Saltó de la cama con cierta ansiedad y no era la primera vez. Dos días ya con la misma inquietud. Quería hacerlo bien, sin dejar huellas, cortes limpios que reflejaran su buen hacer y sabiduría. Después, limpiarlo todo… borrar el paso de los cuchillos y la sangre…
Allí estaba ella, oculta en la cámara frigorífica.
Le pareció tan bella que no quería lacerarla en exceso pero, era tal su sed de sangre que la mente se le nublaba y le exigía más... y más.
Le pareció tan bella que no quería lacerarla en exceso pero, era tal su sed de sangre que la mente se le nublaba y le exigía más... y más.
Verdaderamente había sido una hembra hermosa y aún ahora, inerte, enfundada en una bolsa de plástico le excitaba. La rubia de pechos enormes yacía en una mesa blanca, sin prestarle atención.
Manolo era un tipo frío y calculador, obstinado en la perfección, que se debatía entre el amor a la muerte y a la vida. Quizás por eso el día anterior fue un único corte el que hubo de asestarle… Solo una cuchillada certera en el cuello... Suficiente para robarle la vida que se le escapó a chorros como un grifo abierto.
Sin hacer ruido entró en la cámara y, antes de comenzar el ritual del descuartizamiento, la besó. Un beso con pasión, ése que solo un enamorado es capaz de ofrecer, con los ojos cerrados dejándose llevar... Disfrutando del momento y acariciando sus rincones más fríos...
Al tiempo de las caricias y, blandiendo un cuchillo bien afilado, lo hundió en el cuerpo de la yaciente hasta la empuñadura... Y ¡la mayor explosión de sentimientos que uno pueda imaginar!...
Un ruído sordo en el cuerpo de ella y un jadeo de placer extremo en el de él...
Al tiempo de las caricias y, blandiendo un cuchillo bien afilado, lo hundió en el cuerpo de la yaciente hasta la empuñadura... Y ¡la mayor explosión de sentimientos que uno pueda imaginar!...
Un ruído sordo en el cuerpo de ella y un jadeo de placer extremo en el de él...
Al otro lado de la puerta, una voz le hizo salir del éxtasis en que se había sumergido…
- “Manolo, ¡chico!... ¿has “despiezao” ya la ternera?... ¡vamos hombre que es pá hoy y hay que abrir la carnicería!... ¿Andas dormío u qué?...
jajajajaja¡ bien me he cereido que descuartizaba un bello cuerpo de mujer, el psicópata asesino.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Deseo que sigas bien
¡ja,ja,ja! le has dado un toque de humor a esta noche de lluvia y viento. ¡gracias!
ResponderEliminarMenos mal que era una ternera... que si no, que si no, esta noche me quedo sin dormir con tu historia del psicópata. Genial.
ResponderEliminar¿Sabes que eres genial Towanda? Y mala muy mala, jajaja.
ResponderEliminarMe ha encantado esta historia. Pero cuando mire al carnicero destazar no se si se me va a soltar le risa floja...
Besos desde el aire
De esta me hago ovolacteovegetariana que ahora cuando vaya a la carnicería tengo bajo sospecha a mi carnicero.
ResponderEliminarRecordando que puede tener algún affaire con una guapa ternera.
Y es que eres única e insuperable en tus relatos.
Besos.
Towanda, salvaje carnicero. No entiendo como pueden existir personas que puedan matar a otros con tanta frialdad, que disfruten de la muerte. Muy bien reflejado, me gustó, aunque tanta sangre me impresionó.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Me imaginaba una vuelta de tuerca al final
ResponderEliminarPero quede sorprendido por lo gracioso...
Que lindo nombre Towanda
Sabias que:Towanda era el grito de guerra de la actriz Cathy Bates en la película "Tomates verdes fritos". En la película gritar "towanda" era su forma de enfrentar la adversidad y seguir adelante, devolviendo cada golpe de la vida.
Tamally maak
Me gusto, muy gracioso el final Un abrazo
ResponderEliminarjajaja ¡buenisimo!!!
ResponderEliminarcariños
ResponderEliminar¡¡Rediós!!, era una ternera...UNA TERNERA!!, jajajajaja...muy bueno, si señora.
ResponderEliminarMe quedo con la duda de la "rubia de pechos enormes sobre la mesa"
Un beso
jajaja me meo!!, ¡la rubia de pechos enormes! jajaja.
