Acaba de entrar en la cafetería; confirmado, las 8:30 en punto.
Es imposible no sentir su presencia ya que la fragancia del local cambia al instante. El olor a tostadas y a café recién molido queda sepultado por ese perfume a rosas frescas.
Desde mi silla, junto a la cristalera, percibo los tímidos rayos de sol cobrando fuerza, ganando intensidad y calidez. Con un gesto rápido abro y cierro mi mano, intentando capturar el momento de olor y calor, y lo guardo con rapidez en mi bolsillo.
Diez pasos de tacón hasta la barra y las mismas frases, cada mañana.
-Buenos días, Marcial… café solo con dos azucarillos, por favor.
-Marchando uno solo para la señorita.
Debo ser tonto, pero me he acostumbrado a esta breve rutina de cada día y confieso que estoy enganchado.
Me gusta escuchar su caminar, respirar su perfume y sentir que no soy el único que espera su visita, también el Sol aguarda su entrada para asomarse tras los cristales.
El ritual termina siempre del mismo modo...
-Hasta mañana y que pase un buen día.
-Hasta mañana.
Llevo mi dedo índice al reloj, las 8:43, ¡no falla! Trece minutos. Se marcha. Diez pasos hacia la puerta… El sol batiéndose en retirada; el olor a rosas escapando por la puerta tras ella y, de nuevo, el aroma del café tomando posesión de su escenario… En mi cabeza todas estas sensaciones y tan solo dos palabras “hasta mañana” que me brindan la posibilidad de un nuevo encuentro.
Durante todo el día ando metiendo y sacando mi mano del bolsillo de la chaqueta. Es curioso el calor que guarda a pesar del paso de las horas. Con los ojos cerrados, me la acerco a la cara para que me envuelva. No sé si es magia o no pero podría jurar que sigue oliendo a rosas…
Daci, mi compañera desde hace algo más de dos años, debe pensar que estoy loco aunque ella, mejor que nadie, conoce mis sentimientos. Pasamos largas horas conversando a diario; es decir, hablando yo y escuchando, con infinita paciencia, ella.
En ocasiones, cuando la oigo bostezar, la llamo por su nombre “Daci, Daci…”. Acude a mi lado, lenta y perezosa, sintiéndose la “otra”…Sé que está celosa y enfadada.
La pido disculpas por lo pesado que soy; la rasco el lomo y mi fiel amiga acerca su hocico a mi cara como si me besara. Yo, hago lo propio, la lleno de besos, la abrazo con fuerza, la hago cosquillas en la tripa, nos tiramos por el suelo simulando una pelea, le digo que es la más guapa de todas, que sin ella no sé qué habría sido de mí, que la quiero, que la adoro, que ella es “mis ojos”, mi guía… que es mi chica...
Towanda, soy un perro callejero, pendón, juerguista, así es la calle, pero te confieso una cosa: estoy falto de cariño y una caricia tuya sería sentirme en el séptimo cielo.
ResponderEliminarUn guau, guau, guau, lleno de ilusión.
Sadudades8:
EliminarYa sé yo que eres un juerguista y de falto de cariño, nada de nada, que tienes muchas personas que yo lo sé que te quieren... bueno, que te queremos.
Yo te doy unos mimos y tan amigos.
Gracias, bonito, guau guau.
Que bonita historia... preciosa, de verdad. Hoy no me he reído me ha cogido el punto conmovedor.
ResponderEliminarBesos
ahora si puedo comentar amiga.
ResponderEliminarantes entre pero me fue imposible dejar mi comentario,espere a ver si se solucionaba y veo que lo has hecho.
me encanto esta historia de bar,de cafecito caliente y sobre todo del amor por esa mascota que es la luz de sus ojos.
cuando puede hacer un animalito en nuestras vidas amiga,son increibles.
te dejo besitos y abrazos reina y te deseo una muy feliz semana llena de alegrias!!!!!
Es el mejor relato que te he leído hasta ahora. El mejor escrito. Vamos, que me ha encantado, colegui.
