
Los
padrinos acercaron sus velas con una mueca divertida de asombro. Me miraban a
mí y luego al niño. El parecido era asombroso. Alguien carraspeó. Tan solo el emocionado
padre parecía ajeno ante tamañas evidencias.
Aprovecho esta tribuna virtual para plasmar qué me importa y de qué manera me afecta... No siempre serán cosas agradables y es una pena. Además os contaré cuentos para dormir o para despertar; unas veces relatos cortos y otras, más largos. Las risas están aseguradas y espero y confío en poder crear un clima agradable, para tod@s aquell@s que decidáis quedaros a conversar. Besos por adelantado de un alma, presuntamente, "gamberra".