ResponderEliminarSerá carnicero, pero un carnicero un poco sádico, pues excitarse viendo el cuerpo metido en una bolsa de plástico y tener "sed de sangre"...
Muy bueno Towanda, me he divertido mucho.
Un beso.
nadie se rsiste a la mirada de una ternera...
ResponderEliminarPues yo sigo pensando que tenía a una mujer metida en la bolsa...el carnicero.
ResponderEliminarMe ha gustado este género en tu blog. Bravo.
Beso gordo.
"¿Andas dormío u qué?", jajajaja. Un relato escalofriante con un final cómico, me encanta!
ResponderEliminarUn besazo, preciosa.
Genial.
ResponderEliminarTodo un hallazgo, con tu permiso seguiré visitándote.
Caray chica,qué susto me he llevado pensando en uno de esos monstruos asesinos en serie...
ResponderEliminarP'al caso es lo mismo,porque las pobres terneras lo verán así,¿no?
Y esa excitación no dice mucho y bueno de él,tampoco!!!
Encantada de conocerte,guapa.
Besos.
Ufff, pintaba tan mal que podia asustar a cualquiera.
ResponderEliminarMenos mal que se trataba de un honesto carnicero profesional como el que mas.
Un abrazo.
Ricard
Jo, guapa, a mi no me des estos sustos, que yo soy muy sensible...jajaja
ResponderEliminarUn abrazo
Jajaja madre mía, al final resultó ser el Jack destripador de las terneras!! No sé por qué pero me estaba imaginando algo así. Anda que la mujer y sus chillidos finales, qué fina ella :) Y qué fino Manolo, oye.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte,
Manu UC.
Qué bueno!! Has pensado en hacerlo directamente novela negra sin el toque de humor? Es magnífico!!
ResponderEliminarTe sigo, me gusta como escribes.
Un saludo
Muy buen relato Towanda, me tranquilizó que fuese una ternera, pero hasta para matar a una ternera hay que tener una personalidad muy particular.
ResponderEliminarUn beso enorme.
HD
Imaginaba el final, no podía ser tan cruel. De cualquier forma se me ha puesto la carne de gallina. Cuando vea de nuevo una ternera, que donde vivo las veo todos los días, pensaré en esto que has puesto Towanda, puff!! increible.
ResponderEliminarBuena imamginación, y como siempre intriga hasta el último momento.
Un beso, intrigante escritora!!
Hola guapa , mira que esto me lo esperaba ja,ja, pero la intriga no me la quita nadie, ja,ja, muy bueno , un beso de Lm.
ResponderEliminarA medida que voy leyendo me van entrando ganas de dejar de leer. Vas introduciendo el miedo en mi cuerpo de modo que al no gustarme nada las películas de terror me digo que lo dejo. Pero me hago el valiente, jope, si solo es un relato inventado. Luego, además de sádico asesino le va el sexo con los muertos, lo dejo, que no, hombre que es ficción y además está esperando mi opinión. Va, sea por la autora. Y el giro, uff, menos mal, no hay hembra con grandes pechos tipo Elsa Pataky, es un carnicero zoofilico. Alivio pero me hago vegetariano.
ResponderEliminarHasta aquí lo que me has hecho sentir. ¿Satisfecha? Y luego, ya más tranquilo, y solo por decirte algún pero: El título no sé, por un lado puede desvelar al lector. Quizás ese "sin prestarle atención" sobre, pues está ya sabemos que los muertos, sean hermosas mujeres del sexo que sean, o vacas pre-cocinadas, no suelen prestar atención a nadie. Un saludo, y asombrado me tienes de pasar del mundo maravilloso de Julia y su libro, al de Manolo y su cuchillo.
Joooliiin Towanda!!!vaya susto...
ResponderEliminarDe todas formas a mi lo de matar aunque sea a un animal me da pena...
Pero no voy a decir que los chuletones no me gustan,pero en ese momento no se piensa en la pobre ternera...en fin...la vida que es así.
Me gustó el relato por la sorpresa que guardaste para el final.
Un abrazo.
Towanda: escalofríos. No tengo otra palabra para describir esto, me ha encantado! Tienes una habilidad increíble! Un besazo!
ResponderEliminarDangerAhead.