ResponderEliminarBueno, y besos.
Ángel:
EliminarQue me acabas de llenar los ojos de lágrimas...
¿De verdad piensas eso?, yo creo que con la peazo lista rock que te he mandado quieres contentarme a cualquier precio y contar conmigo en posibles colaboraciones... ¡Ay, que te veo besugo que tienes los ojos claros!
En serio, muchas gracias.
Unos besos.
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ResponderEliminarMientrasleo:
ResponderEliminar¿Estás sensibloncilla hoy?
Gracias, tesoro.
Un beso.
Sony:
ResponderEliminarYa lo sé, he tenido problemas con los "malditos" comentarios anidados que se estropean y no hay manera.
Gracias Sony.
En estos días de tanta charla sobre el maltrato animal he querido homenajear a los perros-guía de la Fun-DACI-ón ONCE.
Un besazo enorme.
Nuestros perros comprenden más a través del olfato, pero acaban entendiendo nuestras palabras.
ResponderEliminarRecibe mordida cariñosa.
El perro siempre ha sido y sera el mejor amigo del hombre, nunca he podido entender que los maltraten.para un invidente tiene que ser muy positivo tener un perro a su lado.
ResponderEliminarUn bonito relato. Un bessito
No entiendo a la gente que maltrata a los animales, de dónde les viene ese odio, será que nunca se han sentido queridos y lo pagan con el más indefenso. Con el poder terapeutico que tienen las mascotas, en fín...
ResponderEliminarBesos guapa!
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ResponderEliminarRediez, me ha conmovido tu historia. Además está muy bien escrita y sí, tiene un puntito tristón.
ResponderEliminarUn beso
Valaf:
EliminarTristón y optimista a la vez ¿a que sí?
Gracias, Valaf, me voy a ver una peli con el macho alfa (que si no se enfada).
Buenas noches y unos besos.
Carlos de la Parra:
ResponderEliminarNo tengo perro pero sé que estos perros que ayudan a las personas ciegas se merecen agradecimiento social por la labor que hacen.
Gracias mil por acercarte.
Un abrazo.
Men:
ResponderEliminarTampoco entiendo el maltrato animal.
Estamos juntas y creo que con todos en esa idea.
Un beso muy fuerte, amiga.
Ión-Laos:
ResponderEliminarTe suscribo al 100%.
Un besazo.
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ResponderEliminarHermosos los sentimientos de los perros.
ResponderEliminarHermoso tu relato. conseguiste que yo notase el aroma.
Besos.
Hola André:
EliminarTienes razón. Gracias por sentir el aroma ¿hace un cafetito?
Un abrazo.
Lo tuve que leer dos veces para hacerme cargo de que se trata de un ciego que tiene una perra guía, pero además hay una chica que entra en un bar y lo inunda todo con su perfume de rosas...
ResponderEliminarEl relato es magnífico, pero tardas un poco en distinguir los personajes, que son cuatro: el ciego, la chica, el camarero y la perra. Y como siempre la sorpresa del final.
De verdad, me parece un buen relato.
Mirlo, muy agradecida.
EliminarEs muy difícil intentar ponerte en el lugar de una persona que no ve y describir cómo percibe un escenario. Olores, sonidos, sensaciones de calor...
Si te gustó, me alegras muchísimo la tarde.
Un abrazo.
son lo más cercano a humanos
ResponderEliminarHola Noel:
EliminarNunca he tenido perro pero sí sé escuchar a los que lo tienen y es cierto lo que dices.
Besos.
Es hermoso, muy hermoso tu relato. La relación entre un invidente y su compañero o compañera debe de ser de las más profunda que puedan existir en el reino animal entre dos especies distintas.
ResponderEliminarComo siempre me ha gustado leerte, confieso que hoy un poco más que ayer y espero que menos que mañana.
Besos Towanda.
Acróbata, ¿sabes que dicen que no se debe nunca acariciar a un perro-guía cuando va con su dueño?; pues sí y esto es porque el perro está trabajando y no hay que distraerle... Encima de amigos fieles, son profesionales.
