EliminarBuen relato. Me gusta el desenlace final, certero e impredecible.
ResponderEliminarNos leemos.
Saludos ;-)
Hola Jorge Ampuero.
EliminarGracias por tu visita y tu comentario.
Unos abrazos.
Buen final! Chica cuenta con mi voto en los bitacoras... Felicidades!
ResponderEliminarHola Rosendo Hurtado.
EliminarGraaaaaaaaaaacias. Tendrá usted el correspondiente jamón, jajajaja.
Besos y más besos.
Desgraciada realidad. Además no hay nada que evite que la esperanza nazca en esa locura.
ResponderEliminarBesazo
Voy a ver si logro votarte en Bitácoras, ¡¡porque lo he intentado y debe ser que soy muy torpe!! :D
Hola Dolega.
EliminarEsta realidad da mucha pena y ahí, en la mayor desesperación, es donde surgen las mayores locuras. Pienso como tú.
Gracias por lo de Bitácoras, me vendrá muy bien un impulsito.
Besos, guapetona.
Real y cruel lo que cuentas, pero ocurre demasiadas veces.
ResponderEliminarBesitos
Hola Elysa.
EliminarCruelísimo y nada ficcionario.
Gracias, guapa.
Besos.
Al principio el título no me dice nada, luego, a medida que dices "merece la pena el riesgo" todo queda claro. Triste relato por el fin y los medios de supervivencia. El relato se lee muy bien y me gusta cómo transitas por él. El juego de colores en las letras es un sello personal. Lo que no me convence, por no llegar a entender, es la clave que utilizas para escribir en cursiva o no, al mezclarlas no llego a ver que pretendes. Un "pero": el diálogo "no se preocupe..." inicial debería estar en otra línea precedido por el guión. Y otro, pero no me hagas caso: creo que tras puntos suspensivos, si no pones coma debe ir en mayúscula, pero quien soy yo. Sinceramente: te he leído mejores relatos. La foto muy acertada. Con cariño.
ResponderEliminar