Vaya, si que le gustaban los animalitos a Manolo!! me has "engañado" hasta el final!! :D
ResponderEliminar¡Que bueno! No sabía si era ternera o cerda, dado tu buen sentido del humor. Como siempre me encana, haces que se me dibuje la sonrisa en el rostro desde que comienzo a leer.Muchos besos en este mes de los " muertos" que acabamos de comenzar.ESPE
ResponderEliminarNo puedo dejar de visualizar al carnicero besando con pasión a la ternera..., lo tengo grabado a fuego en la retina. Cuando pase al lado de una carnicería no podré evitar pensar que los carniceros besan con los ojos cerrados y dejándose llevar por "sus partes más frías" a las terneras... :)
ResponderEliminar¡No te puedes imaginar lo que le has hecho a mi imaginación!.
Besitos.
Anna Jorba Ricart: Descuartizaba un bello cuerpo, pero de ternera en canal, jajajaja. ¿No te dio la pista el título?...
ResponderEliminarBesazos.
Fali: Como dice una copla que me encanta: "que no nos falte de ná, que no, que no...". Eso te digo yo, que no nos falte ni el buen humor.
ResponderEliminarGracias y besos.
Goyo: ¡Menos mal!, pero si era un pobre carnicerillo haciendo el teatro de su vida...
ResponderEliminar¡Mal pensado!.
Besazos.
Rosa: Pues como te le imagines destazando las criadillas de un toro con ese apasionamiento, seguro que te da algo, jajajajaja.
ResponderEliminarGracias, guapa.
Besos.
Neuri: Y ¡menudo asco! cuando te de el cambio del dinero y te roce tus manos con las suyas... Buaggggg!.
ResponderEliminarAy, Neuri, qué graciosa eres.
Un besazo, amiga.
Nicolás Jarque: Bueno, la sangre, tiene su aquél... A mí me encanta...jajajaja ¡que es broma!.
ResponderEliminarTampoco lo entiendo.
Un besazo.
Daniel Eduardo Gómez: Me encanta que recuerdes el grito de "Towaaaanda"... Mira debajo del calendario humano que tengo a la izquierda del blog y comprobarás el por qué de ese nombre-alias.
ResponderEliminarSi te gustó, me alegro muchísimo. ¿Qué haría una aficionada a la escritura sin unos amigos tan maravillosos?.
Gracias inmensas.
Besos.
Lapislazuli: Hay que buscar la risa, hasta en lo más cotidiano.
ResponderEliminarUn beso muy grande y muchas gracias.
Fiaris: Gracias, guapa.
ResponderEliminarMe alegro de verte cerca.
Un millón de besos.
Valaf: No proyectes imágenes de la rubia de enormes pechos en la mesa... Que no era Pamela Anderson, era una ternerita esperando hacerse filetes, jajajajajaja.
ResponderEliminarGracias por venir y muchos besos.
Pensador: ¿Sádico?, pobrecito... Es que le gustaba mucho la carne y esta hembra no se le resistía, jajajaja.
ResponderEliminarMe alegro si te divertiste, que es muy importante reir a diario; además quema calorías.
Gracias, amigo.
Un besazo.
Noelplebeyo: Una vaquita, con sus ojitos tan tiernos... jajaja.
ResponderEliminarGracias, majete.
Un besazo.
Rombo: ¡Y vuelta la burra al trigo!, que era una vaca de matadero, en serio te lo digo... No había rubias de pechos gigantes, te lo juro por Pete Sampras.
ResponderEliminarO, tal vez no, y nos engañó a todas y todos...
Continúalo tú, Rombo.
Muchas gracias por ser tan majo.
Un millón de besos.
Sandra: Jajajaja, "dormíu u qué"... no sabía si se iba a entender.
ResponderEliminar¡Qué gamberra eres, Sandrita!.
Un beso enorme y, como siempre, aunque se me olvide decírtelo: GRACIAS.
Hola linda... creo que soy otro que se la pensara bien en el lugar donde comprará la carne.
ResponderEliminarQuedo del uno le relato.
Besos.
Cristofer
Merce: Permiso concedido para ir, venir, volver, no volver... Estás en tu casa y espero que entres cuando te apetezca.
ResponderEliminarUn besazo y muy agradecida por la visita.