EliminarEstoy impresionada con estos animales y con otros que sirven de terapia y apoyo para personas que lo necesitan.
Un beso para ti y muchas gracias.
Un relato tierno y la ilusión de este hombre alimentada día por día, hermoso Towanda, un abrazo!
ResponderEliminarMaria Cristina, hola.
EliminarAsí es; fíjate con qué poco este hombre es capaz de mantener una ilusión en que llegue el día siguiente.
Gracias, guapa.
Un beso.
Daci es superachuchable, por lo que imagino.
ResponderEliminarPrecioso texto, Towanda. Besazos.
Me encanta como describes el poder innegable de seducción que tienen los olores y cómo perduran no sólo en un día, sino en años.
EliminarEsa ilusión de cada mañana es por sí sola capaz de mantener una vida.
Hola Juan Antonio:
EliminarSí que lo es. Te confieso que me dan miedo los perros y que un día me meto debajo de un autobús huyendo de alguno... Pero con los perros-guía no me pasa.
Besos.
Tracy:
EliminarMe pasa a mí que soy negada para reconocer los perfumes... Los olores tienen poderes mágicos y éste a rosas, guardadas en su chaqueta, le hacen mantener una ilusión.
Besos, guapa.
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ResponderEliminarAlgunos perros son como mi mujer, cuando les hablas, hacen como que te entienden!!!
ResponderEliminarSpaghetti: Eso, para ti, ¿es bueno o malo?
EliminarCreo que bueno para el perro y no tanto para tu mujer.
Besos.
Ay carita de gata...
ResponderEliminar:P
Besos.
Hola Toro:
EliminarMiaaaaaaaau.
Que gatita tan linda...
EliminarToro, ¿te has levantado arañado?... Ah!, que ayer perdió el Barça y no te ha dado tiempo a mirarte en el espejo. ¡Lo siento!
EliminarMiau, miau, miau.
Que alegría tan grandeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!
EliminarJajajajjajajjajajajajaja
Oye, que dicen por la radio que el madrid se ha clasificado, que el balón que chutó sergio ramos ha dado la vuelta al mundo y al final ha entrado en la portería, jajajjajajjaja
Hala, a disfrutar de la décima, la décima desilusión claro, tomaaaaaaaaaaaaaa
Toro, Toro...
EliminarEstás jugando con fuego.
Aynsssssss, si supieras lo bien que me siento...
EliminarHoy a sido un relato enternecedor. Muy hermoso.
ResponderEliminarGracias Nigth, me alegro mucho.
EliminarUn besazo.
Towanda, es un relato que nos va succionando hacia una historia dulce sí, pero también que nos habla de soledades compartidas, de felicidad basada en en ese intercambio de ternuras y en esa sensibilidad hacia los sentimientos que una mascota es capaz de proporcionarnos.
ResponderEliminarMe ha encantado, amiga, la ambietación, es magnífica. Se pueden percibir los aromas, observar la cafetería, los segundos que pasan, el perfume a rosas que irrumpe y se aleja. Pero siempre le queda el refugio de Daci.
Disfruto con tu prosa.
Besos
Felicidad, también lo entiendo como tú; un intercambio de afectos entre el protagonista y su mascota-guía.
EliminarUna historia de amor, lealtad, fidelidad... que es real entre ambos y una ilusión personificada tan solo en el sonido de una voz y en un olor que lo invade todo y que, de igual manera, se difumina.
Ella, Daci y otros tantos como ella, siempre serán el refugio.
Gracias, amiga, por tus palabras.
Un beso GIGANTE.
Towanda, muy tierna esta historia de Daci y su dueño invidente. Se dice que cuando mengua un sentido se desarrollan otros con más intensidad, en este caso, parece que el olfato. Lo que debería hacer con esa chica de sus sueños, es tratar de hablar con ella, a ver que sucede.