Marinel: Pues sí, acaba de nacer el asesino en serie de terneras... jajajajaja.
ResponderEliminarLa excitación dice mucho de él, pero en su contra.
Un gustazo para mí haberte conocido en tu casa tan bonita.
Gracias y un millón de besos.
Ricard: Dicen que ninguno de nosotros soportaría una cámara oculta y pienso que es cierto. Anda que no hacemos cosas raras cuando pensamos que nadie nos ve. Yo, por lo menos, sí. Fíjate que hace siglos que no voy a discotecas y cuando estoy sola me invento coreografías de baile-disco...
ResponderEliminarEste hombre debe ser como cualquiera cuano no se siente observado.
Gracias y besazos.
Julia: Jajajaja, acabamos de pasar Haloween y un susto viene bien ¿o no?.
ResponderEliminarMuchos besos y, como siempre, gracias.
Manuel Sánchez Acero: ¡Qué bueno, Jack el destripador de terneras!, jajajaja, me muero de la risa. Fíjate con qué pocas cosas el hombre, en este caso, la mujer es feliz: con tener la capacidad de reir.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por esa guinda que me pusiste de comentario.
Un besazo.
mientrasleo: Querer es poder... En este caso no creo yo que de para una novela, pero le podemos meter cuatrocientas treinta y seis páginas de "paja literaria" y luego sorprendemos con este final. Me apunto tu sugerencia.
ResponderEliminarEres bienvenid@ a mi casa/tu casa.
Muchas gracias por entrar y comentar.
Besazos.
Humberto Dib: Ya lo creo, aunque ahora no se les mata por exanguinación... Tengo entendido que es con descargas eléctricas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Besazos.
Uxué: ¿Sabes que yo nunca he visto una vaca "en persona"?, pues ya te lo digo yo.
ResponderEliminarCuando veas a esas vaquillas pastando e imagines lo que les espera, se te pondrá la carne de gallina. ¡Pobrecillas!.
Un besazo, guapa.
Little Moon: Si es que nos gusta la intriga (a las dos) un montón.
ResponderEliminarGracias, amiga.
Un besazo.
Ximens: Y yo que tenía pensado invitarte a un maratón de cine de terror que proyectan este fin de semana en mi barrio... ¡Venga, hombre!.
ResponderEliminarComo siempre, me apunto tus consejos que valoro muchísimo.
En cuanto a lo del título, no ha hecho "sospechar" a nadie, con lo cual creo que ha sido positivo por lo inesperado y, además, tan evidente.
¿Pasar de un cuento de hadas a esto?, ni yo misma sé por qué ni cómo. Seré como el Dr. Jekyll.
Muchísimas gracias, amigo, en serio.
Un besazo.
El canto de la luna: Me alegro muchísimo de que te gustara el final.
ResponderEliminarTampoco sería capaz de matar, pero alguien tendrá que hacerlo para que nos podamos comer un chuletón de esos.
Un beso muy fuerte.
Danger Ahead!. Gracias, amiguita,
ResponderEliminar¿Cómo va todo en ese ascensor?.
Me alegro que te gustara la historia de un señor que hacía filetes.
Un besazo.
Neko: ¿Te he engañado?, ¡yupiiiii!.
ResponderEliminarSi es así, me doy por contentísima.
Un besazo, preciosa.
Pencies: Una sonrisa es un regalo, un premio para mí.
ResponderEliminarGracias, amiga Espe, porque con comentarios como el tuyo se compensa todo.
Un beso muy fuerte y ¡me llevo tu sonrisa!.
Creo que a partir de ahora ya no volveré a mirar un filete de ternera de la misma manera. En fin, hay amores que matan...jajajaja.
ResponderEliminarBesos remala.
Campoazul: Cuando pases al lado de una carnicería verás a todos como unos perfectos depravados, jajajajaja, pero lo peor es lo que te voy a plantear ahora:
ResponderEliminarImagina que quedamos a tomar esos chocolates con churros que tenemos pendientes y, al salir de la cafetería, se nos acercan dos super-tíos-buenorros... Hablamos, pachín-pachán... Y sale el tema del trabajo, porque siempre sale y más en tiempos de crisis. "Pues, somos carniceros...", ahí ya saldríamos corriendo y con naúseas... jajajaja.
Gracias, amiga.
Besazos.