ResponderEliminarMe gustó la originalidad del relato y el título.
Bessets.
Nicolás:
EliminarEs lo que le vengo diciendo yo a nuestro protagonista: "¡habla con ella!" pero, nada, no hace caso.
Soy partidaria de la comunicación a cualquier precio y comparto tu idea de que deberían hablar.
Un besote.
Una historia conmovedora.
ResponderEliminarNo hay como la compañía de un perro !
Besos Towanda :)
Gamyr, tienes mucha razón. No hablo por boca propia sino por lo que oigo a las personas que tienen un animal de compañía. Así que si todos coinciden es porque será cierto.
EliminarBesos.
El amor incondicional de un perro, que nos puede ayudar a superar las soledades de la vida y el amor platónico unidos.
ResponderEliminarPrecioso Towanda, como lo cuentas, como nos lo haces ver, oler, sentir...
Besos desde el aire
Hola Rosa:
EliminarAhí quería llegar yo, al amor real frente al platónico. El real lo comparte con su mascota, su mejor amiga, su compañera fiel... Y el platónico representado por una fragancia que lo llena todo, unas palabras a un camarero y el sonido de unos tacones. En ese pequeño mundo ha conseguido ser feliz.
Gracias, Rosa.
No, no es una historia triste, al contrario. Es la historia de alguien que sabe vivir a pesar de una limitación enorme, es la historia de un joven que describe su entorno a oscuras con una intensidad y un sentimiento que te hacen, de alguna forma, entrar en su mundo.
ResponderEliminarQue admirables esas personas que saben sacarle el lado bueno a una vida que les da más pedruscos que camino llano.
Precioso relato, besos.
Hola Merce:
EliminarPor comentarios como éste te tengo que querer a la fuerza.
Me explico y resalto esto que dejas escrito tú:
"Que admirables esas personas que saben sacarle el lado bueno a una vida que les da más pedruscos que camino llano"... Esas personas, las que lo suelen tener menos fácil que los que nos consideramos normales, nos dan lecciones todos los días y son dignas de admiración y respeto.
Gracias, Merce.
Un beso muy fuerte.
Creí que mi primer comentario se había perdido en el limbo y por eso lo he repetido, ahora lo veo de nuevo.
EliminarDisculpa, aunque no son iguales, borro el primero, con tu permiso.
Merce, este blogger con el cambio de interfaz y de otras cosas hace verdaderas tonterías.
EliminarAprovecho para mandarte un besazo.
Una profunda soledad ambientada en un lugar concreto en el que se atisba una tenue luz en las tinieblas de su existencia abigarrada.
ResponderEliminarEl final es de lujo e inesperado!
Guau!!!
:)
Besos.
Hola Marinel.
EliminarHay lazos muy fuertes entre el protagonista y su mascota amiga que van más allá de lo que se pueda explicar con palabras.
Gracias por acercarte y un millón de besos.
Qué bonito relato, me ha gustado mucho, Tow, ese ambiente de la cafetería y esa atmósfera donde vive el protagonista... mucha sensibilidad... y también mucha paz.
ResponderEliminarNo puede ver la luz del sol, pero puede sentir muchas muchas cosas del entorno en el que habita.
En fin, y resumiendo: magnífico tu relato. Y gracias por el momento que me has hecho pasar mientras te leía, lo necesitaba.
Un abrazo :)
Ximo, muchas gracias. Yo también noto paz si intento imaginar el momento que nuestro protagonista describe. No veo amarguras ni lamentos; solo sentimientos de amor y paz.
EliminarSomos unos bohemios ¿qué le vamos a hacer?
Un beso muy fuerte, peazo artista.
Muy buno el relato, sabes que me encanta tu estilo, adoro los finales de tus relatos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola sibarita.
EliminarEres un cielín; muchas gracias.
Otro abrazo para ti.
Hola Guapa , me dejas sin palabras , esta muy bien la verdad , un beso de Lm.
ResponderEliminarHola Little Moon, muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn beso muy grande.
Hola amiga, me ha encantado tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Maruja, te lo agradezco de veras.
EliminarBesos.
Hola Towanda , un relato muy bonito e interesante me a gustado mucho , queria preguntarte una cosa por que cuando , te pongo en mi lista seguidores del blog , ¿ tus entradas, me salen dobles ? me puedes ayudar como lo arrglo , un beso de Margarita*
ResponderEliminarMargarita, lo de las entradas dobles debe ser porque ayer tuve problemas y suprimí la entrada y la volví a publicar... Cosas de blogger que me hace estar cambiando cada día los comentarios y esas cosas. Ya verás como no vuelve a pasar.
EliminarUn beso.
Hola me pase a saludarte,cariños
ResponderEliminarHola fiaris; gracias por el saludo y los cariños. Siempre vienen muy requetebién.
ResponderEliminarBesos para ti.
Un relato que discurre por esos instantes de placer diminuto que representan unos breves momentos degustando el aroma del café, el sentirse en un lugar que reconoces y finaliza con un reencuentro tierno y cariñoso de ese animal a quien queremos tanto como a cualquiera de nuestros mejores amigos; porque él lo es, o quizá es mucho más...
ResponderEliminarBesos.
moderato; muy bonito tu comentario.
EliminarGracias, amigo.
Un abrazo muy fuerte.
Que relato tan tierno y humano. Me encanto sentir ese olor a rosas, escuchar esos tacones y contar con el protagonista los pasos, y me gusto ver por medio de DACI a la chica afortunada que hasta el sol la viene a dar calor por la mañana. Yo creo que DACI, si comprende a su dueño cuando se guarda en el bolsillo ese olor y calor.
ResponderEliminarMe gusta la humanidad de ese perro .
Besitos.
Hola Campoazul:
EliminarYo veo a todos afortunados. A la chica que, sin saber como es, tiene deslumbrado a nuestro señor. Él mismo que sabe disfrutar de los momentos buenos que le trae la vida. Daci, que tiene a quién querer y quién la quiere... Y un momento de calor y olor guardado en un bolsillo de una chaqueta.
Gracias, guapa.
Un beso gigante y ¡a disfrutar de lo que nos ofrece la vida!
En la primera parte nos narras muy bien la escena de los olores y también la admiración por la mujer de los trece minutos. Además, de algún modo nos sentimos reflejados en algún recuerdo de aromas conservados en los objetos.
ResponderEliminarLa foto, es muy acertada, pues incluso se puede ver una cierta forma de rosa.
La segunda parte arranca con un sorprendente "Daci, mi compañera..." que me sorprende y hace templar el relato, ¡anda, si tiene pareja? jeje, ese "acude" me retuerce. ¡Pero si Daci es una perrita! Los dos últimos párrafos quizás sobren, ya no hay sorpresa, pero es cuestión de gustos, claro. Me hubiera gustado alguna referencia al olor que conserva en el bolsillo y los celos de la perra. Y hasta aquí todo subjetivo. Y algo que creo que es objetivo: Creo que SOL en ambos casos es con minúsculas, pero quién soy yo.
Me gusta leerte, SOL.
Hola Ximens:
EliminarSe me ha vuelto a colar un error con la mayúscula de sol; y mira que lo repaso pero se ve que no doy más de sí o de mí. Eso ya está subsanado, gracias.
Tú, ¿lo acabarías quitando los dos últimos párrafos?
No sé, ¿crees que quedaría claro que se trata de una mascota guía?
O, debo entender que cambiarías esos dos párrafos por otros en los que se hiciera referencia a ese olor que perdura guardado y alguna referencia a los celos de Daci... También me gusta esa idea pero no se me ocurrió.
Gracias, Ximens.
Te debo unas raciones de calamares a la romana (no sé a ti pero a mí me encantan).
Me gustaría el cierre en "Sé que está celosa y enfadada". Así, sin más explicación, pero es subjetivo. Durante el relato se sienten los olores y los sonidos, nunca se hace referencia a la imagen: esta claro que es un invidente. Y la mascota guía sale por deducción. A mi las romanas me gustan en calamares y en raciones, incluso en bocata.