Cristofer: Es para pensárselo bien.
ResponderEliminarGracias, amigo.
Un besazo.
Acróbata: Filetes sobaos y resobaos... ¡Menos mal que van fritos!.
ResponderEliminarQué rebueno eres, amiguito.
Besos y muchísimas gracias.
Suculento relato :)
ResponderEliminar...y vaya con las fantasías del carnicero, ya estaba yo por llamar a la policía y denunciarle... pero no, falsa alarma. Bueno, por lo menos se le ve un tipo que se apasiona con su trabajo :)
Un abrazo
le gustaba la ternera... y le hundió el puñal, como en psicosis, bueno no.
ResponderEliminaren serio, muy divertido, Towanda
saludos blogueros
Hola towanda:
ResponderEliminarEntre de nuevo para agradecerte
tu visita a mi blog y el comentario
Tu tienes razón. No había visto la aclaración de tu alias al costado del blog. Pero insisto es muy bonito.
Tamally maak
¡Jope!!
ResponderEliminar¡¡Cómo está Hallowen este año!!
Me ha recordado como descuartizo yo el enorme pavo que me regala un paciente por Navidad (pero yo uso el cuchillo eléctrico) :D :D
Besitos Towada.
Ja,ja,ja!!!que bueno, necesitaba un buen sabor de boca, y me lo has dejado con tu relato, que grande eres, siempre me sorprendes.
ResponderEliminarUn besazo enorme preciosa.
Tiene peligro el oficio de carnicero. Muy bueno, Towanda.
ResponderEliminarBesos.
Ufff inquietante hasta el final, aún así pobre ternera, mientras te leia recordaba como antiguamente mataban las gallinas en casa, ufff
ResponderEliminar¡no podia con verlo!...
un abrazo.
Eres una artista Towa, no tengo más que decir.
ResponderEliminarA medida que iba leyendo iba descuartizando al que, por entonces ya lo había juzgado y condenado, se aprestaba a hacer lo mismo con su victima.
ResponderEliminarEl relato es fantástico y que bien proteges el desenlace de las garras del impaciente lector y la curiosidad que siempre aparece cuando la lectura la atrae. Y el final genera un suspiro de alivio no exento de una sonrisa :)
Comencé así porque poco antes de leerte supe por las noticias de la victima 54 por maltrato y pensé que la historia iba por ese lado, pero me hallé con un final feliz :)
Un abrazo enorme!
jajaj, te juro que pensaba lo peor, estaba horrorizada.
ResponderEliminarUn abrazo
Susana
Ay! Qué susto, creía que te habías pasado al lado oscuro.
ResponderEliminarY casi, casi, que aunque fuera una ternerita, hay que ver cuanto morbo...
Besos maestra.
Hola Towanda , la verdad es que ,esto impone un poco,no? por que te crees que va a matar a una presona y luego ¡¡¡zas!!! , es un vaca ja,ja, vaya humor el tuyo , muy bueno , un saludo del Tío de la vara .
ResponderEliminarJa, ja, ja Creo que muchos de los que no comemos carne, nos hemos creado esta imagen o similar en algún momento, pero nunca hasta ahora, la había leído ;) que buenas risas
ResponderEliminarGRACIAS POR TRAERLA!!!!! Un besazo ;)
Has puesto un toque de humor tan fantástico, que ni ternera ni cerda ni cartilla que lo fundó, como decía mi madre.
ResponderEliminarHala, a destripar carne fresca.
Muy bueno, Towanda
Abrazos
"ACAPU" : Se podría decir eso, jajajaja, enamorado de su trabajo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por venir.
Un super abrazo.
José Antonio del Pozo: ¡Es cierto, como en Psicosis!, me encanta esa pelí y es posible que me marcara.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias.
Daniel Eduardo Gómez: Ya sabes, Towaaaaanda, es mi grito de guerra.
ResponderEliminarUn besazo más.
Candela: ¿Cuchillo eleéctrico?, qué genial idea. Me la apunto para desarrollarla.
ResponderEliminarGracias, amiga.
Un besazo.
MISS GRETI: ¿Cómo está mi reina?...
ResponderEliminarTú sí que eres grande.
Gracias por tu amabilidad y el cariño que me demuestras siempre.
Un besazo.
Maribel: jajajaja, yo creo que tiene más peligro el oficio de ternera.