EliminarPreciosa historia llena de sensaciones, me asuste por un momento pensando que languidecía la magia,solo le quedaba apurar disfrutando al máximo la esencia que llevaba en el bolsillo...pero no, ¡allí estaba Daci! ella, era su magia. me ha encantado Towanda. Gracias!
ResponderEliminarBesitos!
****Azul****
EliminarNunca dejaremos que desaparezca la magia...
¡Qué precioso comentario!
Muchas gracias y muchos besos.
Un relato con un final inesperado.
ResponderEliminarRealmente sentí el olor de las rosas...
Besote
Hola doctorcito:
EliminarClaro que lo sentiste, porque eres un gran romántico.
Un beso muy fuerte para ti.
¡Que bonita! es verdad a los animales se les acaba queriendo como a personas. y entre ellos y nosotros se establece una comunicación especial,como si sin hablar nos entendiésemos. Un beso princesa, que ya se acerca el puente
ResponderEliminarHola Espe:
EliminarAnda que no es importante la comunicación, creo que es de las cosas más necesarias para el ser humano.
Nunca he tenido perro, ni ningún otro animal de compañía pero un día paseando por la Castellana me fijé en un perro-guía... (aún se me ponen los pelos de punta cuando lo recuerdo) que estaba siendo golpeado por su dueño con la correa de cuero. Por supuesto, le dije que qué estaba haciendo y me mandó a tomar vientos.
Te puedo decir que el perro me miró a los ojos y agachó la cabeza con tanta tristeza que me emocionó... ¡¡¡No, al maltrato animal!!!
En fin, ¿para qué te contaba yo esto?
Bueno, pues porque quería hacer un homenaje a los perros-guías.
Un besazo Espe y muchas gracias.
Interesante relato, con final inesperado. Oli ese cafe y los tostados
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Lapislazuli.
EliminarOlía muy rico mezclado con las tostadas. Gracias, amiga.
Un beso muy fuerte.
Uy que tierno relato al principio me engañaste y luego me recordaste a mi perrito. Un beso y ten una linda semana
ResponderEliminarCitu ¿cómo estás?
EliminarGracias por acercarte y te deseo lo mismo para ti.
Un beso muy fuerte.
Pensé que ya no te podía comentar, yupi, por fin puedo volver a hacerlo. En algunas entradas no había podido y no sé el motivo.
ResponderEliminarGoyo, también tengo problemas para comentar, para publicar y para todo. Se ve que aquí también tenemos recortes.
EliminarUn abrazo.
Mezcla de sensaciones y una narración muy bien llevada. Yo lo resumiría con la palabra "fidelidad".
ResponderEliminarB7s
Hola Mari.
EliminarFidelidad y comunicación que va más allá de lo que somos capaces de decir con palabras.
Gracias, guapísima.
Mil besos para ti.
Precioso relato Towanda, como siempre Sorprendente... Que manera de transmitir!!! aún huelo el aroma de las rosas y el café...
ResponderEliminarBesazo ;)
Watashi, gracias.
EliminarMe alegro mucho de verte. Quedas invitada a una taza de café con rosas.
Besos.
Vine antes y no pude comentarte. Preciosos y adorables canecitos. Buenísimo tu relato, como siempre. Me quedé con esos aromas.
ResponderEliminarSara O.
EliminarUn abrazo muy fuerte y muchas gracias.
El aroma a café y a rosas...entremezclados ya por las mañanas debe de despertar los sentidos...no sé, pero me da que coloca jajaja...así después habla sin parar con el perro!.
ResponderEliminarBueno Towanda, como siempre tus historias me sorprenden y me gustan,pues haces que me sienta la protagonista de la historia, dejándome esta vez con un muy buen aroma,y con el cariño y la fidelidad de Daci.
Un besito.
Canto de la Luna.