ResponderEliminarUn beso fuerte.
Ricardo Miñana: Lo de las gallinas debía ser atroz. Yo lo he oído referir muchas veces y era arrancando el cuello "de cuajo".
ResponderEliminar¡Vamos un horror.
Gracias, Ricardo y besos.
Jose bulnes: Ejem!, viniendo de un inmenso fotógrafo, es un halago.
ResponderEliminarGracias, amigo.
Nos vemos en la playa.
Carlos: Tienes razón en lo que comentas. Apenas con cuatro palabras somos capaces de hacerle el "patrón" a una persona (prejuzgarla)... Este pobre carnicero se te había convertido en un asesino despiadado, ¡ay!, como somos.
ResponderEliminarLo de la violencia hacia las mujeres no sé como calificarlo. ¡Ya 54!... No sabes cuánto me duelen estas cifras, CArlos.
Un beso muy fuerte y muy agradecida por tu visita.
Endless Love: Pero duró poco el mal sabor de boca ¿o no?...
ResponderEliminarMuchas gracias por venir y millones de besos.
Asun: A ratos "lado oscuro", a ratos "flower power".
ResponderEliminarGracias, amiguita y feliz fin de semana.
PD: Aquí me tienes liada, con la cantidad de plancha y de polvo que tengo por hacer y por limpiar...
Besos.
eltiodelavara : Jajajaja, que no nos falte una risa.
ResponderEliminarMe alegra mucho tenerte por aquí, que lo sepas.
Un abrazo.
Watashi wa: Me encanta que te divirtiera este relatillo.
ResponderEliminarEn mi vida normal, soy bastante payasilla, y me encanta reir y bromear y gamberrear... ¡ya sabes!. Si he sacado sonrisas de tu cara, me doy por "bien pagá".
Gracias, preciosa.
Besos.
PiliMªPILAR: Como vengo diciendo, es un gusto poder sacar una sonrisa en los demás.
ResponderEliminarMe encanta la sensación y aunque no os vea las caras, me lo imagino y me doy por satisfecha.
Un beso enorme y mi agadecimiento.
;D Me ha hecho gracia el final.
ResponderEliminarEso se llamar tener amor por el trabajo
Saludos
¡Qué jodía! Mira que terminar ese cuento que tanto me estaba gustando así, jaja. Me encantó eso de que la vida se le iba yendo a chorros, muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo Z (como Mazinger).
Esta vez me dejaste mudo, te juro que no me lo esperaba... y justo estoy a punto de terminar un libro sobre unos asesinos seriales...
ResponderEliminarEn fin... tu relato demuestra que el amor es increíble.
Rubia de pechos enormes jajajjaja
Buenísimo amiga.
Saludos.
Towanda, ya tienes en mi blog, mi versión particular de lo que pasa en la Carniceria... Es un micro relato inspirado "en ti"..., bueno,ya me entiendes...jaja.
ResponderEliminarBeso (y gracias por la idea)
y ahora, a hacer un buen asado con cuero
ResponderEliminarEres realmente magnifica escribiendo, mantienes el interés y el suspense, pero como juegas con los lectores, seguro que lo pasas de miedo.
ResponderEliminarUn beso.
Menos mal ese final porque me tenías con al corazón palpitando y boquiabierto! Excelente relato y mejor el final.
ResponderEliminarBesos.
¡Imprevisible!
ResponderEliminarTowanda, dominas la narración con agilidad magistral.
B7s
Uffffffffff, respiro final.
ResponderEliminarBien llevado, bien escrito y bien resuelto.
Me ha gustado.
Había visto tu nombre también y ahora veo que me he perdido mucho y bueno.
Te felicito por lo bien que escribes.
Saludos.
Hay que ver los que algunos son capaces de hacer un cuchillo, verdad?
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
SORPRENDENTE!! Un Abrazo
ResponderEliminar¡Qué historia!, el final tranquilizador
ResponderEliminarBuen fin de semana
DocManuel: Tú lo has dicho, amor al trabajo bien hecho.
ResponderEliminarUn abrazo y, como siempre, mi agradecimiento.
Ángel: Osea, que también preferías que tuviera en la mesa a una rubia de pechos enormes... ¡Hombres!
ResponderEliminar¡Gracias, "re-joío"! (¿existe esta palabra?)