EliminarPuede ser que coloque un poco, jajajaja.
Gracias, reina.
Un beso bien fuerte.
Y de vez en cuando algún que otro lametón. Eso es fidelidad.
ResponderEliminarHola Sergio, lametones que no falten.
EliminarUn abrazo.
Una bonita historia, de gente sencilla, y cotidiana, como es la vida en realidad.
ResponderEliminarVeo que has rtomado con fuerza la escritura. Y me alegro, por lo que haces disfrutar a tanta gente.
Besos,
Hola Asun.
EliminarRetomar, lo que se dice retomar, no mucho.
Te agradezco mucho tus palabras.
Besos.
Amigos siempre fieles que piden solo un poco de atención, que aman hasta el fin de nuestros días, se encelan y perdonan con un simple gesto por nuestra parte. Rico es su interior y rico es el interior de quien les da su cariño.
ResponderEliminarPrecioso relato, tan precioso como tu imaginación.
¡Besos Towanda!
Hola Lola.
EliminarTienes mucha razón en valorar la fidelidad de ese modo. Los perros son así con sus dueños; lo sé y no he tenido nunca uno.
Gracias siempre.
Unos besos.
precioso relato gracias por compartirlo con nosotros, pero yo quiero que el protagonista se decida ha hablarle a la señora de los tacones, por fi...
ResponderEliminarun abrazo
Hola bichoraro, claro que van a hablar...
EliminarYa tengo ganas de que se conozcan un poco más. Estoy en ello.
Un beso muy fuerte.
Como siempre metiendo goles...,Precioso y tierno relato!, aunque me hubiese encantado, como dice bichoraro, que el protagonista se lanzara a su conquista de taconeo aromàtico expresàdole su sentir, podrìa inclusive usar el amplio lenguaje de su amigo....Asì es que Wau wau..
ResponderEliminarMe gustò bastante Towanda, siempre tan ingeniosa!
Recibe un Inmenso abrazo!
con mucho cariño
Pd. Estarè fuera de serie algunas semanas
Cuidate mucho.
Hola Francisco José; tus deseos son órdenes... Se van a conocer y se hablarán ¡prometido!
EliminarUn beso muy fuerte y que las semanas que tienes que estar ausente sean fructíferas,
Son los amigos fieles por excelencia. Los que nunca fallan, capaces de escucharnos con una paciencia infinita, querernos sin condiciones y aunque se enfaden un poquito, con dos caricias se les pasa enseguida.
ResponderEliminarNos alegran los dias, y nos hacen valorar las cosas pequeñas.
Esos animalitos, son parte de nuestra vida. Cuando tenemos uno en casa, es como uno más de la familia.
Besitos mediterráneos.
Hola Gala.
EliminarAmigos fieles son los que nunca están de más.
Gracias por venir a pesar de tu poco tiempo.
Un beso.
Towanda, una historia simplemente preciosa. Les tengo mucha estima a los perros guía, nobles, dedicados y trabajadores natos, mucha mas que a muchísimas personas. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Sheol13.
EliminarComparto todas tus palabras.
Un abrazo.
Un relato increíble, mi más sincera enhorabuena por esa facilidad que tienes para enganchar a quien te lee.
ResponderEliminarUn cordial saludo
JD Moreno, gracias por tu amabilidad.
EliminarUn abrazo.
Bello muy bello tu escrito, ¡Que mejor compañía!
ResponderEliminarPasa un lindo fin de semana, towanda
Un abrazo
Hola Rosa E, te deseo mucha fortuna y que seas feliz.
EliminarGracias y unos abrazos.
Gracias Towanda por relatar tan divinamente tus historias.
ResponderEliminarHace tiempo que no nos vemos y me acuerdo mucho de nuestros principios brogueros.
Te dejo mi ternura
Sor.Cecilia
Hola Sor Cecilia, te hacía ya fuera de España.
EliminarTambién te recuerdo mucho.
Cuídate mucho.
Un beso.
Que gracia!, hasta el final no sospeché que la compañera era una perrilla... pensé que era una mujer, me parecía algo raro eso de que escuchara con paciencia que un hombre le hablase de otra mujer.
ResponderEliminarBonito relato, muy bien escrito.
Besitos.
Erika, era una perrilla... Siempre dispuesta a escuchar y a entender a su amo.
EliminarUn besazo.
Historias que parecen lo que no son.
ResponderEliminarSaludos y feliz domingo.
Hola Sonrisa.
EliminarAsí es, gracias por venir.
Un abrazo.
Hola Towanda , paso para decirte que solo si tu quieres , te pases por mi cementerio ya que lo publique ayer día 30 de Abril , dentro de unos días publicare la senguda parte y ya que este relato consta de dos partes , besitos de Lm.
ResponderEliminarHola Little, gracias por avisarme.
EliminarUn besazo.
Hola, Towanda
ResponderEliminarQué historia más bonita, dos compañeros, dos almas que se ayudan, una los ojos del otro. Precioso relato e igualmente de bonito el trabajo que realizan estos hermosos animales.
Besotes.
Dolce Voce, un trabajo impecable el de los perros-guía.
EliminarLes admiro profundamente.
Besos y muy agradecida por tu visita.
Hola, Towanda
EliminarYa lo creo. Les he visto trabajar en la calle y es impresionante la profesionalidad con la que se mueven y la delicadeza que tienen con sus dueños.
Besotes.
Hola Boris.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Towanda!
ResponderEliminarMira que intento imaginarme el final de tus historias y nunca acierto, ni se me ocurren mejores finales... :)
Un beso!
Jose
Siempre a la misma hora, el mismo aroma, las mismas palabras....hay que ver como algunas rutinas pueden llegar a ofrecernos la motivación necesaria para esperar la llegada de un nuevo día.
ResponderEliminarMuy bonito y sorprendente final...
Saludos
FELIZ DIA A LAS MAMIS!!!!
ResponderEliminarCariños
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ResponderEliminarY mira que la rutina es pesada, pero qué diferencia cuando esa rutina es la que te hace seguir y levantarte todos los días. A veces un aroma o un saludo te hacen empezar el día con otra cara.
ResponderEliminarHola Towanda , en mi blog de diario hay un regalo , especial para ti que espero que te gutes ...Por favor , no me mates vale cuando lo veas , esta en la publicación de hoy Martes 8 de Mayo , es un pequeño homenaje para tod@s mis amigos , y hoy tea tocado el turno a ti , besos de Lm.
ResponderEliminarLlegue a tu blog a través de LM, un gusto pasar por aqui y leerte ^^
ResponderEliminarsaludos!!
Que agradable relato, es verdad, hay momentos en que el ambiente del sitio donde estás, cambia cuando ves a esa persona que llena tu mente con pensamientos idealizandola, es como una diosa para ti.
ResponderEliminarLuego, bajas a la Tierra y sigues con tu vida
Lo describes muy bien, me gusta y disfruto leyendote.
Saludos, manolo
¡Qué bonito! Insisto, tus historias merecen llevarse a las pantallas
ResponderEliminarGracias a todos y disculpas por estar tan perdida.
ResponderEliminarVolveré en breve.
Excelente entrada, gracias.
ResponderEliminarUn saludo,
Francisco M.
Realmente precioso amiga.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Hola Towanda como relator en prosa que me sabes me siento enfrente en el banco de una plaza a admirar el enorme edificio que has construido con tus palabras. Ese mundo a oscuras tan lleno de olores y calores y la relación entre el invidente y su perro y esa promesa a un nuevo mañana.
ResponderEliminarGracias por tu devolución por mi premio el que quiero que sepas que comparto contigo por ser parte de mi crecimiento.
Besos mil
Hola mi niñaaaa!!! Precioso pero lo tuve que leer dos veces para entenderlo mejor xdxdxdx que torpita!!! Te he dicho alguna vez que eres de los blogs preferidos MIOS!!!! Muackkkkk
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