Un beso muy fuerte y un abrazo.
Carlobito: Jajajaja, me alegro que te divirtieras con el final.
ResponderEliminarGracias y millones de abrazos.
Rombo: Menos mal que te entiendo porque si no pensaría que la "vaca" te ha hecho recordarme, jajajaja.
ResponderEliminarBesos, majete.
Joaquín Doldan: "...Dos entrecot, bien hechos... ¡Oído cocina!."
ResponderEliminarUn abrazo.
Iglesias: Además que sí. Me encantan las reacciones; me lo paso "pipa".
ResponderEliminarGracias, amigo.
Un abrazo.
moderato_Dos_josef: ¡Ay, qué sensibles estamos!. ¿Osea que contigo tampoco puedo ir a ver pelis de terror?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mari: Bueno... ¡muchas gracias! y sé bienvenida.
ResponderEliminarBesos fuertes.
Toro Salvaje: Aún tenemos el resto del tiempo, que queda en el mundo, para irnos conociendo más y mejor.
ResponderEliminarMe alegro mucho de haberme colado en tu casa, y dar un primer paso. Gracias por hacer lo mismo.
Un abrazo.
La sonrisa de Hiperión: Imagina con un hacha lo que hubiera hecho.
ResponderEliminarBesos.
Di: Gracias y te doy la bienvenida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rosa E.: El final tranquilizador, menos mal que no era una persona la que estaba a punto de ser cortada.
ResponderEliminarGracias.
Besos.
Aunque al final lo resuelves de forma chistosa, el relato produce una impresión horrible. No te aconsejo ese género. Aquí en Oviedo tuvimos hace un par de años una historia muy desagradable, real, que salió en los periódicos.
ResponderEliminarA veces la imaginación del lector va por delante de la del escritor, y tú sabes jugar con eso y acabas sorprendiendo!bravo, towanda! Un besote!
ResponderEliminarMirlo: Lo siento si te ha recordado alguna historia terrible y próxima a tu localidad...
ResponderEliminar¡Jolínes!, no quería producir esa sensación.
Propósito de enmienda, a partir de hoy.
...¿Qué tal tu descanso?...
Un abrazo.
Miss Bittersweet: Gracias, guapa... Me encanta e intento jugar con el doble sentido; la doble intención.
ResponderEliminarUn besazo.
Que bueno Towanda, ese llamado a la realidad del final no solo fue para el protagonista sino tambien para mi, jajaja!
ResponderEliminarEl descanso, como tú lo llamas, bien. Pero yo sigo con aquello de "como en casa de uno...no hay nada". Hay que salir para saber lo bien que se está en casa.
ResponderEliminarjajajaj que bueno, buenísimo. Ya tenía los pelos de punta cuando he llegado al final… jajaja increíble final
ResponderEliminarTas loca u que? eres increíble. Un bessito cielo
jajajaja. muy bueno.
ResponderEliminarJajajajajajaaj... Me has hecho reír de verdad!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus visitas, me encanta que te guste.
Gracias por hacerme sentir tan bien.
Buenas noches y un abrazo muy cariñoso.
Gamyr: Me alegra muchísimo que te sorprendieras con el final.
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
Un besazo.
Men: Me alegro si te saqué una sonrisilla.
ResponderEliminarMuchos besos y muchas gracias.
David: Gracias, majete.
ResponderEliminarUn abrazazo.
Beatriz: Gracias a ti por el trabajo que realizas que me encanta.
ResponderEliminarSabes que ésta es tu casa y como decía MªDolores Pradera: ""hasta que tú decidas regresar"".
Un beso muy fuerte y cientos de gracias.
Towa! Claro que participaré en el concurso 20Blogs :) Un besote!!
ResponderEliminarManu UC.
Encontré este blog a través de Torosalvaje y me pareció interesante. Quisiera seguir visitándolo. Saludos.
ResponderEliminar¡Pero Dios que le pasó a tus lindas orejas! Me ha encantado tu blog, debo marcharme pero volveré a seguir comiéndome estas historias. Un abrazo.
ResponderEliminarGarla Kat:
ResponderEliminarYa lo ves, un día ángel y otro diablo, así es la vida y el reino de los tomates verdes fritos.
Un abrazo y muy agradecida por tu visita.